La Catedral va a estar rodeada de andamios hasta el año 2021
La fachada catedralicia de la plaza da Quintana
estará en obras a partir del año próximo, con el coniguiente andamio en
el entorno. Será una de las primeras actuaciones, junto con la
restauración del cimborrio, que seguirán a las de la fachada frontal. El
proyecto estará hecho en el primer trimestre del 2016 y listo para su
contratación y listo para su contratación y ejecución. La obra vendrá a
acondicionar la fachada, con un palpable deterioro y presa de los
hierbajos. La intervención supondrá un coste que ronda los 400.000
euros.
Por su parte, también entrará en escena el proyecto
de restauración del cimborrio. Esta obra está en proceso de
adjudicación, trámite que puede llevarse a cabo en este caso, aunque no
en el proyecto de la fachada de la Quintana porque no está aún
constituida la comisión institucional encargada del proceso. Según el
director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, es cuestión de días
que se formalice.
Entretanto, este proyecto de A Quintana está en fase
de elaboración definitiva a la espera de los informes correspondientes.
En lo que atañe al cimborrio, con un coste de 900.000 euros, Lorenzo
prevé que las obras se inicien en el mes de febrero.
Donde los andamios seguirán por tiempo indeterminado
es en la fachada principal. Aparte de la intervención en la parte
central, seguirán los trabajos en la torre sur. La Fundación se ha
encontrado con un problema más grave de lo que imaginaba y es necesaria
la redacción de un nuevo proyecto porque son necesarias actuaciones
distintas para atajar los males que padece la torre. «Hay que hacer una
modificación importante», dice Lorenzo.
En su ánimo está que las obras de la Catedral se
efectúen con el máximo cuidado porque «son delicadas y requieren
tiempo». Y en ese sentido habrá trabajos y andamios «todo el tiempo que
sea necesario».
Ello quiere decir que, inevitablemente, tanto el
exterior como el interior de la Catedral van a estar llenos de andamios
hasta el año 2020, que es cuando se supone que debe estar la basílica a
punto para recibir las riadas de peregrinos. Y estas estructuras siempre
son polémicas porque ocultan la bellelza del templo.
Recuperación y conservación
«Benditos andamios. Sería malo si no los hubiera»,
dice Daniel Lorenzo, ya que a su juicio esos elementos indican que la
basílica se está recuperando y valorando. «En el año 2016 va a haber
muchos andamios, y en el 2017 aumentará el volumen de andamios», agrega
Lorenzo, quien resalta que habrá obras, como la del cimborrio, que van a
durar quince meses, es decir, que «si empiezan en febrero se irán a la
entrada del 2017».
Este año las cifras de peregrinos se incrementaron
respecto al año anterior y el director de la Fundación cree que la
presencia de andamios «no se notó» ni, según señala. «Los visitantes no
tienen las prisas que tenemos nosotros y entienden perfectamente la
situación», resalta.
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