domingo, 23 de enero de 2011

Camino Francés

En 2010 y pese a ser Año Santo, por León pasaron sólo 113 peregrinos más que en 2009
León.- El Diario de León publica hoy un trabajo que analiza cómo ha sido el Año Santo de 2010 en su provincia y concluye, entre otras cosas, que el aumento de peregrinos ha sido mucho menor que el que se esperaba, 113 peregrinos más que en 2009.
Ganar el jubileo, estima el periódico, ya no es el acicate principal de los caminantes que cruzan la provincia leonesa en dirección a Santiago y según los datos de afluencia de peregrinos recogidos por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León «Pulchra Leonina», el incremento de peregrinos experimentado en 2010 no ha respondido a las expectativas.
Concretamente, por el albergue de las Madres Benedictinas pasaron 23.418 peregrinos, sólo 113 más que en el año anterior, el Año Jubilar no ha conseguido disparar las estadísticas de afluencia y apunta a la desaparición de la estacionalidad de la ruta, que se consolida por sus reclamos turísticos más que su carácter espiritual, como se podría inferir en los datos de 2010.
Según el informe de la Pulchra Leonina «las expectativas de afluencia de peregrinos par este Año Santo Jacobeo eran muy buenas, en base a ser el último Año Santo de la década, puesto que hasta el 2021 no volverá a producirse la coincidencia de la fiesta del apóstol con un domingo». Las cifras demuestran que las expectativas no se han cumplido y que «el incremento de poco más de 100 peregrinos con respecto al año anterior en absoluto cumple con lo esperado». El incremento es menos del 0,5%, lo que demuestra el poco tirón que ha tenido la celebración del Año Santo.
Desde 2007 los datos de afluencia no sufrían una variación tan ligera. En 2005 pasaron 19.461; en 2006, 20.585; en 2007, 21.775; en 2008 21.828; en 2009, 23.305; y en el pasado año, 23.418.
No obstante, desde que la asociación comenzara a elaborar el informe, en 1997, la media de peregrinos que han pasado por la provincia ha estado en 15.808 personas. El despegue registrado desde aquellas fechas hasta hoy ha llevado a popularizar la ruta de forma espectacular. En 1997 fueron 3.684 los peregrinos contabilizados frente a los 23.418 de este año, casi 20.000 más en 13 años.
La internacionalización de la ruta cada año es mayor. En 2010 llegaron peregrinos a León de 93 nacionalidades diferentes. No sólo aumenta el número de países de origen de los viajeros sino también la lejanía de estos. Por tercer año consecutivo se ha registrado un incremento espectacular en el número de peregrinos coreanos.
La distancia total recorrida por los peregrinos es otra de las preocupaciones de quienes promueven el Camino de Santiago y dedican a su popularización y mejora una parte importante de sus vidas. En los últimos años se ha reducido y preocupa que se convierta en moda el realizar sólo los últimos kilómetros de la ruta. Asociaciones de peregrinos como la de Burgos aseguran que muchos peregrinos han optado este año por recorrer los últimos cien kilómetros de la ruta. Aunque explican que esta tendencia no es la tendencia general, ya que «no se corresponde con el espíritu de la ruta».
Sin embargo, una vez más lo datos vuelven a constatar desequilibrios. El número de visitantes que transitó por el Camino Francés a su paso por León difiere notablemente del número de peregrino que finalmente llegan a Santiago. Poco más de 270.000 peregrinos recibieron en 2010 la Compostela que entrega el Arzobispado de Santiago y que acredita que se ha realizado la peregrinación.
Según datos del Arzobispado, el pasado año se alcanzó un récord absoluto de peregrinos, muy por encima de las cifras del Jacobeo de 2004, cuando se expidieron 179.944 Compostelas, o de 2009, con 145.854. Lo que indica, si se compara con los datos de León, que la mayoría optó por un “Camino de mínimos”.
Los datos de distancia recorrida registrados por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago «Pulchra Leonina» reflejan un descenso desde 2008. En aquel año la media de distancia recorrida por peregrino era de 444 kilómetros, que bajó a 435 al año siguiente y en 2010 cayó a 422 kilómetros, la mínima de toda la década.
La asociación también avisa de que, aunque los extranjeros siguen recorriendo más distancia que los peregrinos nacionales, el descenso registrado en el número de kilómetros que recorren antes de llegar a Santiago también es el mayor de la década.
Por otra parte, León sigue siendo un enclave de referencia en la Ruta Jacobea. La popularidad de la provincia entre los peregrinos mantienen a León como uno de los territorios de más solera entre Santiago y Roncesvalles.
La ciudad de León es el segundo punto favorito para comenzar la peregrinación a Santiago. Según las estadísticas de «Pulchra Leonina», el 14.9% de los peregrinos inician el camino entre el Bernesga y el Torío.
El lugar preferido para los peregrinos de largo recorrido es Saint Jean de Pied de Port o Roncesvalles, de donde arrancan un 51.4%. Burgos y Pamplona son otros puntos de arranque favoritos para los peregrinos.
Y pese a los datos, que algunos interpretan como indicativos de que el Camino se está convirtiendo en una moda de turismo, la consejera de Turismo de la Junta castellano-leonesa, María José Salgueiro, dice que el gobierno regional no quiere que el Camino se convierta en mera ruta turística, perdiendo su carácter espiritual.
También se indica en Diario de León que en 2010 la provincia mantuvo los puntos más problemáticos del Camino Francés y las asociaciones mostraron sus protestas, pero sus críticas han caído en saco roto y muchos de estos enclaves mantiene las dificultades de paso para los peregrinos.
El puente sobre el río Porma que deben atravesar los peregrinos para entrar en la localidad de Puente de Villarente, a menos de 15 kilómetros de la capital leonesa, es el punto más crítico del Camino Francés a su paso por la provincia de León, según los responsables de las asociaciones jacobeas de la capital, de Astorga y de El Bierzo.
«Las aceras son muy estrechas y llega un momento en el que no hay ni arcén por el que ir andando, es muy peligroso porque te puede llevar un coche por delante», asegura Beatriz Gallego, presidenta de la asociación leonesa «Pulchra Leonina».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga, Juan Carlos Pérez Cabezas, apunta que las zonas más conflictivas de la ruta en la comarca son las diversas variantes por las que el peregrino debe optar, donde suele haber indicaciones confusas e incluso contradictorias, en especial a la salida de la Virgen del Camino, y pide a las instituciones que se encarguen de señalizar el itinerario de una manera oficial para acabar con estos problemas.
Asimismo, señala Pérez Cabezas que el último cruce con la N-120 antes de llegar a San Justo de la Vega es «peligroso» porque los caminantes deben atravesar la carretera en una curva sin visibilidad y pide que se construya una pasarela para salvarlo porque es «el recorrido histórico del Camino y se está perdiendo por una variante que va por el campo».
Otro punto difícil del trazado jacobeo a su paso por la Maragatería es el tramo entre El Ganso y Rabanal del Camino, donde no existe andadero y los romeros deben ir por el lado derecho de la carretera con los coches «casi rozándoles al pasar».
Por lo que respecta al último tramo del Camino Francés en Castilla y León, el vicepresidente de la asociación jacobea de El Bierzo, Roger de la Cruz, destaca que no hay ningún problema «tan grave» como en Puente de Villarente, pero que los caminantes sí se encuentran con algunos «pasos dificultosos», entre los que cita la salida de Cacabelos, porque allí el peregrino debe optar por andar por un pequeño sendero «insuficiente y que además está desnivelado» o ir por una carretera sin arcén, donde hace pocos años falleció un peregrino francés tras ser atropellado por un coche. De la Cruz propone que se habilite un itinerario por el campo para solventar esta dramática dificultad.

sábado, 22 de enero de 2011

Aviso para Caminantes

Un esloveno loco anda suelto por el Camino y se la tiene jurada a los perros de Tomás de Manjarín


