El tren Alvia que descarriló anoche cerca
de Santiago iba a una velocidad superior a 150 kilómetros hora, que
algunas fuentes elevan hasta 190, en una zona limitada a 80 por hora,
según han informado fuentes de la investigación. El titular del
Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela ha ordenado a
la Policía Judicial tomar declaración como imputado al maquinista del
tren, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de
Galicia, que han aclarado que aún no está imputado judicialmente.
Esta
será la primera declaración que se tome al maquinista, sobre la que no
se ha concretado todavía en qué momento será. Además, se están
«referenciando» testigos, lo que quiere decir que se les están tomando
los datos para poder localizarlos y llamarlos a declarar. El maquinista
se encuentra en un hospital de Santiago, custodiado por agentes del
Cuerpo Nacional de Policía tras una petición expresa del juez que
investiga el accidente ferroviario.
La caja negra del tren «lleva horas localizada» y
está a disposición del juez y custodiada por la Policía Judicial.
Asimismo, el juez ha pedido que se aseguren todos los vídeo y audios que
puedan existir del accidente y que puedan ser empleados en la
investigación
La Policía y técnicos de infraestructuras viarias
investigan desde anoche las causas del accidente, en el que han muerto
al menos 78 personas y otras 130 han resultado heridas, según los
últimos datos ofrecidos por Juárez. Los equipos de emergencia y
efectivos de compañías de servicios han dado por concluida a las 12:45
horas de esta mañana la búsqueda de más víctimas entre los restos del
tren.
El tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarriló a tres kilómetros del casco urbano de Santiago y han fallecido al menos 78 personas, mientras que otras 140 han resultado heridas, entre ellos 35 adultos y 4 niños en estado crítico.
Los equipos de rescate han conseguido acceder finalmente a uno de los vagones
después de utilizar una grúa para retirar otro que lo sepultaba. Uno de
los vagones parece ser la cafetería, completamente destrozada y hecha
un amasijo de hierros.
Pasadas las 8.30, una decena de bomberos han entrado en los vagones y
han comprobado que no quedan más personas en su interior tras retirar
butacas y otros objetos del tren, según fuentes de los
servicios que trabajan en la zona. No obstante, en una primera fase, a
los familiares solo se les informará cuando se tenga totalmente
identificados a los heridos y estén conscientes.
Los servicios de Emergencia han empezado a las
8.00 a trasladar los cadáveres al hospital para realizar las autopsias.
Según los responsables de este trabajo, inicialmente se trasladarán
cuatro cadáveres hasta el hospital para realizar las autopsias, por lo
que la labor de identificación puede ser muy larga. La Policía Nacional
ha desplazado desde Madrid a Santiago a otros tres especialistas para
colaborar en la identificación de los cadáveres, que se suman a los seis
agentes que se trasladaron anoche nada más ocurrir el descarrilamiento. El
director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se ha desplazado
también a la capital compostelana. Los agentes de la Policía Científica
salen esta mañana desde el aeródromo de Cuatro Vientos para reforzar las
tareas de identificación. Un total de 500 agentes de la Policía
Nacional participan en el dispositivo establecido tras el accidente de
un tren Alvia en el que viajaban 247 pasajeros.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha
precisado que, de las 78 víctimas confirmadas, 73 han sido localizadas
en el lugar de la tragedia, mientras que otras cuatro han fallecido en
los hospitales a los que habían sido trasladadas.
Ya por la mañana, en Angrois todos los equipos
continúan trabajando en la búsqueda de más víctimas. La primera luz del
día ha dejado al descubierto en la zona del accidente un paisaje de vías
sobre las que quedan mantas, maletas y otros objetos personales que
salieron despedidos. Los vecinos de la zona, los héroes de la noche más
trágica de la historia gallega, continúan en pie siguiendo el operativo.
Dicen que no pueden dormir.
En el edificio de Cersia, un equipo de psicólogos
atienden a los familiares de las víctimas. Pasadas las ocho de la
mañana la gente estaba muy desconcertada al no tener información para
localizar a sus familiares; de hecho, un grupo ha asaltado al alcalde de
Santiago, Ángel Currás, en busca de información. La Policía Científica
se reunió con ellos y les dijo que esperan tener identificadas a las
víctimas en unas dos horas y, pasado este tiempo, irán llamándoles uno a
uno para informarles de forma individual.
Por los aires
El descarrilamiento se registró sobre
las 20.42 horas a su paso por la zona de Angrois. El tren de alta
velocidad, en el que viajaban 220 pasajeros, al alcanzar la curva de A
Grandeira descarriló y uno de los vagones saltó por los aires e incluso superó el talud que separa las vías del tren. El convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron,
otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de unas
viviendas, y el resto volcó. Uno de lo de los vagones se elevó más de
seis metros hasta impactar con un palco de la música, que destrozó. «El
tren empezó a dar vueltas, vueltas de campana, dimos muchas vueltas de
campana y quedaron subidos unos vagones encima de otros», relataba uno
de los pasajeros.
Renfe ha confirmado que el tren llevaba 5 minutos
de retraso, lo que podría incidir en la hipótesis del exceso de
velocidad. A pesar de las cortinas de humo y los incendios registrados
en varios de los vagones, los pasajeros del Alvia aseguran que no se
registró ninguna explosión. «En ningún momento pensé en un atentado.
Cuando el tren tomó la curva, tuve la sensación de que iba demasiado
rápido y descarriló», explica Sergio, no de los pasajeros heridos. En la
misma línea, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dice no tener «indicios que apunten a un atentado».
Renfe y Adif han comunicado su colaboración con
el juez en la investigación del accidente y han trasladado al lugar a un
equipo de técnicos para investigar las circunstancias y causas del
siniestro.
«Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer»
Los dos conductores del tren salieron ilesos y
ayudaron a las víctimas. Uno de los dos maquinistas que llevaban el
convoy hablaba por teléfono tras el accidente y no paraba de repetir «descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer».
Hasta el lugar del accidente se han desplazado
efectivos de la Policía Nacional, Local, Protección Civil, bomberos y
servicios sanitarios de Santiago y de buena parte de la comarca. En las
labores participan bomberos de Santiago, Boiro, Ordes, Arzúa, Santa
Comba y Deza y los servicios de Protección Civil de A Estrada, Teo e
Padrón. «Era muy difícil sacar a la gente porque había cientos de
heridos por el medio», aseguraba uno de los pasajeros del primer vagón.
Decenas de médicos de hospitales cercanos, ya
estuviesen o no de guardia, se acercaron a ayudar. «Por mucho que veamos
a diario, esta tragedia lo supera todo», afirmó una médico del Hospital
Clínico que participó en las tareas de rescate en su día libre. En las
labores de emergencia están operando una veintena de ambulancias de
soporte básico y tres medicalizadas, y se han desplazado otras dos UVI
móviles desde Mos y Sanxenxo, además de unidades adicionales de soporte
vital básico.
Los vecinos de la zona también colaboraron con las labores de rescate ofreciendo mantas, agua, palés y sus viviendas para ayudar a los pasajeros heridos.De
hecho, algunos incluso desplazaron heridos en sus vehículos
particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto
de efectivos.
La zona, de difícil acceso, está totalmente
acordonada mientras los equipos de emergencia trabajan en la
excarcelación de los pasajeros que todavía siguen en el interior de los
vagones accidentados. Las autoridades piden que se evite circular por la
zona para no complicar las labores de los servicios de emergencia. De
hecho, Protección Civil y los bomberos han tenido que levantar a pulso
un coche que no permitía que circulasen las ambulancias.
Incertidumbre en el Cersia
Para información sobre las posibles víctimas del
accidente Renfe ha habilitado el teléfono 900101660 y el Concello de
Santiago los números 981551100, 981543060 y el 981542993. Los familiares
de las víctimas del descarrilamiento deben dirigirse al edificio
municipal Cersia en el barrio de San Lázaro, en la calle Raimundo López
Pol, y el Multiusos Fontes do Sar ha sido habilitado como tanatorio
provisional.
Precisamente, en el Cersia, los familiares de
viajeros en el tren siniestrado se lamentaban de la incertidumbre.
