martes, 3 de noviembre de 2015

Campus Stellae

La Catedral va a estar rodeada de andamios hasta el año 2021

La fachada catedralicia de la plaza da Quintana estará en obras a partir del año próximo, con el coniguiente andamio en el entorno. Será una de las primeras actuaciones, junto con la restauración del cimborrio, que seguirán a las de la fachada frontal. El proyecto estará hecho en el primer trimestre del 2016 y listo para su contratación y listo para su contratación y ejecución. La obra vendrá a acondicionar la fachada, con un palpable deterioro y presa de los hierbajos. La intervención supondrá un coste que ronda los 400.000 euros.
Por su parte, también entrará en escena el proyecto de restauración del cimborrio. Esta obra está en proceso de adjudicación, trámite que puede llevarse a cabo en este caso, aunque no en el proyecto de la fachada de la Quintana porque no está aún constituida la comisión institucional encargada del proceso. Según el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, es cuestión de días que se formalice.
Entretanto, este proyecto de A Quintana está en fase de elaboración definitiva a la espera de los informes correspondientes. En lo que atañe al cimborrio, con un coste de 900.000 euros, Lorenzo prevé que las obras se inicien en el mes de febrero.
Donde los andamios seguirán por tiempo indeterminado es en la fachada principal. Aparte de la intervención en la parte central, seguirán los trabajos en la torre sur. La Fundación se ha encontrado con un problema más grave de lo que imaginaba y es necesaria la redacción de un nuevo proyecto porque son necesarias actuaciones distintas para atajar los males que padece la torre. «Hay que hacer una modificación importante», dice Lorenzo.
En su ánimo está que las obras de la Catedral se efectúen con el máximo cuidado porque «son delicadas y requieren tiempo». Y en ese sentido habrá trabajos y andamios «todo el tiempo que sea necesario».
Ello quiere decir que, inevitablemente, tanto el exterior como el interior de la Catedral van a estar llenos de andamios hasta el año 2020, que es cuando se supone que debe estar la basílica a punto para recibir las riadas de peregrinos. Y estas estructuras siempre son polémicas porque ocultan la bellelza del templo.
Recuperación y conservación
«Benditos andamios. Sería malo si no los hubiera», dice Daniel Lorenzo, ya que a su juicio esos elementos indican que la basílica se está recuperando y valorando. «En el año 2016 va a haber muchos andamios, y en el 2017 aumentará el volumen de andamios», agrega Lorenzo, quien resalta que habrá obras, como la del cimborrio, que van a durar quince meses, es decir, que «si empiezan en febrero se irán a la entrada del 2017».
Este año las cifras de peregrinos se incrementaron respecto al año anterior y el director de la Fundación cree que la presencia de andamios «no se notó» ni, según señala. «Los visitantes no tienen las prisas que tenemos nosotros y entienden perfectamente la situación», resalta.

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