Manjarín.- Uno de los más célebres hospitaleros del Camino, el bueno de Tomás de Manjarín, no gana para disgustos. El año pasado ya tuvo que clamar al cielo porque un chalado disfrazado de peregrino andaba tratando de matarle a los perros. Ahora, según parece, el mismo trastornado está de regreso en el Camino, si es que alguna vez se marchó de él.
Alerta Tomás Martínez de Paz, desde Manjarin, que ese chalado es esloveno, de unos 30 años, pelo rubio tirando a castaño y con entradas, responde al nombre de Bostjan Oskedtka y lleva una mochila de armazón cuadrado y color azul, además de estar en posesión de un pasaporte con el número PBO473546.
El año pasado, al grito de “Demonio!”, intentó matar a los perros de Tomás, en la Encomienda Templaria de Manjarín y les creó muchos problemas en ese albergue.
Se consiguió arrebatarle la credencial, que ha sido remitida a Compostela.
Ayer, día 21, le echó nuevamente de Manjarín, por donde andaba rondando para matar a un perro de Tomás, la Guardia Civil.
Hoy, dice Tomás, está en Ponferrada, en el albergue de transeuntes, pero se propone colarse en Puente la Reina y parece seguro que va a tratar de hacerse con una nueva credencial para regresar a molestar en los albergues, ya sea en Puente la Reina, Hospital de Órbigo o el propio Manjarín.
Hay noticias de que ha creado problemas en los albergues de León. Advierte Tomás Martínez de Paz que quien le proporcione una credencial o se la selle acabará teniendo problemas con el hospitalero y pide que a quien lo localice, le de un telefonazo a su móvil: 609 938 642.
El Correo del Camino se suma al llamamiento para que entre todos se consiga sacar a este perturbado del Camino y así deje de incordiar a peregrinos y hospitaleros.

lunes, 17 de enero de 2011

Retratos Peregrinos


Camino Inglés

La Xunta autoriza una nueva agresión al Camino de Santiago, esta vez en Cabanas

Santiago.- Han pasado pocos días, ni siquiera una quincena desde el cierre de la Puerta del Perdón y del fin del Año Santo, para que los políticos de la Xunta gallega se quitasen la careta y nos mostrasen su verdadera faz: la del desinterés por preservar las rutas jacobeas de peregrinación.
La agresión –no es la única, pero si la última- se ha cometido en el Camino Inglés, a la altura de la localidad coruñesa de Cabanas, donde se ha modificado la ruta jacobea, según dicen para evitar que discurra por el polígono industrial de Vilar do Colo. Lo que no deja de ser una patochada, porque no es la ruta la que afecta al polígono, sino éste el que afecta a la otra.
La Plataforma de Defensa dos Camiños ya ha anunciado que emprenderá "todas las acciones legales y documentales necesarias" con el fin de demostrar que el nuevo trazado del Camino Inglés, a su paso por Cabanas, propuesto por la Xunta, no se corresponde con el primitivo.
La Consellería de Cultura –no deja de ser un sarcasmo llamarla así- concluye que la ruta histórica se corresponde con el tramo entre Rego de Moa, en el Concello de Fene, y el núcleo de O Peón, en la parroquia de Laraxe, y descarta que discurra por el polígono industrial de Vilar do Colo. Pero, para el colectivo de Defensa dos Camiños no existe razón alguna para realizar este cambio que, subraya, conlleva "una gran afección para los vecinos", puesto que el contorno de protección de la ruta "creció de forma considerable" pasando a afectar a sesenta viviendas, en contraposición con las menos de veinte incluidas en el anterior trazado.
Defensa dos Camiños asegura que esta modificación se debe únicamente a la "especulación de la zona, con una gran agresión al patrimonio cultural de todo el mundo y todos los cabaneses".
Sus miembros están hartos de aguantar "argumentos inexistentes de grandes beneficios para el Concello y para los vecinos" sin que, por el momento, se haya observado una contrapartida por parte de los organismos implicados en la urbanización de las parcelas Q y T comercial del parque empresarial. Esta actuación fue desbloqueada el pasado mes de diciembre por la Consellería de Cultura al aprobar el cambio de un tramo de la ruta peregrina e informar de forma favorablemente el proyecto promovido por la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento (Sepes), paralizado desde el año 2008.
Fue la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural quien ordenó detener los trabajos por carecer de los permisos pertinentes de la Xunta, a lo que hay que añadir las múltiples críticas por parte de vecinos y dos asociaciones ecologistas: la Plataforma de Defensa dos Camiños y la Asociación Etnográfica e da Natureza Amigos e Amigas do Río Baa. Ambas solicitaron información sobre la obra en el parque empresarial al Gobierno gallego.
Además, la plataforma presentó una reclamación ante el Defensor del Pueblo, por considerar que el plan urbanizador significaría el aislamiento de la parroquia de Laraxe y dañaría gravemente el río Baa. También advirtieron de las consecuencias negativas en relación al tramo cabanés del Camino de Santiago.
Defensa dos Camiños no entiende por qué ahora se han variado los requisitos impuestos anteriormente por la Xunta ni tampoco comprende la "alegría" mostrada por el alcalde, Germán Castrillón, quien aseguró estar "muy contento" por devolver el Camino a su trazado histórico y por desbloquear los trabajos de ampliación del polígono. Los ecologistas reclaman información por parte de la Xunta, el Concello y Augas de Galicia y recuerdan que existe un expediente abierto del que no se conoce "ningún tipo de respuesta". Aseguran también que mantienen las exigencias impuestas por Patrimonio previamente a la decisión de dar luz verde a la urbanización de estas manzanas del polígono.
Porque la realidad de todo esto es que se sigue actuando contra las rutas jacobeas, como ya denunciaron hace semanas más de 80 Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago y otras entidades, al pedir que el Camino Francés pase a formar parte de la vergonzosa lista del Patrimonio de la Humanidad en Peligro, si no se revocan las agresiones aprobadas en distintas zonas y que afectan a un trazado preservado desde la Edad Media.
Este rechazo del mundo jacobeo a los gobernantes desinteresados por el Camino coincide con el peor momento de la imagen de los políticos a escala nacional, que de modo reiterado vienen apareciendo en las encuestas como el tercer problema que más preocupa a los ciudadanos españoles.