Aunque el Concello habilitó lugares para que pasen la noche, a lo que
también se sumaron los hoteles compostelanos, que ofertaron
gratuitamente habitaciones libres, la mayoría de los familiares de los
afectados no querían abandonar el lugar habilitado en el barrio de San
Lázaro hasta no saber más datos. A lo largo de la noche han comenzado a
publicarse las listas de los heridos que se han conseguido identificar,
aunque no será hasta la mañana de hoy cuando salgan las listas de las
personas fallecidas en el accidente.
Los servicios sanitarios han hecho un llamamiento para que todo el que pudiese se acercase a las instalaciones de Monte da Condesa para donar sangre
porque las reservas estaban bajas. El llamamiento hizo su efecto y en
pocas horas ya había grandes colas. Fue tal la implicación ciudadana que
se saturó el Centro de Transfusión de Galicia y sus responsables
tuvieron que pedir que no se acercase nadie más esta noche hasta Monte
da Condesa.
Un tren con ocho coches y dos cabezas tractoras
El tren Alvia que sufrió el accidente estaba
compuesto por ocho coches y dos cabezas tractoras, contaba con
propulsión diésel y eléctrica. Cuatro personas conformaban la
tripulación. Fuentes de Renfe señalaron que buscarán las cajas negras
del tren, que podría aclarar algunas incógnitas sobre el accidente. Seis
especialistas de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía
han llegado a Santiago para trabajar en la identificación de cadáveres.
La Galicia oficial llorará a sus muertos hasta la
medianoche del miércoles. Reunido de urgencia en el más triste de los
días grandes de la comunidad, el Consello de la Xunta ha decretado esta
mañana siete jornadas de luto por la tragedia ferroviaria de ayer en Santiago,
en la que han fallecido, de acuerdo con el último balance de las
autoridades, al menos 78 personas. Se trata de la mayor señal de duelo
declarada en la historia de la autonomía, según fuentes de la
Administración.
En comparecencia ante los medios tras la reunión
extraordinaria de su Gabinete, de la decisión ha dado cuenta el jefe del
Ejecutivo. Ojeroso y agotado, por momentos al borde del llanto, Alberto Núñez Feijoo ha leído una declaración institucional en la que subraya la «consternación» de los gallegos. «Calquera palabra é insuficiente -ha arrancado emocionado- para un sentimento que só se pode describir con bágoas. [...] Todo o pobo choramos». «É, sen dúbida, o Consello de Goberno máis duro que ten reunido nunca a Xunta», ha apostillado.
Se ha dicho «orgulloso», asimismo, de la labor
del personal que está trabajando con motivo del suceso, de su «esforzo e
excepcional resposta», del «exemplo que están a dar». Y ha agradecido
tanto los «milleiros» de condolencias «chegadas de todas partes» como la solidaridad y «grandeza» del pueblo. «O
24 de xullo de 2013 [...] será tamén o día en que os galegos colapsaron
os centros habilitados para doar o seu sangue, o día en que cidadáns
anónimos se arroxaron nos primeiros instantes ás vías do tren para
socorrer aos feridos sen reparar en perigos, [...] o día en que Galicia
se puxo a disposición de Galicia».
Además, ha prometido seguir facilitando
información en tiempo real, al margen de reclamar a los responsables de
la investigación judicial que esta última avance «coa maior celeridade, pero tamén coa maior seguridade posibles».
Amén de brindarles cariño y respeto, con tacto, a los familiares de las
víctimas les ha pedido paciencia hasta que concluya el proceso de
identificación fehaciente de cadáveres.
A preguntas de los medios, el mandatario popular
ha reconocido que las autoridades trabajan en la organización, mañana en
Compostela, de una gran ceremonia de homenaje a los muertos. No
obstante, tampoco ha descartado que, en lugar de esa, se terminen
celebrando varias en distintos puntos. «Será en función da información
que nos dean as familias», ha explicado.
Nada más concluir su intervención, Feijoo ha
partido raudo al encuentro del presidente del Gobierno central, Mariano
Rajoy, con quien, en principio, prevé visitar el lugar del siniestro, en
Angrois, y a heridos y familiares de las víctimas. Posteriormente,
ambos mantendrán un encuentro de coordinación en el complejo de San
Caetano.