El Códex Calistinus desaparece de la Catedral compostelana
Santiago.- El Códex Calixtinus, libro del siglo XII de valor incalculable, atribuido al cura francés Aymeric Picaud, ha desaparecido de la Catedral compostelana, en lo que parecer tratarse ser uno de los robos más importantes de patrimonio histórico y artístico.
La ausencia del códice, que se guardaba en una cámara blindada del Archivo, se descubrió el martes por la tarde, aunque fuentes del Cabildo citadas por El Correo Gallego creen que el robo pudo producirse el domingo por la tarde.
Al descubrirse la desaparición de la primera y más célebre guía para peregrinos, los responsables del Archivo informaron al deán, José María Díaz. Tras buscarlo desesperadamente, se dio aviso a la policía el martes por la noche, que ha extendido las investigaciones a toda España.
Los agentes de la sección científica han buscado huellas, revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad y registrado todo el lugar, que no ha sufrido daños materiales. Los especialistas creen que puede tratarse de un robo por una banda organizada que podría actuar por encargo de algún coleccionista, según el diario.
Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.
Santiago.- El Códex Calixtinus, libro del siglo XII de valor incalculable, atribuido al cura francés Aymeric Picaud, ha desaparecido de la Catedral compostelana, en lo que parecer tratarse ser uno de los robos más importantes de patrimonio histórico y artístico.
La ausencia del códice, que se guardaba en una cámara blindada del Archivo, se descubrió el martes por la tarde, aunque fuentes del Cabildo citadas por El Correo Gallego creen que el robo pudo producirse el domingo por la tarde.
Al descubrirse la desaparición de la primera y más célebre guía para peregrinos, los responsables del Archivo informaron al deán, José María Díaz. Tras buscarlo desesperadamente, se dio aviso a la policía el martes por la noche, que ha extendido las investigaciones a toda España.
Los agentes de la sección científica han buscado huellas, revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad y registrado todo el lugar, que no ha sufrido daños materiales. Los especialistas creen que puede tratarse de un robo por una banda organizada que podría actuar por encargo de algún coleccionista, según el diario.
Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.
Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva, 23 por 16, según El Correo Gallego, y consta de 225 folios de pergamino.
En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro. Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según La Voz de Galicia, hace unos dos meses a personal del Ministerio de Cultura.
El deán informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desaparición del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.
En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro. Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según La Voz de Galicia, hace unos dos meses a personal del Ministerio de Cultura.
El deán informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desaparición del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.
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