Camino Francés

Castrojeriz recuerda a S. Antón, patrón del Peregrino y amigo de los animales
Castrojeriz.- Cientos de personas se congregaron ayer, víspera de San Antón, en las ruinas del antiguo Convento y Hospital de Peregrinos dedicado a ese ermitaño en las proximidades de la localidad burgalesa de Castrojeriz, para celebrar por noveno año consecutivo la festividad de su patrón.
Como manda la tradición, no faltaron los animales ni su correspondiente bendición para dar continuidad a un rito que se celebra hace siglos en este mismo lugar.
Los actos en honor a San Antón comenzaron a mediodía con la celebración de la tradicional misa de campaña en los alrededores del que otrora fuese uno de los Hospitales de Peregrinos más importantes del Camino de Santiago. Al término de la Eucaristía el sacerdote bendijo, como también se hacía antaño, a los animales presentes, entre los que se encontraban cabras, conejos y perros, así como las campanillas y las cruces taus, símbolos por excelencia de los monjes antonianos, de San Francisco de Asís y de los templarios.
La celebración de este ritual se viene realizando en este espacio desde hace nueve años y cada año se suman más personas de toda España, según el concejal de Cultura de la localidad, Ovidio Campo.
Curiosidad y religión se dan la mano en una celebración que se realiza siguiendo «exactamente» la misma forma que la que llevaban a cabo los monjes antonianos hace siglos, gracias a un texto que recoge el ritual de la bendición antoniana, impreso en Madrid en 1745.
Fue el propio Campo, propietario del albergue de peregrinos habilitado en las ruinas de San Antón, quien lo mandó traducir del latín para poder aplicarlo hace cinco años.
El convento de San Antón -reconvertido en Hospital de peregrinos- fue fundado por el rey Alfonso VII –muy vinculado al Temple- en 1146 y acogió la casa principal en España de la orden de los Antonianos, una congregación dedicada a atender a los enfermos y peregrinos que padecían una enfermedad que generaba gangrena.
Esta comunidad fue suprimida a finales del siglo XVIII por Carlos III. La celebración de San Antón cobra desde hace algunos años una especial relevancia, ya que llena de vida un espacio que estuvo cerrado y abandonado durante doscientos años.
Como viene siendo habitual desde 2007, los actos contaron con un sencillo y emotivo homenaje a Julián Campo –pariente del concejal de cultura y del Presidente del Gobierno Regional castellano-leonés- y José Santino Manzano, peregrinos y voluntarios en los albergues de San Antón y San Esteban de Castrojeriz, fallecidos el 21 de agosto de 2006 en accidente ferroviario.
Los actos de este año estuvieron precedidos por la presentación de 'La Guía Secreta del Camino de Santiago', de Jorge González Paredes; un volumen que desgrana los tesoros de la Ruta Jacobea a su paso por la provincia burgalesa. A la presentación asistió el periodista Antxon Urrusolo, que ha colaborado en la obra junto con el también periodista Carlos Herrera y el escritor brasileño de best-sellers Paulo Coelho, entre otros.
El libro es una especia de cuaderno de bitácora en la que el autor intenta «exprimir cada kilómetro del Camino y no dejar pasar ninguna de las posibilidades que ofrece a los peregrinos que gustan de disfrutar de los grandes placeres de la vida», según se lee en su prólogo.
San Antonio Abad, o San Antón, de quien hoy se conmemora la festividad, fue un ermitaño egipcio al que se considera padre del monacato, como fundador del movimiento eremítico. De quien se dice que vivió 105 años. Su
Nacido en Alto Egipto, se cuenta que a los 20 años vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendo ascética y durmiendo en un sepulcro vacío. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a dirigir su vida espiritual en el desierto, más tarde se fue internando mucho más en el desierto, para vivir en absoluta soledad.
De acuerdo a los relatos de san Atanasio y de san Jerónimo, popularizados en el libro de vidas de santos Antonio fue reiteradamente tentado por el demonio en el desierto. La tentación de san Antonio se volvió un tema favorito de la iconografía cristiana, representado por numerosos pintores de fuste.
Su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos, a los que organizó en un grupo de ermitaños. Por eso se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana.
Su relación con los animales se basa en la leyenda de que al visitar a Pablo el Simple en Tebaida, descubrió que le alimentaba a diario un cuervo con un pan, y el ave dio la bienvenida a Antón regalándole dos panes. Además, a la muerte del anacoreta, Antón lo enterró con ayuda de dos leones y otros animales, lo que le convierte en patrón de los sepultureros y de los animales.
También se cuenta que en cierta ocasión se le acercó una hembra de jabalí con sus crías que estaban ciegas, en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Pero con el tiempo y por la idea de que el cerdo era un animal impuro se hizo costumbre de representarlo dominando la impureza y por esto le colocaban un cerdo domado a los pies, porque era vencedor de la impureza.
Además, en la Edad Media para mantener los hospitales soltaban los animales y para que la gente no se los apropiara los pusieron bajo el patrocinio del famoso San Antonio, por lo que corría su fama. En la teología el colocar los animales junto a la figura de un cristiano era decir que esa persona había entrado en la vida bienaventurada, esto es, en el Cielo, puesto que dominaba la creación.
La iconografia le representa con el hábito negro de la Orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, conocidos como Hospitalarios, que se pusieron bajo su advocación. La tau o la cruz egipcia vino a ser el emblema. Tras la caída de Constantinopla, las reliquias de Antonio fueron llevadas a la provincia francesa del Delfinado, a una abadía que años después se hizo célebre bajo el nombre de Saint-Antoine-en-Viennois. La devoción por este santo llegó también a tierras valencianas, difundida por el obispo de Tortosa a principios del siglo XIV.
La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna, venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de San Antón o fuego sacro o culebrilla. Se establecieron en varios puntos del Camino de Santiago, a las afueras de las ciudades, donde atendían a los peregrinos afectados.El hábito de la orden es una túnica de sayal con capuchón y llevan siempre una cruz en forma de tau, como la de los templarios. Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara. Su carne se destinaba a los hospitales o se vendía para recaudar dinero para la atención de los enfermos.

viernes, 14 de enero de 2011

Recodos del Camino


Año Santo

Carta del Papa por la clausura del Año Santo Compostelano

Vaticano.- El Papa Benedicto XVI hizo llegar al arzobispo de Santiago de Compostela (España), monseñor Julián Barrio, la siguiente Carta con motivo de la Clausura del Año Santo Compostelano, y que hizo pública ayer por la Santa Sede:
Al Venerado Hermano, Monseñor Julián Barrio Barrio,
Arzobispo Metropolitano de Santiago de Compostela
1. Con ocasión de la solemne clausura del Año Santo Compostelano de 2010, vuelvo a pensar con emoción en la Casa del Señor Santiago, que visité recientemente con hondo gozo interior. Deseo unirme a la acción de gracias a Dios por los dones que su bondad ha derramado en estos meses en la multitud de personas que han peregrinado a ese lugar santo con fe viva, renovando la firme adhesión al mensaje transmitido por los Apóstoles y viviendo con espíritu de conversión el encuentro con la misericordia y el amor de Jesucristo. Al saludar con afecto a los Pastores, religiosos, seminaristas y fieles congregados en esa circunstancia, evocando los inolvidables momentos que vivimos junto a la Tumba del Apóstol protomártir, quisiera dirigirles una palabra de aliento, para que los frutos de vida cristiana y de renovación eclesial cosechados copiosamente en el Año Santo impulsen a los que han llegado hasta Santiago de Compostela a ser testigos de Cristo Resucitado.
2. En efecto, en el camino, compartieron preocupaciones, esperanzas y desafíos con los hermanos que encontraron a su lado, buscando escuchar al Dios que nos habla y habita en nuestro interior para salir de sí mismos y abrirse a los demás. Al llegar al Pórtico de la gloria, los esperaba la majestad amorosa y acogedora de Cristo, a cuya luz el hombre puede hallar el auténtico sentido de su existencia y sendas para una convivencia pacífica y constructiva entre los pueblos. Bajo la mirada serena del Apóstol, renovaron su profesión de fe, entonaron su alabanza e hicieron humilde confesión de sus pecados. A la profesión de fe siguió la recepción del perdón en el sacramento de la Penitencia y el encuentro con el Señor en la Eucaristía.
3. Dicho encuentro no puede dejarlos indiferentes. Los peregrinos han de volver a sus casas como regresaron a Jerusalén los discípulos de Emaús, que conversaron con Jesús por el camino y le reconocieron al partir el pan. Gozosos y agradecidos fueron a la Ciudad Santa a comunicar a todos que había resucitado y se les había aparecido vivo. Se convirtieron así en mensajeros alegres y confiados del Cristo viviente, que es bálsamo para nuestras penas y fundamento de nuestra esperanza (cf. Lc 24,13-35). También ahora, al dejar Compostela tras haber experimentado el amor del Señor que nos ha salido al encuentro, se hará sentir el anhelo de cumplir el encargo del Apóstol Pedro: "Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere" (1 P 3,15). Ello requiere el propósito de fortalecer cada día más nuestra fe, participando asiduamente en los misterios de gracia confiados a la Iglesia y dando ejemplo efi
caz y concreto de caridad. No seremos testigos creíbles de Dios si no somos fieles colaboradores y servidores de los hombres. Este servicio a una comprensión profunda y a una defensa valerosa del hombre es una exigencia del Evangelio y una aportación esencial a la sociedad de nuestra condición cristiana.
4. Con estos sentimientos, quisiera ahora dirigirme en particular a los jóvenes, con quienes tendré la dicha de reunirme el año próximo en Madrid, para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. Los invito a dejarse interpelar por Cristo, entablando con Él un diálogo franco y pausado y preguntándose también: ¿Contará el Señor conmigo para ser su apóstol en el mundo, para ser mensajero de su amor? Que no falte la generosidad en la respuesta, ni tampoco aquel arrojo que llevó a Santiago a seguir al Maestro sin ahorrar sacrificios. Asimismo, animo a los seminaristas a que se identifiquen cada vez más con Jesús, que los llama a trabajar en su viña (cf. Mt 20,3-4). La vocación al sacerdocio es un admirable don del que se ha de estar orgulloso, porque el mundo necesita de personas dedicadas por completo a hacer presente a Jesucristo, configurando toda su vida y su quehacer con Él, repitiendo diariamente con humildad sus palabras y sus gestos, para ser transparencia suya
en medio de la grey que les ha sido encomendada. Aquí está la fatiga y también la gloria de los presbíteros, a quienes quisiera recordar con San Pablo, que nada ni nadie en este mundo podrá arrancarlos del amor de Dios manifestado en Cristo (cf. Rm 8,39).
5. Conservando en mi alma el recuerdo de mi grata estancia en Compostela, pido al Señor que el perdón y la aspiración a la santidad que han germinado en este Año Santo Compostelano ayuden a hacer más presente, bajo la guía de Santiago, la Palabra redentora de Jesucristo en esa Iglesia particular y en todos los pueblos de España, y que su luz se perciba igualmente en Europa, como una invitación incesante a vigorizar sus raíces cristianas y así potenciar su compromiso por la solidaridad y la firme defensa de la dignidad del hombre.
6. A la amorosa protección de la Santísima Virgen María, a cuyo corazón de Madre confió el Apóstol Santiago sus penas y alegrías, según venerable tradición, encomiendo a todos los hijos e hijas de esas nobles tierras y les imparto la Bendición Apostólica, signo de consuelo y de constante asistencia divina.
Vaticano, 18 de diciembre de 2010.
BENEDICTUS PP. XVI

