miércoles, 4 de julio de 2012

Campus Stellae


La Policía recupera el Códice Calixtino en un trastero y regresará a la Catedral el viernes

 

Compostela.- La Policía ha recuperado el Códex Calixtinus un año después de que fuese sustraído por un antiguo empleado de la Catedral, que ha sido detenido junto a otros tres familiares. Estaba en una bolsa de plástico, escondido en un trastero y su autenticidad ha sido confirmada por el Arzobispo, Julián Barrio, y el Deán, José María Díaz.
El valioso libro, considerado la más antigua guía de viajes del mundo, había desaparecido el 5 de julio de 2011, sembrando la consternación en el Cabildo y en el mundo jacobeo, que ahora prevén que será dotado de medidas de seguridad mucho más eficaces.
Fuentes de la investigación han confirmado que el Códice Calixtino ha sido hallado durante un registro efectuado este miércoles en un trastero en la localidad de Milladoiro, en el municipio de Ames (La Coruña).
En concreto, el libro desaparecido desde hace casi un año se encontraba en un garaje empleado como trastero en el edificio número 5 de la calle Da Cruxa, en Milladoiro.
Sobre el operativo para recuperarlo, Mauricio García, un hombre que junto a su mujer fue testigo del hallazgo, ha explicado, en declaraciones a los medios, que la Policía les pidió a él y su esposa que comparecieran como testigos para la apertura del trastero.
Este testigo ha comentado que, al abrir la puerta, vieron "como un libro antiguo" metido en una bolsa de plástico, al lado de bolsas de cemento y plaquetas.
Además, este testigo, que se ha confesado "muy emocionado" de haber colaborado, ha destacado que el juez cuando abrió la bolsa en la que estaba el Códice Calixtino dijo: "Es éste".
Tras ser ratificada su autenticidad, la Policía Nacional se ha llevado custodiado el Códice Calixtino envuelto en una toalla blanca y hasta el viernes no regresará a la Catedral compostelana.
Una vez identificado el libro, el arzobispo y el deán se han mostrado "muy contentos" y "satisfechos" por el hallazgo y han agradecido el trabajo policial para recuperarlo.
Los cuatro detenidos permanecen en la Comisaría de la Policía Nacional de Santiago de Compostela a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas, previsiblemente el jueves, ya que los investigadores tienen que analizar numerosa documentación encontrada.

Uno de los detenidos trabajó como electricista en la Catedral, pero fue despedido en una regularización de empleo, lo cual alimentaría la tesis del robo por venganza, aunque las investigaciones prosiguen por parte de la Brigada de Patrimonio de la Comisaría Central de la Policía Nacional. El ex trabajador era considerado sospechoso desde hacía tiempo y era sometido a vigilancia.
     
La aparición del Códice Calixtino ha disipado la principal preocupación de los investigadores, que era que el manuscrito hubiese sido vendido o destruido. Por ello, cuando lo han visto ante sus ojos, entre los agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico y del propio juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, se han producido escenas de auténtica euforia y alegría. El Códice Calixtino ha sido sacado del garaje de Milladoiro sobre las 16.45 horas, en medio de una enorme expectación. Se encontraba en el primer trastero dentro del inmueble.
Además del manuscrito, en el garaje también apareció una maleta con libros más pequeños y varias bandejas de plata
El principal sospechoso del robo es José Manuel Fernández Castiñeiras, un técnico electricista residente en Milladoiro que trabajó durante más de 25 años como autónomo en el templo compostelano y llegó a falsificar un documento laboral para simular ser un trabajador fijo contratado en la catedral. Poco antes del 2009, y ante una regulación de empleo, desde el templo se rompió la relación laboral que mantenían con él. Fuentes de la catedral avanzan, sin embargo, que, después de que dejase de trabajar allí, el detenido acudía todos los días al lugar sin ningún cometido específico. El antiguo trabajador reclamó incluso 40.000 euros por despido improcedente.
Junto a él también han sido capturados, en el domicilio familiar de Milladoiro (Ames), su mujer, María Remedios Nieto Mayo, y su hijo, Jesús Fernández Nieto, y la supuesta novia de este último, María Jesús Quinteiro Seoane, en la residencia de sus progenitores. Los tres podrían tener la consideración de cómplices. Los detenidos tenían en su poder uno de los Libros de las Horas también sustraído, llaves de la catedral y 1,2 millones de euros
La policía vigilaba al antiguo trabajador del templo desde hace tiempo y a lo largo de esta semana los agentes han realizado varios registros en en domicilios, garajes y trasteros de Santiago, O Milladoiro, Negreira y O Grove por el robo del Códice Calixtino, en los que se han encontrado ocho copias del Códice, libros religiosos antiguos de gran valor -entre ellos, uno de los Libros de las Horas, cuya desaparición también fue denunciada por el deán de la catedral-, documentación relacionada con los responsables y religiosos del templo compostelano, correspondencia de los canónigos, llaves de acceso a dependencias de la catedral, una gran cantidad de monedas y otros objetos artísticos procedentes del lugar y 1.200.000 euros en dos inmuebles distintos .
Durante todo este año, el ex trabajador de la catedral ha sido vigilado por la Policía, que incluso ha intentado entrar en contacto con él de modo indirecto para negociar la devolución del famoso libro, que se considera como la primera guía turística del Camino compostelano. Cuando los investigadores se han convencido de que el sospechoso no cooperaría, han optado por detenerlo para intentar desbloquear el caso.
La primera noticia de la desaparición del Códice Calixtino fue recibida como un imposible. El 6 de julio del 2011 la policía confirmó que investigaba la falta del Liber Sancti Iacobi de la caja fuerte de la catedral de Santiago, aunque no podía precisar el día exacto, entre el 30 de junio y el 5 de julio, en que la joya dejó de estar en su lugar. Las palabras desaparición o extravío fueron dejando paso en los primeros días a la hipótesis del robo, una teoría apoyada en todas las líneas de investigación por una colaboración interna por la dificultades de acceder al libro, aunque la policía señaló deficiencias en el sistema de seguridad y fallos en la manera en que se conservaba la pieza en el archivo.
En las primeras horas se apuntaron dos posibles móviles: una venganza interna, dirigida fundamentalmente contra el deán de la catedral y entonces responsable del archivo, José María Díaz; y un robo realizado por encargo de un coleccionista. Algunos especialistas valoraron el Códice en 10.000.000 euros y el famoso ladrón de obras de arte Erik el Belga explicó que un robo así se puede encargar por 150.000 euros pero que no se podría realizar sin colaboración desde dentro.
La policía, con la incorporación de especialistas de la Brigada de Patrimonio Histórico, comienza a estudiar cerca de 400 horas de cintas de las cintas de vídeo de las 25 cámaras que la catedral tenía instaladas. Con un problema añadido. En la habitación en la que se guardaba el libro no había cámaras, las más cercanas estaban situadas en los pasillos de acceso. El operativo incluye controles de carreteras al que se suman efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia Nacional Republicana en Portugal.
Pasado un mes de la desaparición la policía mantiene abierta todas las líneas de investigación. El robo se convierte en hurto o un secuestro aprovechando, según los investigadores, la concurrida circulación en el interior del templo y la falta de control sobre el acceso al interior y las mochilas.
En esos días el Arzobispado de Santiago pide a los ladrones que lo devuelvan y el gobierno descarta ofrecer una recompensa por su retorno.
Tres meses después, el deán dimite como archivero catedralicio reconociendo que la desaparición del Códice es determinante en esa decisión y que, según todas las versiones, las llaves de la caja en la que se conservaba el libro junto a otros documentos estaban puestas en la cerradura.

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