viernes, 6 de marzo de 2015

Camino de Fisterra

Camina desde Roncesvalles a Fisterra con un bebé de tres meses en brazos

La arquitecta de Gijón Paula Tejedor bautizó a su pequeño en el Seminario Menor, nada más llegar a Compostela // En la hoguera del cabo fisterrano quemó el primer chupete de Lucas // Una amiga la animó a vivir esta experiencia y la acompañó durante todo el recorrido

JESÚS TRILLO

No hay motivo para no echarse al Camino. Y si no que se lo pregunten a la gijonesa Paula Tejedor, que hizo la Ruta desde Roncesvalles hasta Fisterra, en compañía de su hijo de sólo tres meses de edad.
Todo comenzó en un bar, tomando un café con su amiga Maribel. Ésta le propuso el lanzarse a la senda jacobea, y ella no lo dudó dos veces. Ambas partieron de la localidad francesa el pasado día veinticinco de abril, y alcanzaron el faro de Fisterra anteayer por la tarde.
Muy satisfecha de la experiencia, Paula comentó que llevó bastante bien el largo periplo. En un principio comenzaron a caminar siguiendo el ritmo alemán y francés, es decir, iniciando la caminata cada jornada en torno a las cinco de la madrugada. Luego pasaron al estilo español, y se levantaban más tarde.
Montañas con carrito
Paula con su bebé, en el Cabo de Fisterra, quemando el primer chupete del pequeño, con sus amigos - FOTO: Javier TobaEsta atrevida asturiana explicó que durante el recorrido hay etapas bonitas y otras más duras. Unos de los momentos de mayor dificultad se dieron "cuando hubo que subir las montañas de León empujando el carrito", dijo. "En un principio te asusta, pero luego, además de mi amiga, hubo mucha gente que me ayudó, en el Camino hay muchas personas buenas, no estás sola".
Más adelante decidió intercalar el carro y la mochila para hacer más llevadera la marcha. Además, en algún tramo existe el servicio de transporte de mochilas entre albergues, y se valió de ello en las jornadas en las que se encontraba más cansada.
El hecho de ir acompañada del pequeño no le obligó a tener que transportar una mochila demasiado grande. Además de su equipaje, para el bebé sólo llevaba la leche del biberón y los pañales.
En los pueblos grandes o ciudades por las que fue pasando, Paula entraba en un supermercado y adquiría provisiones para unos diez días, "por no tener que cargar demasiados kilos, y además en ese tiempo aparecía siempre un núcleo de población con servicios". En este sentido no le originó problemas la joven compañía. "Lo llevé muy bien, notuve grandes contratiempos".

Paula y Lucas llegaron a Santiago el pasado día veintisiete, el mismo en que el pequeño cumplía cuatro meses.
Durante el Camino, conversando con su inseparable amiga, surgió la idea de bautizar al bebé nada más llegar a Compostela. Y lo hizo en el Seminario Menor. "Se lo expusimos a un sacerdote de allí, y no nos puso ningún impedimento".
La peregrina impartió el sacramento a su hijo para "encontrar la religión que yo busco". Manifestó tener vocación católica, si bien buscaba algo más, "y ese más lo encontré en la Ruta". Considera que es una forma de "alcanzar el Camino de la vida".

Una vez alcanzado el Cabo Fisterra, además de quemar ropas suyas y de su amiga, Paula, en alparagatas y con los ojos puestos en el infinito océano, arrojó también a la hoguera el primer chupete de su bebé, cumpliendo así con el rito que manda la tradición. Misión cumplida, y dispuesta a repetir.
Paula Tejedor comentó que el niño se encuentra "en perfecto estado". Lo llevó a una revisión al pediatra, y le dijo que estaba todo bien.
La peregrina asturiana explicó que ella ha estado en varios países subdesarrollados, donde comprobó en qué condiciones viven los más pequeños, lo que le hizo deducir que "nosotros tenemos un excesivo afán de proteccionismo con los pequeños".
La madre explicó que, en un principio, alimentaba al pequeño compaginando pecho y biberón. Pero, a medida que fue avanzando el Camino, "tuve que ir aumentando el número de biberones, dado que con el esfuerzo le fue la leche bastante a menos". No obstante, considera que esto no le causó grandes transtornos, "pues donde se hacía necesario, hacía una parada, le daba de comer a Lucas, y luego seguíamos, sin problema".
Paula comentó que un bebé no necesita tanto como se puede pensar. "Con tal de darle leche cuando tiene hambre, de cambiarlo para mantenerlo limpio, y de cuidar de que no pase frío, no hay ningún tipo de problema", aseguró .
Lucas se convirtió en el peregrino más joven del Camino. La ya veterana hospitalera del albergue de Fisterra, Begoña Valdomar, señaló que en su refugio no pernoctó nunca una persona de tan corta edad. El inquilino batió, por lo tanto, todo un récord .

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