domingo, 21 de junio de 2009

Célebres Peregrinos

La fotógrafa Ann Howley completa el Camino y promete libro
Santiago.- La fotógrafa americana Ann Howley, de 51 años, conoció la existencia del el Camino de Santiago gracias a una compatriota, la actriz Shirley MacLaine, que recogió su experiencia jacobea en un libro. Esta viajera empedernida, que ha recorrido medio mundo con su cámara a cuestas, necesitaba reflexionar sobre su vida y pensó que donde mejor podía hacerlo era en el Camino de Santiago. Así que, recién llegada de Laos y Vietnam, cogió sus botas y su mochila y desembarcó en Roncesvalles dispuesta a vivir la aventura de la Ruta. Tras llegar a Compostela ha decidido que recogerá sus mejores fotografías del Camino en un libro.
_ ¿Por qué decidió hacer el Camino de Santiago?
_ Necesitaba hacer una evaluación interior y espiritual de mi vida. No sé por qué, pero sentí esa necesidad. Era algo que me hacía falta en este momento.
_ Usted no es católica, ni pertenece a ninguna religión. ¿Su familia entendió su decisión de venir a España de peregrinación?
_ No, nadie lo ha entendido, a pesar de que les dije que era algo que tenía que hacer. En los Estados Unidos casi nadie conoce la Ruta Jacobea y la mayoría de la gente no comprende lo que significa el Camino.
_ Y ¿cómo supo usted de la existencia del Camino?
_ Leí en un periódico que la actriz Shirley MacLaine lo había hecho. Después, me leí su libro, hablé con más gente que había peregrinado, y decidí lanzarme a la aventura.
_ ¿Le ha gustado la Ruta Jacobea?
_ Sí, mucho. Para mí lo mejor ha sido caminar tanto. He estado muchísimo tiempo andando sola y he podido pensar sobre mi vida, que era mi objetivo.
_ ¿Ha caminado todo el tiempo sola, sin compañía?
_ Sí, la mayor parte del trayecto he estado sola.
_ Y después de haber tenido tanto tiempo para pensar ¿ha cambiado en algo su vida tras hacer el Camino de Santiago?
_ Sí. Yo pienso que bastante, pero todavía acabo de terminarlo y aún no se aún hasta qué punto.
_ ¿Qué sintió al llegar a la plaza del Obradoiro?
_ Algo muy especial, aunque no llegué a llorar.
_ Usted se dedica a hacer fotografía artística ¿Ha aprovechado para captar imágenes de su recorrido?
_ No he podido hacer todas las fotos que hubiera querido, porque se me rompió la cámara a mitad del Camino. Además, cuando planeé este viaje, decidí que quería centrarme sólo en hacer fotos sin estresarme, es decir, quería olvidarme de que me gano la vida con esto.
_ ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Cómo se rompió su cámara?
_ Realmente, no vi lo que pasó, porque llevaba mi cámara en la mochila, y no sé lo que ocurrió.
_ ¿Y qué piensa hacer con las fotos que ha hecho del Camino?
_ Creo que las voy a recoger en un libro.
_ Ann Howley no para de recorrer el mundo con su cámara. Ha estado en África, Asia, América del Sur, la Antártida, etc, pero ¿cómo se hizo fotógrafa?
_ Durante un viaje que hice en 1995 a África descubrí mi amor por la fotografía. Me llevé la cámara de mi hermano, que no tenía ni idea de cómo se usaba, y no fui capaz de hacer ni una sola foto decente, pero me aficioné a la fotografía. En mi cuarenta cumpleaños, una amiga me regaló una Canon SLR y comencé a viajar con la cámara. Celebré el primer año de vida de mi Canon subiendo al Kilimanjaro, y al año siguiente me fui al campamento base del Everest.
_ ¿Fue ahí cuando se hizo fotógrafa profesional?
_ No, aún tarde un tiempo en decidirme. En el año 2003 me compré mi primera cámara digital y viajé hasta el Ártico para hacer fotos de los osos polares, y después a la Antártida para fotografiar a los pingüinos. Fue al año siguiente cuando me atreví a dar el salto y me convertí en fotógrafa profesional, dejando atrás el trabajo que curiosamente durante veinticinco años me permitió viajar, y comprar mi equipo fotográfico.
_ ¿Se arrepiente de haber dado ese giro a su vida?
_ No, para nada. Ahora soy plenamente feliz y lo volvería a hacer de nuevo.

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