El nuevo diseño de la Compostela que reciben los peregrinos
Desde que la peregrinación a la Tumba de Santiago -surgida espontáneamente a lo largo de los siglos IX y X- se institucionalizó, adquiriendo determinadas consideraciones sociales y religiosas, fue necesario acreditar haberla cumplido. Para ello, primero, se utilizaron las insignias que se adquirían únicamente en Santiago consistentes en la venera o concha de vieira.
Es fácil deducir la facilidad de falsificar esta rudimentaria certificación. Falsificación que se dio efectivamente, pues se vendían a la entrada de la ciudad, obligando a los prelados de Compostela y al mismísimo Papa a decretar penas de excomunión contra los falsificadores. Más eficaz, por ser más difíciles de falsificar, fueron las llamadas cartas probatorias, que ya se expedían en el siglo XIII. Estas cartas son el origen directo de La Compostela.
El Cabildo de la Iglesia Metropolitana de Santiago siguió expidiendo el certificado y en la época moderna se limitó la concesión de la “Compostela” a aquellos que acuden a la Tumba del Apóstol por motivo religioso y/o espiritual, y siguiendo las rutas del Camino de Santiago a pie, en bicicleta o a caballo.
El modelo de Compostela actual, se viene entregando desde los años 80 del siglo pasado, después de tantos años el Cabildo catedralicio acaba de preparar un nuevo diseño impreso a todo color que actualiza el anterior.
La Compostela luce una greca del Breviario de Miranda del s. XV y el Iacobus del Códice Calixtino y en su texto, en latín, se ha añadido la especificación de haber recorrido los últimos 100 kms. a pie o los últimos 200 kms. en bicicleta.
El Certificado de Bienvenida -que se entrega cuando los peregrinos hacen constar que sus motivaciones para realizar el Camino de Santiago no son religiosas o espirituales- se ha redactado también en latín, añadiéndole incluso un breve texto del Códice Calixtino. La greca que luce también es del Breviario de Miranda y lleva una reproducción de la imagen del Tumbo A que representa el descubrimiento del Arca por el obispo Teodomiro.
(Archidiócesis de Santiago de Compostela)
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