miércoles, 1 de julio de 2015

Historias del Camino

«La túnica marrón no es la indumentaria peregrina»

Carlos Santos Fernández, historiador y novelista, fue el invitado de la Archicofradía del Apóstol para participar en el ciclo de conferencias que viene desarrollándose desde hace unas semanas. En esta ocasión, el que fuera canónigo de la Catedral compostelana disertó sobre la indumentaria empleada por los peregrinos y acerca de la simbología que rodea al fenómeno de la peregrinación. La charla, que tuvo lugar en el Hostal dos Reis Católicos, permitió aclarar algunas creencias erróneas acerca del tipo de ropas que eran habituales entre los peregrinos.
-Resultaría algo complicado caminar con una túnica que llega a los tobillos, ¿responde este hábito a la indumentaria peregrina?
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-La túnica de color marrón con la que se representa en la iconografía a San Roque y al Apóstol Santiago no era realmente la empleada por quienes hacían el Camino. No se pueden caminar mil kilómetros, y no olvidemos que entonces regresaban caminando también, con un hábito largo. El habitual era corto, solo hasta la rodilla, porque permitía cierta comodidad para subir y bajar montes, andar por caminos embarrados y pedregosos.
-¿A qué se debe la confusión general?
-A la iconografía religiosa en la que aparecen San Roque y el Apóstol con este traje, pero el sentido común no deja margen a la duda.
-¿En cuanto al calzado, los peregrinos solían ir descalzos?
http://media.lavozdegalicia.es/scale.php?w=465&i=/default/2014/06/27/00121403905321598151310/Foto/.jpg-En las representaciones se pintan descalzos, pero también en este caso hay mucho de mito. Las clases más acomodadas iban calzadas y los menos afortunados solían ir con algún tipo de calzado más modesto. ¿Descalzos?. Pocos o como penitencia. Aquí también el sentido común impera. Incluso, hoy en día, hay peregrinos que hacen el Camino descalzos por penitencia o promesa, pero son pocos. Aunque conocí a una peregrina francesa que lo hacía descalza porque decía que era su modo de vida. Solo se calzaba para ir a trabajar, por cierto, en un banco, pero luego siempre iba descalza y tenía, sin duda, una plantilla natural. Pero, en general, hoy también hay una indumentaria propia del peregrino
-¿La moda afecta al Camino?
-Efectivamente. Hubo la época de color caqui y ahora todos van vestidos con ropa de una cadena deportiva y llevan esos horribles bastones extensibles. Aunque lo peor en la actualidad son los peregrinos que van con las manos en los bolsillos. Los que no llevan ni mochila porque tienen un coche que se la transporta de un lado a otro. Son los que ven el Camino como una ruta de senderismo.

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