El Códex compostelano es el más completo y valioso de los manuscritos que se conservan
Santiago.- Se conoce como Liber Sancti Iacobi la recopilación de textos jacobeos de tipo propagandístico sobre la figura del Apóstol Santiago y los que cubrían las informaciones básicas para el peregrino. Existen varios manuscritos de esta temática, pero el Códex Calixtinus es el más valioso y el más antiguo, aunque posiblemente no el primero, ya que se cree que existió otro libro anterior, ya perdido, del que se fueron copiando los demás.
En todo caso, el Calixtinus compostelano está considerado el más importante y completo de la docena de manuscritos que recogen los dictados del Liber Sancti Iacobi.
Además del que se conserva en la catedral de Santiago, existen otros cuatro que se consideran versiones completas, y forman parte de los fondos de la British Library de Londres, la Biblioteca Apostólica Vaticana, la Biblioteca Nacional en Madrid y la Universitaria de Salamanca. La Biblioteca Nacional también conserva versiones incompletas, al igual que archivos de Londres, Barcelona y Lisboa.
Del Códex Calixtinus se han editado versiones facsímiles y el año pasado se publicó traducido al gallego y con portadas y capitulares, obra de Francisco Leiro.
La música que contiene ha sido objeto de estudio ya desde finales del siglo XIX; destaca la transcripción del musicólogo gallego José López-Calo. Además de admirar las miniaturas y maravillarse con las descripciones que contiene de la ruta de peregrinación, también se puede escuchar la música del Códex Calixtinus. De entre las grabaciones existentes, resalta la llevada a cabo por el gallego Coro Ultreia, que en 1999 publicó la primera recopilación íntegra.
Aunque conocido como Calixtinus por su vinculación con Calixto II, a quien se representa en una miniatura escribiendo el libro, los expertos dudan de la autoría papal. Una idea extendida es que se trata de una obra colectiva y que nació en la abadía francesa de Cluny, que mantenía buenas relaciones con Compostela. Abelardo Moralejo Laso publicó en 1951 un estudio sobre el códice en el que demuestra que el autor de la mayor parte fue el monje francés Aymeric Picaud, quien peregrinó a Santiago y que orienta el libro en torno al eje Poitou-Compostela. La atribución de la autoría al Papa obedecería al deseo de conferirle mayor valor a la obra.
Además del que se conserva en la catedral de Santiago, existen otros cuatro que se consideran versiones completas, y forman parte de los fondos de la British Library de Londres, la Biblioteca Apostólica Vaticana, la Biblioteca Nacional en Madrid y la Universitaria de Salamanca. La Biblioteca Nacional también conserva versiones incompletas, al igual que archivos de Londres, Barcelona y Lisboa.
Del Códex Calixtinus se han editado versiones facsímiles y el año pasado se publicó traducido al gallego y con portadas y capitulares, obra de Francisco Leiro.
La música que contiene ha sido objeto de estudio ya desde finales del siglo XIX; destaca la transcripción del musicólogo gallego José López-Calo. Además de admirar las miniaturas y maravillarse con las descripciones que contiene de la ruta de peregrinación, también se puede escuchar la música del Códex Calixtinus. De entre las grabaciones existentes, resalta la llevada a cabo por el gallego Coro Ultreia, que en 1999 publicó la primera recopilación íntegra.
Aunque conocido como Calixtinus por su vinculación con Calixto II, a quien se representa en una miniatura escribiendo el libro, los expertos dudan de la autoría papal. Una idea extendida es que se trata de una obra colectiva y que nació en la abadía francesa de Cluny, que mantenía buenas relaciones con Compostela. Abelardo Moralejo Laso publicó en 1951 un estudio sobre el códice en el que demuestra que el autor de la mayor parte fue el monje francés Aymeric Picaud, quien peregrinó a Santiago y que orienta el libro en torno al eje Poitou-Compostela. La atribución de la autoría al Papa obedecería al deseo de conferirle mayor valor a la obra.
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