jueves, 13 de enero de 2011

Camino de Celuloide

Camino Documentary Needs Pilgrims’ Help
You could say The Camino Documentary was born in May 2008 in León.
Lydia Smith, tired from a day’s walking on the Camino Francés, was having a massage and telling the masseur about her life in the film industry.
He said, why not make a documentary about the Camino?
“And I [said], oh no, I can’t do that,” Lydia tells me over the phone, more than two years into the making of the documentary. “I didn’t really think … I could capture it. It was so sacred and beautiful. It felt like too big of a deal.”
It didn’t make sense for her to do it since it would be too hard to raise the money, she decided. She had, after all, only produced one film independently and had sworn never to do it again. Her other films had been contracted by companies that already had funding in place.
But back home in Portland, Oregon, Lydia found she couldn’t get the idea of a Camino documentary out of her mind. And the more she thought about it, she says, the more she realized this was what she was supposed to be doing.
I do value [the Camino] as so sacred, and respect it. I’m bilingual—I lived in Spain for six years—so that gave me a huge plus, being able to interview all the hospitaleros and the experts on the Camino. So I decided to do it after I got home.
She chose to trust that the Camino and its pilgrims would help her find funding, and set to work.
And a year after the conversation that started it all, she interviewed David Casado Medina, the masseur who suggested the documentary, about physical side of walking.
Lydia went back to the Camino in spring 2009, this time as director of a documentary with a multi-national film crew in tow.
There were two main crews of four or more people that each kept track of about six pilgrims, and one cameraman who worked on his own. The pilgrims were given cell phones, but sometimes they weren’t sure which town they were in, so meeting up could be tricky.
Organizing and keeping track of everyone and everything was much more difficult than just walking the Camino, Lydia says.
[I had] the challenges of co-ordinating and being in charge of twelve people and trying to get free food and lodging, and not having very much money. It was really hard, and it made me really ache to be on the Camino myself.
She did get to walk part of the time, though. Her crew would usually find one of the pilgrims they were documenting in the morning, and walk with and interview the pilgrim. Then they would do the same thing with another pilgrim in the afternoon.
There were other ways that making the documentary reminded Lydia of walking the Camino herself.
I felt like everything was intensified on the Camino. When I was happy, I was super happy. When I was sad, I was super sad. And doing this film is like that.
And for Lydia, making the documentary, like walking the Camino, is all about the people she met along the way.
So how did pilgrims react to the documentary crew?
“Most people were really into it,” Lydia says. Twelve pilgrims agreed to be part of the documentary, and only one person she asked said no.
Having been a pilgrim herself, Lydia was careful to let the pilgrims have unfilmed experiences. The crews didn’t follow every pilgrim every day.
And, Lydia says, being followed by the documentary crews enhanced some of the pilgrims’ Camino experience.
The two older guys, Jack and Wayne, they talked a lot about how much they appreciated [being filmed], because every couple of days we’d check in with them, and say, ‘What are you doing? How are you doing?’ It made it much more of a reflective experience. They were really thinking, ‘Okay, how is this really affecting me? What is happening?’
And the rest of the pilgrims who participated?
“I think all of them really liked being part of it for sure,” Lydia says. “That part I felt really good about.”
One advantage to filming, as opposed to walking, the Camino is that it gave Lydia an opportunity to have good conversations with a lot of the people who really make the Camino work.
She spoke with the hospitaleros and other Camino experts, who make up what she calls the film’s “chorus.” In the finished film, they will provide information that comments on and helps to explain the experiences of the (likely six) featured pilgrims.
Hospitaleros don’t always have time to chat with every pilgrim who passes through, but many of them spoke on film with Lydia. A lot of them, she said, have given up their lives in other parts of Spain to devote their lives to the Camino.
There’s the famous people on the Camino, Tomás from Manjarin and Jato [from Villafranca del Bierzo]. But the thing is there’s so many more people that really have the soul of the Camino in their heart, and nobody really knows that much about them.
Lydia didn’t just interview people directly connected with the Camino. She also regularly interviewed her crew, and hopes to be able to produce a thirty-minute behind-the-scenes glimpse of what filming the Camino was like for them.
The crew, Lydia says, was made up of “really high-level professional people in the film industry” who agreed to a rate of just US $100 per day. Apart from Lydia, only one other crew member had walked the Camino, but the others either wanted to walk it, or just felt that the experience of being there would make up for the low wages.
Lydia says that walking the Camino and making a film about it are two entirely different experiences.
But [filming] it still touched people. You still get to touch some of what the Camino has to offer, [just] not in the same way.
Pedro Valenzuela, the director of photography, raved about the Camino after returning home to Chile. After hearing him talk about it and seeing the 23-minute version of the film, his wife left him with the kids and set off to Spain for her own two-week pilgrimage.
And as for the rest of the crew, Lydia says they got a lot out of it, too.
Most of them, they’ve said to me it was such a wonderful, amazing experience. And it was really important to me to try and create that for them.
When Lydia got home from her Camino, she had the same problem as many of us the rest of us: there’s no way to really explain the experience to friends and family. They just don’t get it.
But Lydia says The Camino Documentary has already helped pilgrims in that respect.
What people have told me is now with the [documentary] trailer, it’s something people can show, and say, ‘This is kind of what it’s like.’ You know that whole thing of people being so much kinder and generous with each other. It’s so hard to describe. But my intention is to be able to have a film that pilgrims can say to their family, ‘Look at this. This is what I experienced.’
Even more important for Lydia is what she hopes the documentary, which shows people of a wide variety of backgrounds and beliefs, says about living a life.
We each have to follow our own way, and have the courage to do that. Because it’s not always the easiest road. … And so my intention is really to create a film that inspires people to follow their hearts, and to really do what they feel their life’s purpose is.
And also my intention with this film is to really show that we each can do things in our own way. And just because you have a different way of doing something doesn’t make your way right or my way wrong or vice versa. [We need to] really learn to respect each other’s way of doing things, and not have to insist that we all do things the same way.
There are currently two versions of the film: the six-minute trailer you can see on the website, and a 23-minute version. But Lydia is struggling to raise enough money to produce a complete one-hour documentary.
The day I talk with her, she’s feeling discouraged. She’s just found out that the large grant she was really hoping for hasn’t come through.
Grant-wise, she explains, the project is in a funding hole. Foundations generally want to support documentaries on social issues, while corporations don’t want to be involved in anything that has spiritual elements.
And so Lydia sold her house back at the beginning of the project and has been working without pay for over two years. What funding there’s been has come from what she and her business partner have contributed, a few small grants, fundraising events, and many individual contributions.
About a dozen people are working for free, and just two people get paid—at a minimal $10 per hour.
There’s great footage, Lydia says, and a lot of people are really enthusiastic about the project. It’s the financial side that’s been causing the problems.
I do feel like I’m doing what I’m supposed to be doing. It’s really awakened in me my purpose. I guess I just never dreamed it was going to be this hard.
The struggle reminds her of Annie, one of the pilgrims she followed on the Camino.
She had all these fears of what was going to be hard for her. And what [she thought would be] hard turned out to be easy, and what she thought was going to be easy was hard.
Lydia herself didn’t have too many physical difficulties, but suffered at night, listening to the snoring in dorm rooms.
“So I think we all have different challenges,” she says.
For me, making the film itself has not been [the challenge]—I have great material. It’s just getting the money so I can pay people to help me put it together [that] has been the challenge.
The documentary has gone as far as it has, Lydia says, in large part because of pilgrims’ contributions.
There’s the German pilgrim who decided the six-minute trailer needed German subtitles, and volunteered to do the translation himself.
There’s the Mexican woman living in Spain who is determined to help raise funds.
And there are many more pilgrims who have volunteered their time to transcribe and translate footage.
“It’s people and fellow pilgrims that really give me the inspiration to go on,” Lydia says.
Because there’s times when I feel like I just can’t keep doing this. But it’s other people, it’s the pilgrims that give me the encouragement to keep moving forward.
Now, Lydia is asking for help in a more structured way. Yesterday, she and her team launched the Power of One campaign to ask for donations.
Anyone can donate any amount, and different levels of donation will have different benefits. (Check out The Camino Documentary‘s website for complete information.)
For example, for a US $25 donation, donors will get instant access to the 23-minute film, which introduces the pilgrims’ stories, and has some gorgeous Camino footage. $50 or more will let donors see the completed film upon its release.
Five percent of the money raised will be “given back” to the Camino, half of that to an albergue or other Camino non-profit, and half, through a video contest, to a pilgrim who wouldn’t otherwise be able to walk the Camino.
“If I can get 10,000 people to donate,” Lydia says, “then I’ll be able to make a film.”
Lydia figures she needs US $50,000 to $75,000 to get to a rough cut of a 60-minute documentary—and that’s with her continuing to work for free.
At the rough cut point, it will be basically a watchable film, but will still need work, like colour correction and proper sound. But with a nearly completed film, it should be easier to find a distributor who will pay for the film to be finished.
Then, Lydia hopes, the film will be available on DVD, and shown on various TV stations around the world.
Any money the film makes after its release will go toward paying the people who have been working for free, and then paying the film crew “a living wage, which [the amount they were paid] wasn’t.”
Visit The Camino Documentary‘s website to learn more, watch the six-minute trailer, and/or donate to the project.
You can also check out the Facebook page. Its many comments from pilgrims attest to the immense support the documentary has already received. And by “liking” the page, you can help Lydia show potential backers that lots of people (myself definitely included) are eager to see the finished film. (From Pilgrim Roads Blog)

