¿Dónde está la peregrina Denise?
La teoría que cobraba más fuerza al principio era la del accidente, pero no se descartan otros tres escenarios: secuestro, asesinato o desaparición voluntaria. La investigación dio un giro el pasado viernes, cuando salio a la luz el testimonio de varias peregrinas que confesaron haber sido "hostigadas" -término empleado por la policía- por desconocidos los días anteriores a la desaparición de Denise. Aunque no se ha establecido aún una relación entre estos hechos y el de la estadounidense, su hermano Cedric, que continúa en Astorga participando en las tareas de búsqueda, admite que este dato le pone "un poco nervioso".
Policía, Guardia Civil, Asociaciones y voluntarios siguen peinando a diario la zona por la que supuestamente Denise iba a continuar su camino a Santiago. Según contó a una amiga en un último e-mail, su idea era dirigirse hacia El Ganso. Y esa es la zona en la que se ha centrado la búsqueda. También se ha ampliado a entornos más alejados de la ruta jacobea, aunque sin éxito por el momento.
La prensa de Arizona (Estados Unidos), donde residía Denise, se ha hecho eco de la desaparición. Una amiga de la mujer, Kellie Kreiser, ha hablado con la cadena CBS5: "Denise es una persona muy educada y amistosa, no tiene una personalidad 'salvaje', no es el tipo de gente que hace locuras repentinas", ha declarado.
Desde la Subdelegación del Gobierno en León, donde está centralizada la investigación, han confirmado a EL MUNDO que "no hay ninguna novedad en el caso, pero la investigación sigue en curso y seguirá hasta que se resuelva algo".
Un puzzle difícil
"Estamos tratando de juntar todas las piezas del puzzle", declaró Cedric Thiem, que llegó a España el pasado día 20 de abril para poner la denuncia de la desaparición y aún continúa en el país. Pero las piezas no encajan todavía.Denise es una mujer de 40 años, mide 1,60 y pesa entre 50 y 53 kilos. Tiene el pelo largo, moreno y liso, los ojos oscuros y negros, las orejas pequeñas. Y tiene un tatuaje en el tronco posterior. Sus últimos pasos la llevaron del Hotel Suero de Quiñones, en Hospital de Órbigo (León) al albergue de San Javier, en Astorga. De ahí se esfumó.
Su idea era llegar a Santiago y regresar a su casa de Phoenix, después de dos meses viajando por el mundo. Se comunicaba con su hermano cada dos días, para decirle que todo estaba bien. Hasta que dejó de hacerlo y saltaron todas las alarmas. Un mes después siguen encendidas.
Carta a la hermana
Estoy tumbado en la cama y me doy cuenta de que es 5 de mayo. Me doy cuenta que desde el 20 de abril estoy intentando ir de principio a fin en todo aquello que he creído necesario para encontrar a mi hermana. Tomo conciencia de que ya han pasado 30 días desde la última vez que mi hermana fue vista y no estoy seguro de si pienso en mi hermana lo suficiente. Por supuesto que hablo de mi hermana, la describo y cito sus palabras pero no es lo mismo. Cuando yo como, pienso ¿dónde estará comiendo ella? Cuando yo duermo, pienso ¿dónde estará durmiendo ella? Cuando la gente se preocupa por mí y me cuida, pienso ¿estará ella a salvo? ¿Estará herida? ¿Se estará ella preguntando por qué no he ayudado en su búsqueda?Mi hermana y yo no nos criamos juntos pero en mi etapa de adolescente tuvimos mucho contacto y nos conocimos muy bien. Nadie llegó a comprendernos a ninguno de los dos, pero eso no nos importó porque sabíamos que, por lo menos, había una persona que sí lo hacía.Cuando uno tenía un problema ahí estaba el otro para ayudarle. Nadie me conoce mejor que mi hermana y nadie conocía a mi hermana mejor que yo. Mi hermana siempre me apoyó sin importarle si estaba bien o mal, si era acertado o estúpido lo que quería hacer.
Estoy cansado de preocuparme de otras cosas y quizás por eso estoy escribiendo estas líneas. Simplemente quiero pasar algún tiempo preocupándome por mi hermana.
Cedric Thiem
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