El Papa peregrino en Compostela
Santiago.- El papa Benedicto XVI cumplió hoy un viejo deseo de ser peregrino en Compostela, a donde llegó con su mensaje europeísta y proclamó que la Iglesia sirve a la verdad en una eucaristía oficiada junto a 100 prelados españoles y unos 600 sacerdotes en la Plaza del Obradoiro, la meta de quienes recorren el Camino de Santiago.
El Papa ha cumplido en Santiago todos los ritos que llevan cumpliendo desde hace muchos siglos miles de peregrinos cada Año Santo: Traspasar la Puerta Santa de la Catedral compostelana –ataviado con una esclavina peregrina-, abrazar la imagen del Apóstol y visitar la cripta donde según la tradición reposan sus restos.
El Papa ha cumplido en Santiago todos los ritos que llevan cumpliendo desde hace muchos siglos miles de peregrinos cada Año Santo: Traspasar la Puerta Santa de la Catedral compostelana –ataviado con una esclavina peregrina-, abrazar la imagen del Apóstol y visitar la cripta donde según la tradición reposan sus restos.
“En este Año Santo Compostelano, como Sucesor de Pedro, he querido yo también peregrinar a la Casa del Señor Santiago, (…) para confirmar vuestra fe y avivar vuestra esperanza, y para confiar a la intercesión del Apóstol vuestros anhelos, fatigas y trabajos por el Evangelio”, ha dicho en el templo.
Después, el Papa admiró el espectacular “botafumeiro”, uno de los símbolos que la catedral mantiene desde hace 450 años. El nombre de este enorme incensario significa “esparcidor de humo”. Sólo se usa en las ceremonias más solemnes de la catedral. Pesa unos 50 kilos y mide metro y medio de altura. Aunque es de uso litúrgico, en la antigüedad servía también para mitigar el mal olor producido por el sudor de los peregrinos.
En su breve visita de peregrino de la fe, el Papa ha dicho en la homilía de la Plaza del Obradoiro, ante los Príncipes de Asturias y diversas autoridades políticas y religiosas que "es necesario que Dios vuelva a resonar sobre los cielos de Europa", porque a su juicio, "es una tragedia que en Europa, especialmente en el siglo XIX, se difundiese que Dios es el antagonista del hombre, el enemigo de su libertad".
Benedicto XVI ha subrayado las raíces cristianas del Viejo Continente, al que ha hecho un llamamiento para que regrese a la fe y se aleje del consumismo y el pecado: "Europa debe abrirse a Dios sin miedo". También ha hecho otro llamamiento a los países más ricos, para que ayuden al desarrollo de los menos favorecidos al pedir que "la Europa de la tecnología debe ser la Europa abierta a la fraternidad con otros continentes".
Al darle la bienvenida en el aeropuerto santiagués, el Príncipe de Asturias, en representación de los Reyes y de todos los españoles, ha destacado el compromiso "con la paz, la libertad y dignidad del ser humano" del Papa y ha ensalzado la importancia del Camino de Santiago y del Año Compostelano. "Un gran camino de encuentro y diálogo que recorre Europa, un gran símbolo de solidaridad y unidad que nos invita a superarnos y a alcanzar retos", ha subrayado don Felipe.
Benedicto XVI ha agradecido el recibimiento de los Príncipes asegurando sentir "una profunda alegría de estar en España, que ha dado una gran cantidad de santos como Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola o San Juan de la Cruz". Luego, en la catedral, ha abrazado al Apóstol "como un peregrino más". Tanto es así, que se ha revestido con la tradicional capa marrón.
Después de nueve horas en Compostela, el Papa ha viajado a Barcelona donde el domingo va a inaugurar el templo de la Sagrada Familia, obra del famoso escultor católico Antonio Gaudí, algunos de cuyos más célebres inmuebles se pueden visitar en localidades del Camino, como León o Astorga.
De todas formas, antes de aterrizar en España, en pleno vuelo desde Roma, ha hecho unas declaraciones que han sorprendido al gobierno socialista al llamar la atención sobre el hecho de que “en España hay un anticleralismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años. Y ese enfrentamiento, disputa, entre fe y modernidad ocurre también hoy de manera muy vivaz ", ha dicho, y de ello se ha hecho eco la prensa española y extranjera.
Benedicto XVI ha manifestado que es España necesita una "una reevangelización" y una búsqueda de un "lugar de encuentro entre fe y laicidad".