Avisos para Caminantes

Ayudemos todos los peregrinos a terminar El Camino Documentary, de Lydia B. Smith

Queridos amigos peregrinos:
Desde hace tiempo, una peregrina y cineasta norteamericana, Lydia B. Smith, se ve impedida de terminar el que probablemente sea el mejor documental que se ha hecho hasta la fecha sobre el Camino de Santiago al haber agotado los fondos de que disponía para la postproducción.
De hecho Lydia empeñó el dinero que tenía para poner en marcha su proyecto, después de recorrer como peregrina el Camino y descubrir lo que tantos ya hemos descubierto caminando por nuestros senderos.
De alguna manera, el resultado de su trabajo es en el terreno documental lo que The Way, la película de Emilio Estévez, viene a ser en materia de largometraje.
Después de llamar sin mucho éxito a algunas puertas de entidades oficiales –incluso en España-, organizaciones religiosas, celebridades y cadenas de televisión, mucha gente del Camino le ha propuesto que intente reunir los fondos a partir de la solidaridad de los propios peregrinos, que suman varios cientos de miles. Uno a Uno, sumamos mucha gente.
La campaña –no sé bien de quién ha sido la idea de llamarla así, pero está muy bien pensado- se va a denominar el Poder del Uno, y es fácilmente identificable con el Camino. Porque nuestros senderos jacobeos se recorren con Un paso detrás de otro, porque en el Camino somos Uno y sin embargo no estamos solos, y porque si ponemos Un dólar o Un euro cada uno de quienes creemos estar en deuda con el Camino, es fácil que Lydia cuente pronto con los fondos precisos para terminar su documental, del que conocemos algunos trailers que nos dejan con “hambre” de ver todo el metraje y que supone el homenaje a la sirga compostelana que cualquiera de nosotros haría.
El Camino, al menos muchos lo vemos así, se basa en dar y más tarde recibir, como bien saben tantos hospitaleros y peregrinos.
Y como Lydia es una persona muy generosa, como corresponde a quien guardan un peregrino en su corazón, ha anunciado que un 5 por ciento del dinero que recaude a modo de donativos irá de vuelta al Camino, la mitad para ayudar a algún albergue o institución del Camino que lo precise, y la otra mitad para permitir recorrer la ruta jacobea a algún peregrino que en otro caso no tendría oportunidad de hacerlo. Un gesto muy hermoso.
La campaña ha comenzado el 1-1-11 y va a durar 111 días. El donativo mínimo debería ser de 1 dólar o 1 euro, que será agradecido por Lydia y su equipo como si fuese una fortuna, y a partir de 11 hay una escala de signos de agradecimiento que pueden consultarse en la página web http://www.caminodocumentary.org/get_involved.php y que pueden llegar hasta el punto de ser considerados productores de ese trabajo que estamos deseando ver.
También se ayuda dando publicidad a esta iniciativa en blogs y páginas web personales. Y como sucede en el Camino, toda la ayuda es buena.
¡Venga! ¡Ánimo! Todos tenemos un dólar o un euro y si los donamos veremos como se hace realidad el PODER DE UNO.
Más información en esta página: http://www.caminodocumentary.org/index.php.
También Facebook. http://www.facebook.com/photo.php?fbid=122462211155514&set=a.122462184488850.20666.100001752084192&ref=notif&notif_t=photo_reply#!/profile.php?id=1364782548.
El Correo del Camino se suma de todo corazón a esta hermosa iniciativa por su compromiso con los peregrinos. Sumando muchos Unos nos sentiremos más peregrinos. ¡Buen Camino!

martes, 11 de enero de 2011

Ruta de la Lana

Cuenca batió récords en el Camino en 2010

Cuenca.- Han sido cerca de mil –en concreto 927- los conquenses que han cumplido la peregrinación a Compostela en el Año Santo 2010 recién terminado, según los datos que obran en poder de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Cuenca.
La cifra supera ampliamente el número de peregrinos de otro año cualquiera, que ronda los 300 de media, y los 660 censados en el anterior Año Santo de 2004.
Los datos los facilita, Luis Cañas Salvador, vicepresidente de la Asociación, quien opina que “cada vez hay más interés entre los conquenses por hacer el Camino de Santiago”.
Del total de credenciales repartidas en Cuenca en 2010, 482 correspondieron a hombres y 445 a mujeres. Por edades, 206 peregrinos tenían hasta 21 años; 191 entre 21 y 30 años; 190 entre 31 y 40 años; 176 entre 41 y 50 años; 100 entre 51 y 60 años.
Además, 60 peregrinos eran de edades entre 61 y 70 años y 4 mayores de 70 años.
En cuanto al método escogido para peregrinar, la mayoría, 865, lo hicieron a pie y otros 62 en bicicleta. El Camino Francés, ha sido la ruta preferida por los conquenses. Del total 530 partieron desde algún lugar del Camino Francés, mientras que 242 lo hicieron por el Camino del Norte; 33 por el Camino de la Lana; 87 por el Camino Portugués; y 39 por el Camino de la Plata y Camino Sanabrés.
La Ruta de la Lana, que atraviesa la provincia de Cuenca y pasa incluso por la capital provincial, además de tener el atractivo de bellísimos paisajes, atrae el interés de un número creciente de conquenses. Es, además de una ruta de peregrinación jacobea, uno de los senderos de comercio más antiguos de España.
Según la tradición, la Ruta de la Lana arranca de la localidad conquense de Monteagudo de las Salinas, enlazando con el Camino de Santiago Francés en Burgos, después de cruzar tierras sorianas.
Además, según los datos de la Asociación jacobea conquense, en todos y cada uno de los meses de 2010, algún conquense solicitó credenciales para realizar el Camino.
Pero los meses con mayor número de solicitudes fueron mayo (119), junio (131), julio (283) y agosto (157). En la Asociación recomiendan que los mejores meses para recorrer el Camino son los de primavera y otoño. No así los de verano, cuando hay mayor afluencia de peregrinos y puede haber dificultad para encontrar un albergue disponible, además de que, a juicio de Luis Cañas, “la peregrinación pierde su esencia para convertirse más bien en un corre-calles”.
Según Luis Cañas, en 2010 se entregaron 33 credenciales a peregrinos que empezaron su Camino en Cuenca capital o alguno de los pueblos de la provincia, como Motilla del Palancar, Barchín del Hoyo o Villar de Olalla. Otros tantos peregrinos procedentes de Alicante o Albacete también cruzaron tierras conquenses para dirigirse a Santiago.
Del total de peregrinos de Cuenca, más de la mitad procedía de la capital, y del resto, uno de los grupos más numerosos fueron alumnos del Instituto La Hontanilla, de Tarancón.
Para muchos peregrinos, la de 2010 ha sido la primera vez que recorrían el Camino de Santiago, pero otros, repetían la experiencia. Y es que, como apunta Luis Cañas, “hay verdaderos coleccionistas de caminos” que disfrutan conociendo nuevas rutas y que son auténticos veteranos que se atreven a explorar nuevos senderos hacia Santiago con los riesgos que eso conlleva: nula señalización e inexistencia de albergues.
Lo que todos ellos tienen en común son, apunta Cañas, “las ganas de repetir”. Y es que, según dice, “lo más habitual suele ser hacer el camino corto desde Sarria a Santiago, y más tarde elegir un recorrido más completo”. Por ello, muchos de los conquenses que este año 2010 se han animado a conocer el Camino de Santiago, volverán a hacerlo más adelante desde un punto más alejado, creen en la Asociación.

