Patrimonio aborda la delimitación del trazado del Camino Portugués
Vivir al pie del Camino de Santiago
tiene sus ventajas. Los peregrinos, a su paso, siembran una retahíla de
anécdotas y dejan caer en las cajas de los negocios próximos euros a
cambio de cafés, bocadillos y lo que se tercie. Pero vivir o trabajar al lado de la ruta jacobea también tiene sus problemas. Siguiendo su trazado existe una suerte de zona de protección con la que la Administración pretende blindar estas vías de peregrinación de todo tipo de agresiones.
En el caso del Camino Portugués,
los límites de esa zona de afección no están todo lo claros que
deberían.
Para corregir esa carencia, la Xunta ha decidido proceder a la
delimitación de la ruta trazada por quienes, desde Portugal, cruzaban
Pontevedra en su paso hacia Compostela.
La nueva delimitación del Camino Portugués
debería estar lista, según explica la Dirección Xeral de Patrimonio,
«ao longo deste ano». Una parte del trabajo ya está hecho: el que se
corresponde con el último tramo de la ruta, el que discurre por el
término municipal de Santiago. Dado que todos los caminos conducen a
Compostela, en este término municipal se forma un auténtico nudo
gordiano. Por eso la Xunta decidió emprender por ahí el proceso de
delimitación de los caminos a fin de «aportar seguridade xurídica a
todos os que operan sobre o territorio» y de «garantir a mellor
protección de lugares, edificios e paraxes».
«Un tema importante»
Fuera de Santiago, la Xunta ya ha aprobado la delimitación del trazado definitivo de la más importante de las rutas, el Camino Francés,
y ahora le ha llegado el turno al Portugués, desde Tui a Compostela. En
la promoción y despertar de este camino, olvidado durante muchos años,
jugó un papel determinante la Asociación de Amigos do Camiño Portugués.
Su presidente, el pontevedrés Tino Lores, explicaba hace unas semanas
que la delimitación del camino «é un tema importante» para garantizar el
futuro del mismo. Eso sí, «a lei de protección non debería gravar
excesivamente aos veciños».
Además,
Además,
La Consellería de Cultura prevé finalizar este mismo año la
delimitación precisa del Camino jacobeo Portugués por la costa a su paso
por Vigo y fijar de forma clara el sendero a recorrer y las calles que
hay que atravesar para poder señalizarlo.
El Concello no puso ninguna señalización.
Esta decisión tendrá consecuencias: por un lado, se hace definitivamente oficial pero también obliga al ayuntamiento a tomar precauciones urbanísticas a la hora de autorizar actuaciones en la zona acotada, que estaría protegida. Según explicó Grato Amor, de Amigos de los Pazos, la asociación que lleva más de 20 años con este asunto, los trámites están avanzados y hay colaboración municipal.
'Le presentamos nuestra propuesta al alcalde y se mostró de acuerdo en que Vigo participe activamente en la promoción del Camino', explicó. En Vigo tiene una longitud de 15 kilómetros: entra por Castrelos y sale por Teis rumbo a Redondela, donde se une con el que llega desde Tui.
'Está claro por dónde va, aunque falta ajustar los caminos con precisión, siguiendo criterios históricos y pruebas concretas, porque incluye calles actuales', explicó Amor. El Camino atraviesa el Miño hasta A Guarda y continúa por Oia, Baiona y Nigrán, cuyos alcaldes se han volcado en su promoción y oficialidad, mientras el de Vigo no.
Sobre este asunto habló ayer también el PP, que demandó una política “seria” de promoción turística. El concejal popular José Luis Álvarez criticó “la ausencia de objetivos” del gobierno municipal en este ámbito y acusó al edil de Turismo de “iniciar otro enfrentamiento con la Xunta, ahora con la disculpa de la delimitación del Camino que pasa por Vigo”.
Álvarez lamentó que en enero el alcalde anunciase a Amigos de los Pazos que el Concello iba a acometer la señalización de dicho Camino en el municipio, “y un mes después, presentase una moción para fuese la Xunta la que lo realizase”. “Ahora, el concejal de Turismo pretende reabrir una polémica estéril, que supondrá dilapidar dinero público”, significó.
El Concello no puso ninguna señalización.
Esta decisión tendrá consecuencias: por un lado, se hace definitivamente oficial pero también obliga al ayuntamiento a tomar precauciones urbanísticas a la hora de autorizar actuaciones en la zona acotada, que estaría protegida. Según explicó Grato Amor, de Amigos de los Pazos, la asociación que lleva más de 20 años con este asunto, los trámites están avanzados y hay colaboración municipal.
'Le presentamos nuestra propuesta al alcalde y se mostró de acuerdo en que Vigo participe activamente en la promoción del Camino', explicó. En Vigo tiene una longitud de 15 kilómetros: entra por Castrelos y sale por Teis rumbo a Redondela, donde se une con el que llega desde Tui.
'Está claro por dónde va, aunque falta ajustar los caminos con precisión, siguiendo criterios históricos y pruebas concretas, porque incluye calles actuales', explicó Amor. El Camino atraviesa el Miño hasta A Guarda y continúa por Oia, Baiona y Nigrán, cuyos alcaldes se han volcado en su promoción y oficialidad, mientras el de Vigo no.
Sobre este asunto habló ayer también el PP, que demandó una política “seria” de promoción turística. El concejal popular José Luis Álvarez criticó “la ausencia de objetivos” del gobierno municipal en este ámbito y acusó al edil de Turismo de “iniciar otro enfrentamiento con la Xunta, ahora con la disculpa de la delimitación del Camino que pasa por Vigo”.
Álvarez lamentó que en enero el alcalde anunciase a Amigos de los Pazos que el Concello iba a acometer la señalización de dicho Camino en el municipio, “y un mes después, presentase una moción para fuese la Xunta la que lo realizase”. “Ahora, el concejal de Turismo pretende reabrir una polémica estéril, que supondrá dilapidar dinero público”, significó.
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