La Iglesia rehúsa una solución para las colas de los peregrinos
Las colas de personas delante de la Oficina del
Peregrino, habituales en las fechas veraniegas, podrían tener una
solución si existe voluntad de implantarla. Y también los problemas de
los comerciantes afectados por el taponamiento humano de las puertas de
sus negocios. La entidad turística que se ocupa de la consigna de los
visitantes le propuso formalmente, hace meses, a los responsables
eclesiásticos la posibilidad de instalación, sin contraprestaciones, de
unas máquinas para facilitarles la vida a los peregrinos y evitarles una
larga espera ante la oficina de acreditación. Pero la propuesta no tuvo
éxito
Las colas ya no son persistentes en estos días,
aunque hay fechas especiales en las que la gente se arracima en la meta
del Camino y se concentra ante la Casa do Deán. Y la fila es larga. El
comercio del inicio de la rúa do Vilar está harto de que les tapen sus
tiendas. «Ahora ya se ha relajado este asunto, pero hubo momentos duros.
Y el año pasado fue terrible. Lo que no puede es estar una persona hora
y media de pie para recibir la compostela», señala un comerciante
afectado. «He estado intentando controlar la situación, pero lo que no
puedo estar continuamente pendiente de que me dejen la entrada libre. Me
rindo», agrega.
Este empresario es consciente de que se han
propuesto soluciones y desea como agua de mayo que lleguen a buen
término, por el comercio y por los peregrinos. Por el momento no ha sido
así.
La solución propuesta por la entidad que se ocupa
de las consignas es la ubicación de unas máquinas como las que poseen
distintas instalaciones privadas y públicas (desde un supermercado hasta
la policía nacional), con una pantallita, que otorgan un número y el
peregrino puede pasear por la ciudad o hacer otras cosas sin tener que
aguardar un largo tiempo en una cola.
El aparato estaría colocado y en funcionamiento
en 48 horas. «Tendría que haber un display (visualizador) o varios. La
propuesta era hacerlo en los alrededores, utilizando la consigna, la
tienda de la Catedral o la propia Oficina del Peregrino», señalan
fuentes de la entidad proponente, quienes resaltan que «a ellos les
pareció buena idea y hubo varias reuniones, pero no cuajó».
¿Por qué? Porque «era demasiado moderno e
inapropiado para este tipo de servicios». Pero también porque podría
haber gente que se despistase y acudiese fuera de hora. A este respecto
habría que estimar, por cálculo y experiencia, el tiempo de tramitación y
expedición de compostelas y estar atento al turno para no sobrepasarlo.
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