lunes, 10 de enero de 2011

Editorial

Ahora el Camino

Las matemáticas de la peregrinación jacobea en este Año Santo recién concluido son cuando menos preocupantes desde el punto de vista del propio Camino y de los caminantes. Y naturalmente de los hospitaleros.
No parece que sea así desde la óptica de los políticos, sobre todo de los que mandan en Galicia, y de la jerarquía eclesiástica compostelana.
Unos y otra se frotan las manos mientras cuentan y recuentan el número de visitantes que se han dejado caer por Santiago con el reclamo del Xacobeo 2010. Porque esos visitantes, fuesen lo que fuesen, se han ido dejando distintas cifras pecuniarias, que a la postre es lo que parece interesar a los mercaderes. Su idea del éxito seguramente difiere de la de las gentes del Camino.
La verdad, lo vistan como lo vistan, es que los turistas se han acercado a Compostela por aquello de que no habrá otro Año Jubilar hasta 2021, pero no así los auténticos peregrinos. Seguramente tenían miedo de ser confundidos con los turistas y de sufrir las consecuencias de una pésima planificación en materia de acogida en tierras gallegas, que ha generado colas e incomodidad. Muchos se han quedado en sus casas o se han dirigido a rutas menos transitadas.
De una cifra que los cálculos oficiales sitúan por encima de los nueve millones de visitantes, sólo unos 270.000 (ni siquiera llegan a los trescientos mil), eran lo que pudiéramos considerar peregrinos, que son –y que nadie lo dude- la sal del Camino, de una ruta jacobea que aguanta después de muchos siglos y a pesar de las agresiones de todo género que se le propinan.
Lo demás eran turistas, por más que la televisión pública asegurase que nueve millones de “peregrinos” visitaron la tumba del Apóstol. Ser turista no es una vergüenza, pero confundir a los turistas con peregrinos sí que entraña un cierto insulto a la inteligencia.
Y lo peor del asunto es que de esos 270.000 peregrinos, sólo unos 38.000 empezaron su peregrinación en Roncesvalles y en cambio fueron la inmensa mayoría los que optaron por hacer el “Camino de mínimos”, es decir, desde Sarria, cubriendo los últimos 100 kilómetros que dan derecho a conseguir la Compostela. ¡Qué no se froten tanto las manos porque eso no es defender el Camino!
Con estos números, también hemos asistido a la paradoja de que, mientras en Galicia los albergues y alojamientos estaban a rebosar la mayor parte del año, en el resto del Camino se registraba una menor presencia de peregrinos que en cualquier otro año. Los hospitaleros de la mayor parte de las rutas pueden dar fe de ello. Galicia ha salido bien parada, si así lo quieren, pero no el Camino.
Y la verdad muchos no aciertan a explicarse cómo ha sido así, toda vez que en muchos sitios de Galicia se ha asistido al saqueo despiadado del bolsillo de los peregrinos o lo que fuesen, y en Compostela se ha llegado al atropello, si no ultraje, de obligar al peregrino, al de verdad, al que llega sudoroso y emocionado a su meta después de un notable esfuerzo, a prescindir en su Misa de la Catedral de sus atributos, la mochila o morral y el bordón. Casi de milagro no se les ha forzado a guardar en taquillas (ahí está el nuevo negocio catedralicio) la vieira o la calabaza. ¿No va a cambiar esa actitud? ¿O es que quieren que los peregrinos den la espalda al templo que guarda los restos del Apóstol o de que quien sea?
Pero concluido el Año Santo, que se empeñan en llamar Xacobeo por aquello de las marcas (y el comercio, naturalmente), llega la hora del Camino. Vamos a ver si este año y en los sucesivos se recupera de verdad la normalidad en las rutas jacobeas y se reducen a sus números normales los “turigrinos” y otras especies de visitantes compostelanos, todos ellos respetables, pero no peregrinos.
¿Será cierto que los peregrinos de largo recorrido van a volver a disfrutar de la autenticidad de su ruta? ¿O seguirán espantándoles a lo largo del recorrido con todo tipo de putadas? ¿Será que hay alguien que piense que no son tales las obras y más obras que siembran la sirga compostelana de campos de golf, nudos de autopistas, campos de aerogeneradores, etc., etc... Sobre todo por tratarse de un sendero que se había conseguido preservar bastante bien desde la Edad Media?
¿Qué son, si no se trata de putadas, los robos más o menos legales a que se somete al peregrino, los engaños, estafas, abusos, timos, y hasta acoso o agresiones en el caso de las peregrinas? ¿Qué otra cosa es vender guías que no se corresponden con la realidad u orientarles indebidamente?
Porque lo que se debe pensar es que el Camino de Santiago, todas las rutas que conducen a Compostela, no pueden convertirse en un parque temático –en el que parte de las atracciones son los propios peregrinos-, ni en producto turístico de marca, ni en rutas de senderismo o en cualquiera de esas alteraciones que amenazan con liquidar su auténtico atractivo, su verdad, que dirían algunos.
El Camino, y ahora es la hora de ese Camino, es un espacio propicio a la espiritualidad, al esfuerzo, a la generosidad, a la solidaridad, y naturalmente a la hospitalidad, conceptos todos estos que chocan frontalmente con los propósitos de quienes quieren sacar de él ingresos por turismo o hacer negocio.
Ya que, de otro modo, pretendiendo sacarle hasta la última gota, sólo conseguirán que los peregrinos se harten y el Camino caiga de nuevo en el letargo del que le sacaron gentes de buena fe, como Elías Valiña Sampedro.
La defensa del Camino requiere el esfuerzo de todos aquellos que verdaderamente se interesan por él: ciertas administraciones (una minoría), la mayor parte de las asociaciones de Amigos del Camino (no todas, lamentablemente), la gente de la hospitalidad y, más que nadie, los propios peregrinos.
Porque ahora, cerrada la Puerta Santa compostelana, lo que queda es el Camino, que pertenece a los peregrinos.

Retratos Peregrinos


Entrevistas Peregrinas

El delegado del Camino para la diócesis de Astorga dice que "se frivoliza y me da mucho miedo que el Camino pueda morir"

Ponferrada.- Nacido en Navianos de la Vega (León) hace 63 años, se ordenó sacerdote en 1971. Tras ejercer como párroco en El Barco de Valdeorras (Orense), en 1976 llegó a Ponferrada como organista de la Basílica de la Encina y como profesor de Música del Instituto Gil y Carrasco.
Al morir el entonces rector, Miguel Rodríguez, en 1983, Antolín de Cela le sucedió en el cargo, que sigue ocupando en la actualidad y que compatibiliza con el puesto de delegado del Camino de Santiago para la diócesis de Astorga y con la docencia. Entre otros reconocimientos, recibió el año pasado el título honorífico de monseñor de su Santidad y el Premio de Cultura 'Ciudad de Ponferrada' en 2006.
¿Cómo estaba el Camino de Santiago cuando usted llegó a La Encina en 1976?
El Camino en la modernidad estaba bastante muerto, tuvo un rebrote después de la Guerra Civil, cuando se puso un poco de moda, pero pronto volvió otra vez a las andadas. En 1976 pasaba por aquí un francés de vez en cuando, igual una vez a la semana, y españoles muy poquitos o ninguno. La peregrinación estaba prácticamente muerta y no había albergues, los que tenían dinero iban a un hostal y los que no, dormían en los pueblos en algún pajar. Se les acogía igual que a los pobres, con mucho cariño eso sí, se les daba incluso una sopa. Era un Camino que vivía de recuerdos de lo que había sido y tampoco tenía muy buena prensa.
¿En qué momento empezó a cambiar esta situación?
Fue poco a poco saliendo adelante a partir del año 80, algo fue cambiando, tal vez por los movimientos europeos y por la cultura que en aquel momento surgía de un mundo nuevo cuando el final del siglo XX ya se dibujaba. Creo que en ello tuvo mucho que ver Juan Pablo II, que no fue el que lo puso en marcha, de eso se encargaría la historia sola, pero sí lo promocionó. En el Año Santo de 1982 el Papa realizó su primera visita a España y estuvo en Santiago. Yo fui con un grupo de jóvenes. Se celebró un encuentro europeísta en la Catedral donde dio un discurso que caló muy hondo, en el que pedía a Europa que fuera fiel a sus raíces cristianas, las que le hicieron grande. Las televisiones de todos los países retransmitieron el discurso y mucha gente se enteró de que había un Camino que fue importante en otra época y que ahora estaba medio muerto. Después de eso, ya se empezó a ver más gente.
¿Qué hizo usted entonces?
Abrí el primer albergue en Ponferrada en 1983, en los bajos de la casa parroquial. Acogíamos a la gente con la mayor generosidad que podíamos y ellos si querían echar algo en la hucha lo hacían. No había entonces ningún albergue desde Astorga hasta aquí, así que escribí en el Diario de León que hacía falta alguno porque era mucho trayecto para hacerlo en un día. Recibí una carta desde Londres de una asociación inglesa que decía que tenían ahorrado un millón de pesetas y que si encontraba una casa por aquí los invertirían en un albergue. Encontré en Rabanal la casa del cura que estaba caída y de ahí salió el albergue de la Confraternity of Saint James.
¿Por qué decidió abrir el albergue?
Tuve una corazonada y supe interpretar los signos de los tiempos. A mí me parecía que la ruta jacobea estaba tomando una buena dirección, que se pondría al rojo vivo. Yo creía en el Camino, que sería importante a nivel religioso, cultural y social para Ponferrada y para todo el territorio que atravesaba, y para la iglesia, claro. Luego llegó un momento en el que vi que no podía seguir en la casa parroquial porque se utilizaba también para las catequesis y para las reuniones de todos los grupos de la parroquia, y lo saqué a un caserón que había cerca de la iglesia de San Andrés, frente al castillo, que era de un persona mayor que nos lo cedió. Con el tiempo abrieron una calle ahí y el Ayuntamiento expropió la casa, y otra vez nos quedamos sin albergue. Entonces encontré un peregrino suizo que puso más de 20 millones de pesetas y el resto la parroquia, y el proyecto el Ayuntamiento, y construimos el actual albergue, muy bonito, que es el más grande del Camino.
¿Qué opinaba la gente de la ruta jacobea hace 30 años?
Hay que saber interpretar el Camino, hay quien le pide lo que no puede dar, como a las personas. Hay sacerdotes que quieren que todo el que venga por el Camino sea un santo y no es así porque la vida no está hecha de santos, está hecha de santos y de demonios, y el Camino es lo que es la vida. Muchos dudaban entonces de los peregrinos porque decían que era turismo barato, había mucha gente que no creía en la ruta.
¿Cómo evolucionó?
Fue una evolución rápida, de muy poco movimiento se pasó pronto a un movimiento serio. Yo creo que tuvo que ver de nuevo el Papa Juan Pablo II, que vino en 1989 por segunda vez a Santiago para clausurar la cuarta Jornada Mundial de la Juventud. Estuvimos 600.000 jóvenes en el Monte del Gozo, entonces lo nunca visto. Esa fue la bandera más grande y el pistoletazo de salida del Camino. No hizo el milagro porque el milagro lo hizo la sociedad, la cultura, la espiritualidad y la necesidad del hombre de encontrarse consigo mismo, un hombre descreído, que parece que no cree en Dios ni en él ni en nadie, pero que necesita espiritualidad, salir de si mismo, viajar a otros sitios, hacer algo. Pero el Papa ayudó mucho porque su segundo viaje a España tuvo un efecto multiplicador, a partir de ahí la ruta se puso de moda y no había quien lo detuviera. Luego fueron surgiendo las asociaciones de amigos del Camino de Santiago.
¿Qué papel desempeñaron las asociaciones en esta recuperación?
Fueron las que poco a poco dinamizaron el territorio, arreglando los caminos, protestando si un ayuntamiento no hacía las cosas bien, quitando la basura, etc. La primera fue la del Cebreiro, creada por su cura, Elías Valiña, y la segunda fue la de Ponferrada. Yo fui uno de los pioneros, nos juntamos un grupo de amigos y citamos desde el periódico a todo el que quisiera colaborar. Nos reunimos en la parroquia y nombramos a un médico de Santiago, el doctor Bacariza, como primer presidente.
¿Cómo ve el Camino de Santiago en la actualidad?
Hoy ya no es un Camino, se debe hablar de los Caminos de Santiago. El Francés es el más famoso y está lleno, puede casi morir de éxito. Por eso se han avivado otros caminos que llevaban muertos muchos siglos, como la Ruta de la Plata, el Mozárabe o del Madrid. Aunque de manera desigual, porque el Francés sigue teniendo mucha más gente que los otros, los Caminos de Santiago están en uno de los momentos más importantes de su historia, es más, yo creo que conforman hoy el foro cultural y religioso más importante de Europa.
¿Y su situación en Castilla y León?
Creo que la Junta ha actuado bien en el Camino de Santiago, hizo arreglos a tiempo, señalizaciones, caminos paralelos para sacar la ruta de la carretera y áreas de descanso con papeleras. Ha hecho también controles en los albergues que son buenos porque dan buena imagen y los dignifican, ha realizado convenios con los obispados para abrir las iglesias... No hay que olvidar que el Camino vertebra la Comunidad y ayuda a frenar la despoblación.
¿Qué supone para usted el Camino de Santiago?
Yo he hecho dos veces el Camino, una desde Puente la Reina (Navarra) solo y otra desde Astorga con un grupo de jóvenes. Fueron experiencias muy bonitas y positivas porque ser peregrino supone siempre un encuentro con uno mismo, mientras caminas no tienes muchas ganas de hablar porque te cansas y tienes muchos momentos para pensar en tu vida, es el camino interior que vas recorriendo. También es un encuentro con los demás, con gente de muchos países. En el Camino se hacen los mejores amigos, se recuerdan siempre. Creo que es además una oportunidad para encontrarse con Dios porque creer cuando la vida te trata bien es fácil, pero cuando uno está molido y se siente indefenso se encuentra más propenso a abrirse al misterio de la trascendencia. El Camino es la vida, es también la miseria humana, la demostración de que no hace falta tanto para vivir porque allí te pesa todo. Al final lo que importa eres tú, tus amistades y las cosas que amas, vamos por la vida amontonando cacharros y no hace falta tanto.
¿Qué balance hace del Año Santo Jacobeo?
Durante 2010 en el albergue de Ponferrada ha habido ligeramente más peregrinos que en 2009, de los 30.018 de entonces a algo más de 32.000 el año pasado, un 7 por ciento más, y en Burgos dicen que incluso peor, mientras que en Santiago han entregado 271.000 compostelas, la cifra más alta de la historia. Esto quiere decir que el hombre contemporáneo tiene menos tiempo y el tiempo es además algo que se valora mucho, tener hoy un mes para hacer el Camino es una cosa de ricos. Esto hace que haya mucha gente que lo comience en Astorga o Ponferrada y otros muchos que lo hacen por tramos en dos o tres años, según sus posibilidades. Y existe además un fenómeno que indica poco esfuerzo porque cada vez hay más personas que se acercan más a Galicia. Hay una cierta laxitud en Santiago dando la Compostela.
¿Le preocupa que tanta gente pueda acabar con la esencia del Camino?
Me da mucho miedo que el Camino muera porque cada día existe una frivolización y una comercialización mayor de la peregrinación, el hecho jacobeo muchas veces se despoja de su sentido religioso, se queda en una cosa turística y comercial. El que se echa al Camino es por algo, no es sólo por ir de vacaciones porque se va mejor a Torremolinos que andar todos los días 30 kilómetros sudando la camiseta. Quiero pensar que existe siempre una búsqueda, pero está quedando muy difuminada y tengo miedo de que el Camino se convierta en una feria. La iglesia está haciendo lo que puede para que no se pierda ese hálito religioso, pero hoy en día está bastante empobrecida y no tenemos mucho que ofrecer.
¿Cómo ve el futuro del Camino teniendo en cuenta que no hay un nuevo Año Jacobeo hasta 2021?
Creo que de momento la peregrinación seguirá, a qué ritmo no lo sé, posiblemente no sea tan intensa como en la actualidad pero hay que ver qué pasa sin años santos, que suelen ser la cumbre, aunque ahora más o menos todos los años son iguales. La peregrinación está llegando a países que antes no estaban en ella, como Italia, América, y el Este y el Norte de Europa, y eso es imparable. Todo esto me hace pensar que no va a descender, aunque tal vez sería bueno que bajara un poco para recuperar ese sentimiento religioso, pero también sería triste. Eso lo hará la historia, cuando se abusa del Camino es verdad que también se paga.

