Torrijas
Por M. C. Frisuelos
Termina la Semana Santa y con ella para muchos se acaba el tiempo de comer torrijas. Pero no deja de ser un error, porque las torrijas, a las que nuestros vecinos portugueses llaman “rabanadas” (y que consumen en Navidad), son un método muy útil de dar utilidad al pan que se nos queda duro.

TORRIJA DE LECHE:
-Cortar rebanadas de pan duro (dos días) y mojarlas en una mezcla de leche con azúcar y canela, hervida previamente. La cantidad de azúcar dependerá de nuestro gusto aunque una cantidad orientativa es 200 gr. de azúcar cada medio litro de leche.
-Una vez mojadas las rebanadas pasarlas por huevo batido y freírlas en aceite de girasol.
-Hervir leche con azúcar, canela y la piel de un limón e incorporar en caliente a esta mezcla las torrijas, una vez escurrida la grasa sobrante.
-Enfriar y servir las torrijas bañadas en la sopa de leche.
TORRIJA SECA:
-Mojar las rebanadas de pan en una mezcla de leche, miel y canela.
-Rebozar las rebanadas mojadas con huevo y freír en aceite de girasol.
-Secar con papel absorbente y servir espolvoreadas con azúcar o con miel.
TORRIJA DE VINO:
-Humedecer el pan de torrijas con vino dulce tipo Pedro Ximénez o Moscatel.
-Pasar las rebanadas por huevo batido y freírlas con aceite de girasol. Secar la grasa sobrante con papel absorbente y servir frías o calientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario