Rebelión de las asociaciones del Camino de Santiago contra el tasazo de la Iglesia a los peregrinos
La justificación oficial de la Iglesia es que necesita recursos para poder mantener la Oficina de Acogida al Peregrino de Santiago de Compostela, ya que asegura que es muy cara y que no cuenta con suficientes fondos. Los dos euros de la tasa que ahora imponen a los caminantes pueden ser muy golosos. El año pasado, completaron la Ruta Jacobea y consiguieron la Compostela alrededor de 260.000 personas. A dos euros cada una, la Catedral superaría el medio millón de euros de ingresos extra. Desde Asturias, partieron 10.627. Eso supone que con el precio que quiere imponer, el Principado aportaría más de 21.000 euros. En total, los caminos del norte sumaron 27.297 caminantes.
Poco margen ha dado la Iglesia gallega a la negociación. La acreditación oficial comenzará a expedirse en abril, es decir, dentro de un mes. Los voluntarios de las asociaciones aseguran que el tono de la carta era "fuerte e, incluso amenazante". Esa actitud ya se ha traducido en algunos desafíos. El Obispado de Lugo ha asegurado que entregará su propio diseño de credencial. El Arzobispado de Santiago ya ha respondido, a través de la Oficina de Acogida al Peregrino de Santiago de Compostela, que rechazará a todos los peregrinos que lleguen con esa documentación, aunque hayan cumplido todos los requisitos para recibir la Compostela.
Esta amenaza no amedrenta a la Agrupación del Norte de las asociaciones del Camino, que todavía no ha recibido ninguna respuesta. Estos colectivos mantendrán el modelo actual y no pondrán ningún precio, lo dejarán a criterio del peregrino, en calidad de donativo. En el caso de Asturias, distribuyen una credencial emitida distribuida de forma gratuita por la Consejería de Cultura del Principado. José Luis Galán, el presidente de la asociación Astur-Leonesa, que gestiona el albergue de Oviedo, señala que ese documento está reconocido por la federación nacional de amigos de la Ruta Jacobea y que lleva funcionando desde un congreso celebrado en los años 80 del siglo pasado. Laureano García, por su parte, califica el cambio de sistema que quiere imponer la Iglesia de "poco ético".
Su decisión es firme. Consensuaron su postura hace unas semanas, en una reunión celebrada en Cadavedo, y no piensan retroceder. Así se lo explicarán al deán de la Catedral de Santiago si finalmente se aviene a recibirles. "El problema lo van a tener ellos, no nosotros. Será su oficina la que tenga que dar la cara y explicar a los peregrinos por qué no les dan la Compostela", explica el portavoz de la Agrupación del Norte. "No queremos que el Camino sea objeto de negocio. No entendemos que alguien tenga que comprar la credencial para empezar una ruta que tiene otro sentido", añade José Luis Galán.