Recodos del Camino


Perros, burros y caballos van a Santiago con Planeta Animal
Madrid- Para los que todavía no hayan hecho lista de propósitos de 2011, en la asociación Planeta Animal ofrecen un amplio elenco de posibilidades solidarias. Desde contribuir con ideas propias hasta donar un euro para patrocinar a un burro que realizará el Camino de Santiago, cualquier buena intención es bienvenida para promover el respeto por los animales.«La clave de este 2011 será la educación», explica Johana Mayrhofer, presidenta de la asociación. El objetivo de Planeta Animal es llegar a la raíz del problema y fomentar la convivencia con los animales, por ello ven en los niños la base para crear un futuro mejor.
El proyecto sobre Protección Animal que tienen entre manos es a nivel nacional y cualquier colegio que esté interesado puede pedir el material educativo. «Lo han elaborado psicólogos de PRODA (Asociación de Profesionales para la Defensa de los Animales) para alumnos de infantil, primaria y secundaria», cuenta orgullosa Mayrhofer, quien además indica que «es muy fácil de utilizar y lo pueden descargar de nuestra web o pedirnos el CD. Lo importante es que ellos mismos descubran por qué un animal puede llegar a sufrir». Mayrhofer se dio cuenta de que en España las protectoras y los refugios de animales estaban demasiado ocupados recogiendo animales y cuidándolas, por ello decidió hacer una labor más de concienciación, muy importante para evitar, por ejemplo, los más de 130.000 abandonos de animales que se producen cada año. Otra alternativa es hacer el camino de Santiago. Durante seis semanas, cualquiera puede acompañar a los animales de Planeta Animal desde Sevilla hasta Santiago de Compostela. «Uno se inscribe por semanas, es una manera de hacer turismo responsable en España en compañía de seres vivos. El cuerpo está tan agotado que la mente puede reflexionar, es muy especial».
La gente que ya les ha acompañado en anteriores ocasiones repite, e incluso corre la voz, por eso este año ya se han apuntado futuros peregrinos de Austria, Alemania y hasta una señora de Tanzania. «Estamos intentando buscarle un patrocinio para pagarle el viaje hasta aquí, ella es la presidenta de una asociación de animales en África (TAPO), y sería genial que nos pudiera acompañar para conocer también la situación en su país».Aunque Mayrhofer recomienda sobremanera la experiencia y recuerda que todavía quedan vacantes, para los que quieran acompañarles de una manera menos cansada también hay opciones. «Las empresas pueden cambiar patrocinios por publicidad en nuestros remolques de perros, burros y caballo, también vamos a llevar banderas en las que se puede poner el logo y estamos abiertos a distintas propuestas». Este año, cumplir los propósitos está más adaptado que nunca.
Acaban de estrenarlo en su web (www.planeta-animal.org). Se trata de una divertida y sencilla forma de colaborar. Cuatro de los burros que les acompañarán en el Camino de Santiago desde Sevilla van a recorrerlo también virtualmente. Con cada euro que se done, el burro avanza un kilómetro en el mapa con la ruta marcada .
Otra opción es colaborar para sorprender a alguien. En ese caso, por 50 euros uno de los burros hará el camino de Santiago en su nombre. «Los bonos regalo son geniales, siempre estamos buscando maneras para que la gente pueda ayudar», cuenta Mayrhofer, que tiene una dedicación a la causa más que sorprendente.

Año Santo

El cordobés Antonio Godoy, de 64 años, peregrinó cuatro veces a Santiago en 2010
Córdoba.- La primera vez se planteó el Camino como reto. Su hijo mayor propuso a Antonio Godoy hacer el Camino a sus 63 años y "me entró un subidón de este que te entra cuando tienes ganas de hacer algo", afirma.
Con esta partida comenzó una aventura que ha llevado a este cordobés a peregrinar cuatro veces en el último año, una en cada estación, aunque Antonio asegura que no lo había planeado para que sucediera de ese modo. Cada una de las etapas llevó a la siguiente y el deseo de superarse le condujo a andar el Camino en tantas ocasiones en un Año Jubilar.
En el primer viaje Antonio necesitó ayuda de su hijo en uno de los tramos. Al llegar a O Cebreiro la salud le restó fuerzas y su primogénito tuvo que portarle la mochila. A punto estuvo de llamar a un helicóptero para que le atendiese, pero el veterano se empeñó en continuar.
La casualidad también quiso que en su recorrido encontrasen un incendio y el hijo de Antonio, que es bombero, ayudó a los vecinos de la zona. "Mi hijo retiró bombonas de butano" y contribuyó a que los daños fuesen menores, por lo que al día siguiente la prensa local hablaba del bombero de Córdoba, recuerda.
A pesar de la propuesta de su hijo de dormir en hoteles, tras conocer a dos madrileños y un coreano que hacían el Camino "yo quería ver lo que era un albergue y me encantó". En los viajes posteriores los trabajadores del lugar le preguntaban si se había quedado a vivir en la zona.
La dificultad del primer peregrinaje motivó a este cordobés a plantearse realizar un segundo peregrinaje en solitario antes de cumplir los 64 años, en abril, porque "la primera experiencia fue más que maravillosa". Antonio precisa que "mi familia no quería dejarme ir en un primer momento, porque tengo mucho medicamento encima", pero ahora "está muy contenta".
Tras haber sufrido problemas serios de salud el peregrino asegura que "volver a sentirte persona es algo grande". Y tan bien se encontró que se propuso realizar un nuevo recorrido en verano para llegar a Finisterre, donde algunos apuntan que se encuentra el verdadero final del Camino. Una afección de la garganta le hizo volver a Córdoba cuando llegó a Santiago, pero "me propuse hacerlo por cuarta vez, en otoño. Con esto he visto los árboles de todos los colores", asegura emocionado.
Antonio no pudo cumplir su deseo de quemar las zapatillas y la ropa al llegar a Finisterre, lo prohibieron por seguridad, aunque añade que "no puedo explicar la satisfacción que tuve, estaba que no cabía en el cuerpo". Esta aventura es un paso más de la vida de este cordobés, que manifiesta que ha sido ebanista y batería de profesión, y ha acompañado a artistas como Ana Belén y Víctor Manuel, pero "eso fue hace mucho tiempo".

martes, 4 de enero de 2011

Camino Portugués

. Carmelitas disponibilizam instalações de apoio aos peregrinos

Lisboa.– A Comunidade dos Carmelitas Descalços de Viana do Castelo vai começar a disponibilizar, a partir da Primavera, parte das suas instalações para dar apoio aos peregrinos que percorram o Caminho da Costa até Santiago de Compostela.

De acordo com um comunicado da congregação religiosa católica, o Albergue de Peregrinos São João da Cruz dos Caminhos, situado à saída da Ponte Eiffel, vai funcionar com duas valências.

Em regime de donativo, os peregrinos credenciados poderão usufruir de uma pequena camarata com 12 camas; em regime de pagamento e com aviso prévio, vão poder usar quartos com casa de banho privada, com capacidade para 50 pessoas.

O «Caminho da Costa», um percurso que começa no Porto e percorre o litoral do país, é uma das seis alternativas que os peregrinos portugueses têm para rumar até à cidade galega, onde, segundo a tradição, está sepultado o apóstolo São Tiago, um dos doze discípulos de Jesus Cristo.

O Albergue de Peregrinos São João da Cruz dos Caminhos, inaugurado em Dezembro último, funciona com horário de entrada às 14 horas e de saída às 9 horas. As instalações estão também disponíveis para os peregrinos que se desloquem a pé até ao Santuário de Fátima,

Para inscrições prévias, os interessados deverão contactar o número de telefone 258 822 264 ou fazer o pedido via e-mail, em Viana@carmelitas.pt ou albergue@carmelitas.pt

sábado, 1 de enero de 2011