jueves, 27 de febrero de 2014

Camino de Muxía


El proyecto de A Barca está listo

El coste de los arreglos se sitúa «bastante por debajo» de lo previsto


Fue necesaria la colocación de lonas para evitar que el agua de la lluvia se filtrase al interior del santuario. XESÚS BÚA

El equipo de K2C Arquitectas, el estudio santiagués de Carmen Rey y Karme García, cumplió con lo previsto y, a principios de esta semana, hizo entrega al Arzobispado de Santiago del proyecto básico de restauración del santuario de la Virxe da Barca, de Muxía.
Una vez realizado el estudio en detalle del edificio, las profesionales no se encontraron grandes sorpresas dado que los destrozos que documentaron son los mismos con los que ya contaban en las primeras inspecciones. De ahí que el coste total de los arreglos vaya a estar «bastante por debajo» de los en torno a 700.000 euros previstos inicialmente, según explica Karme García.
La arquitecta señala que no se puede hablar todavía de cifras exactas porque ellas trabajan con tablas de valoración que no se corresponden necesariamente con los precios de obra. Además, la opción más probable es que la Iglesia convoque un concurso público al que seguramente concurran muchas empresas, dado la cuantía y el simbolismo de la obra, con lo que las cantidades son todavía susceptibles de rebaja.
Estas hipotéticas mejoras en el precio podrían hacer que resultase suficiente la póliza de 500.000 euros contratada con la asegurada Mapfre, que se comprometió a prestar toda la colaboración que le corresponde.
El trabajo no ha sido precisamente sencillo porque «hasta algunos planos están mojados», como señala García, porque se encontraron con una sucesión casi diaria de temporales y constantes lluvias. Sin embargo, estas condiciones no han incrementado de manera significativa el deterioro del templo y su estado es prácticamente el mismo en el que quedó después del devastador incendio de la mañana de Navidad.
La bóveda no está afectada, los muros resistieron bien y las actuaciones necesarias se ciñen fundamentalmente a recuperar la cubierta y limpiar todo el hollín. Una suciedad que, según las pruebas que hicieron las restauradoras, tiene carácter superficial y podrá quitarse sin métodos agresivos.
Por lo que respecta al techo, tal como explica la arquitecta, el único cambio es que las vigas serán laminadas en lugar de elaborarlas con madera de sierra, al igual que las anteriores, porque así lo marca ahora la normativa. Sin embargo «eso no se ve», añade García, con lo que el aspecto exterior, con las tejas de pizarra «será exactamente el mismo que tenía» el pasado diciembre.
El techo llevará vigas laminadas y tendrá el mismo aspecto que antes del incendio

La Pedra de Abalar, el epicentro del simbolismo que dio lugar al santuario de la Virxe da Barca de Muxía, sigue con problemas graves. El temporal del día de Reyes, que provocó numerosos destrozos en el entorno, volvió a partir la emblemática roca por quinta vez desde 1978. La fuerza del mar no había conseguido desgajarla del todo, pero la sucesión de nuevos frentes en los últimos días ha acabado por lograrlo. El fragmento de aproximadamente 1,5 metros de longitud y tonelada y medio de peso siguió deslizándose ladera abajo en dirección al mar y actualmente ya se encuentra encastrado en una grieta del terreno.
Al mismo tiempo, el grueso de la piedra, una mole de unas 80 toneladas, a la que las leyendas atribuyen desde capacidades adivinatorias hasta voluntad para resistirse al balanceo, se ha seguido desplazando sobre el manto granítico hasta apoyarse en otra roca. Una circunstancia que, como es evidente, le ha hecho perder su particular punto de contacto con el suelo que era lo que le permitía abalar.
El Concello ya ha puesto todos esos datos en conocimiento de Patrimonio y ahora está por tomar la decisión clave: ver si la piedra se repara o, si por el contrario, se prescinde para siempre de ese fragmento.


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