Esa declaración se produjo en vuelo, mientras el presidente del Gobierno, en vez de acudir a recibir al Papa, se marchaba a Afganistán en un gesto criticado por lo que supone de desaire al Pontífice cuando acude como peregrino al Camino de Santiago. Ese mismo gobernante, José Luis Rodríguez Zapatero, de ostentoso comportamiento laico, saludará brevemente al Papa en el aeropuerto de Barcelona antes de que regrese a Roma.
Después, el Papa admiró el espectacular “botafumeiro”, uno de los símbolos que la catedral mantiene desde hace 450 años. El nombre de este enorme incensario significa “esparcidor de humo”. Sólo se usa en las ceremonias más solemnes de la catedral. Pesa unos 50 kilos y mide metro y medio de altura. Aunque es de uso litúrgico, en la antigüedad servía también para mitigar el mal olor producido por el sudor de los peregrinos.
En su breve visita de peregrino de la fe, el Papa ha dicho en la homilía de la Plaza del Obradoiro, ante los Príncipes de Asturias y diversas autoridades políticas y religiosas que "es necesario que Dios vuelva a resonar sobre los cielos de Europa", porque a su juicio, "es una tragedia que en Europa, especialmente en el siglo XIX, se difundiese que Dios es el antagonista del hombre, el enemigo de su libertad".
Benedicto XVI ha subrayado las raíces cristianas del Viejo Continente, al que ha hecho un llamamiento para que regrese a la fe y se aleje del consumismo y el pecado: "Europa debe abrirse a Dios sin miedo". También ha hecho otro llamamiento a los países más ricos, para que ayuden al desarrollo de los menos favorecidos al pedir que "la Europa de la tecnología debe ser la Europa abierta a la fraternidad con otros continentes".
Al darle la bienvenida en el aeropuerto santiagués, el Príncipe de Asturias, en representación de los Reyes y de todos los españoles, ha destacado el compromiso "con la paz, la libertad y dignidad del ser humano" del Papa y ha ensalzado la importancia del Camino de Santiago y del Año Compostelano. "Un gran camino de encuentro y diálogo que recorre Europa, un gran símbolo de solidaridad y unidad que nos invita a superarnos y a alcanzar retos", ha subrayado don Felipe.
Benedicto XVI ha agradecido el recibimiento de los Príncipes asegurando sentir "una profunda alegría de estar en España, que ha dado una gran cantidad de santos como Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola o San Juan de la Cruz". Luego, en la catedral, ha abrazado al Apóstol "como un peregrino más". Tanto es así, que se ha revestido con la tradicional capa marrón.
Después de nueve horas en Compostela, el Papa ha viajado a Barcelona donde el domingo va a inaugurar el templo de la Sagrada Familia, obra del famoso escultor católico Antonio Gaudí, algunos de cuyos más célebres inmuebles se pueden visitar en localidades del Camino, como León o Astorga.
De todas formas, antes de aterrizar en España, en pleno vuelo desde Roma, ha hecho unas declaraciones que han sorprendido al gobierno socialista al llamar la atención sobre el hecho de que “en España hay un anticleralismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años. Y ese enfrentamiento, disputa, entre fe y modernidad ocurre también hoy de manera muy vivaz ", ha dicho, y de ello se ha hecho eco la prensa española y extranjera.
Benedicto XVI ha manifestado que es España necesita una "una reevangelización" y una búsqueda de un "lugar de encuentro entre fe y laicidad".
Esa declaración se produjo en vuelo, mientras el presidente del Gobierno, en vez de acudir a recibir al Papa, se marchaba a Afganistán en un gesto criticado por lo que supone de desaire al Pontífice cuando acude como peregrino al Camino de Santiago. Ese mismo gobernante, José Luis Rodríguez Zapatero, de ostentoso comportamiento laico, saludará brevemente al Papa en el aeropuerto de Barcelona antes de que regrese a Roma.
Además, en Compostela, confundidos entre el público y disfrazados a la usanza de los antiguos peregrinos se ha detectado la presencia de vividores desaprensivos, alguno venido desde Logroño, que sacan dinero a los verdaderos peregrinos a cambio de contarles falsas historias y de dejarse retratar a su lado, aunque luego no pagan a los proveedores de objetos de recuerdo que revenden a los caminantes, y entre los estafados hay humildes y célebres hospitaleros que ofrecen su generosidad al borde del Camino y dan testimonio del verdadero espíritu jacobeo.
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