miércoles, 16 de marzo de 2011

Una ridícula decisión del Arzobispado compostelano

Santiago.- Muchos clérigos parecen más decididos a echar abajo el renacimiento del Camino de Santiago que a lo contrario. Menos mal que en la ruta hay muchos otros personajes que luchan para que se conozcan los auténticos valores de la peregrinación y el mismísimo aspecto del Camino.
Las últimas “víctimas” de esa ceguera y ese fanatismo han sido los componentes de una familia coruñesa. Los padres caminaron hasta Santiago con su hija Vega, de un añito, empujando su carrito para que celebrase su primer cumpleaños como la peregrina que un día desean que sea. Pero a su llegada a la ciudad del Apóstol el Arzobispado les negó la Compostela para la niña porque "todavía no es consciente del significado del Camino". Y seguramente, con actitudes como la de esos clérigos nunca llegará a ser consciente.
Alegan los del cabildo compostelano que el certificado de peregrinación sólo se puede conceder a menores de más de 9 años o que hayan hecho la primera comunión, porque antes "no son conscientes del significado religioso del Camino". Para el padre de la niña la medida es excesiva. "A la hora de recibir el Bautismo, por ejemplo, no se aplica este criterio", recuerda el progenitor.
El matrimonio efectuó su primera peregrinación en 1998 y ahora deseaban que su hija lograse su primera Compostela como regalo de su primer cumpleaños. A su llegada a Santiago, la pareja se enteró de que la pequeña no podía recibir la acreditación porque la pequeña no era "consciente de lo que implicaba hacer el Camino".
Lo mismo sucede con muchos de los personajes que deciden a quién sí o a quién no se le concede la Compostela. Porque muchos de esos clérigos ni siquiera han recorrido una etapa del Camino de Santiago y por tanto no son conscientes del esfuerzo, voluntad y sacrificio que entraña caminar la sirga compostelana. Además, la página de internet del cabildo santiagués no menciona esa clausula sobre la edad mínima de los peregrinos, y acaso debería establecer otros criterios, como el coeficiente intelectual de éstos, su estatura o el color de su pelo o su piel.
En esa página informativa se descubre que entre los requisitos exigidos para recibir la Compostela está recorrer a pie o a caballo, por lo menos, 100 kilómetros y, en bicicleta, un mínimo de 200.
Juan y Almudena, los padres de Vega, la niña, arrancaron de Sarria y, en cuatro jornadas, recorrieron los 114 kilómetros que separan esta localidad de la capital gallega cumpliendo las etapas que pasan por Portomarín, Palas de Rei, Arzúa y Lavacolla. El matrimonio también selló las Credenciales del Peregrino –incluidas la de la niña- en las parroquias, albergues y otros establecimientos de los pueblos por los que pasaron en su peregrinación.
Este documento es imprescindible, y hay que presentarlo en la Oficina del Peregrino de Santiago correctamente sellado -como mínimo dos veces cada día- si se quiere obtener la Compostela.
Los padres recuerdan cómo durante su peregrinación, mucha gente salía de sus casas para ofrecerles comida porque "se sorprendían al ver a una niña tan pequeña haciendo el Camino". "Fue un poco duro tirar del carrito en las cuestas pero tuvimos mucha suerte y el tiempo nos acompañó todo el viaje" explica Juan, quien señala que ha sido una experiencia muy bonita sólo "enturbiada" al llegar a Santiago "cuando nos negaron la Compostela de Vega". Al coruñés y a su pareja les pusieron el último sello en la Credencial de la pequeña, pero no consiguieron la Compostela. Les explicaron que hasta que la niña fuese consciente para valorar el significado religioso de realizar el Camino no se la darían, pues además de los requisitos relativos a la distancia mínima del recorrido y lo referente a los sellos de la credencial, también se exige que la peregrinación se haga con sentido cristiano. Juan preguntó a quienes le atendieron en la Oficina del Peregrino por qué cuando se bautiza a un niño, no se aplica el mismo criterio y nadie "pone pegas" para recibir el sacramento aunque el bebé no sea consciente de ello, a lo que le contestaron que "así lo establece el Arzobispado". En esta institución compostelana alegan que, hasta los 9 años o una vez que se haya recibido la Primera Comunión, no se puede otorgar este reconocimiento, aunque agregan que se pueden hacer excepciones con aquellos que aún no han cumplido la edad reglamentaria por poco tiempo pero que "ya han iniciado la preparación religiosa de la Primera Comunión". El padre no entiende lo que califica como una "contradicción" y que la organización sea tan "intransigente e inflexible". Sacerdotes coruñeses consideran la medida "exagerada" y creen que no deberían ponerse tantos impedimentos en la concesión de la Compostela. El párroco de San Francisco Javier, Severino Suárez, afirma que al igual que el Bautismo es una decisión que toman los padres en nombre de sus hijos, en este caso habría que proceder de igual forma. Otro cura, el de Xestoso, Luis Rodríguez, opina que los niños pequeños también tienen derecho a recibir un documento en el que quede constancia de que realizaron el Camino y para eso "quizás haya que cambiar y adaptar las normas del Arzobispado". Y no faltan quienes recuerden que la Compostela se extiende incluso a personas de credos no católicos o cristianos, si mienten y sostienen haber peregrinado por motivos de fe.El año pasado, unos 272.110 peregrinos llegaron a Santiago en el Año Santo, según los datos de la Oficina del Peregrino compostelana. Los datos de la institución que entrega las Compostelas sostienen que la mitad de los peregrinos hacen el Camino de Santiago movidos por la fe y un cinco por ciento por razones culturales. La realidad es otra, muchos alegan tener fe para no quedarse sin su certificado de peregrinación.

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