JUEVES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUAREMA
Santuario do Cebreiro
Bendito el que confía en el Señor.
Será como un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces.
(Tomado de la primera lectura del día)
Hoy me abandono en ti, mi Dios. Así mi
alma se llena de gozo y tu amor me recorre como el agua, que hace brotar
en mí el manantial de tu Amor.
Reflexión
¡Yo a lo mío! He aquí una expresión que utilizamos para decir que nada ni nadie nos saca de lo nuestro. Ya puede pasar lo que pase,
«Yo, a lo mío». Es como la descripción
que refleja la manera que tenemos de impermeabilizarnos de lo que ocurre
a nuestro alrededor... y de centrarnos sólo en lo nuestro como tarea y objetivo a realizar...
Claro que encierra muchos aspectos positivos la frase. Pero también podemos ver lo negativo que entraña.
Cuando los otros pasan a ser insignificantes, yo, a lo mío, se convierte en un pecado.
Cuando las voces de los profetas se desoyen, yo, a lo mío, se convierte en un pecado.
Cuando los gritos de los otros no nos llegan al corazón, yo, a lo mío, se convierte en un pecado.
Cuando lo único que me importa es lo mío, yo, a lo mío, se convierte en un pecado.
Cuando vivimos sumergidos en un yo, a lo
mío a lo mejor nos despertamos pidiendo que alguien nos moje la lengua
con un poco de agua, y nadie lo hará, porque ya no es el tiempo. Es la parábola
del rico y del pobre Lázaro (Lc 16,19-31).
Esta Cuaresma es una invitación a no abandonar lo mío, pero a no desoír lo de los otros.
Oye, Señor…
Entre los ricos y los pobres de la tierra,
tú prefieres a los que carecen de todo,
a los que sufren situaciones injustas
y a los que lo están pasando mal.
Yo quiero ser, Dios mío, como tú,
quiero amar a los hermanos más pequeños,
deseo gastar mi tiempo en que vivan bien
y en ocuparme de construir justicia.
No me dejes acomodarme egoístamente
en una vida cómoda y sin sentido.
No permitas que desoiga a los otros
que tengan alguna necesidad cerca de mí.
Quiero yo compartir todos los bienes,
que en el reparto injusto de la vida
me he apropiado a costa de otros.
Hagamos justicia juntos, Señor.
Sugerencias
. Ora ante el Señor sobre tus bienes materiales y privilegios con actitud desprendida y solidaria.
. Analiza tu tiempo y tu manera de vivir y agradece al Señor tus beneficios.
. Escucha los medios de comunicación hoy con los oídos yel corazón con que los escucharía Dios.
Salmo
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
En el juicio los impíos no se levantarán,
ni los pecadores en la asamblea de los justos;
porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
(Salmo 1)
Pensamiento
Tú me alegras e corazón, Dios mío.
Mi vida entera se llena de gozo, porque tú eres mi alimento,
tú el agua que hidrata mi cuerpo, tú el impulso que me mantiene hermano.
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