jueves, 7 de agosto de 2014

Campus Stellae

La Iglesia rehúsa una solución para las colas de los peregrinos

Las colas de peregrinos ante la Casa do Deán podrían paliarse con un sistema apropiado. Álvaro ballesteros
Las colas de personas delante de la Oficina del Peregrino, habituales en las fechas veraniegas, podrían tener una solución si existe voluntad de implantarla. Y también los problemas de los comerciantes afectados por el taponamiento humano de las puertas de sus negocios. La entidad turística que se ocupa de la consigna de los visitantes le propuso formalmente, hace meses, a los responsables eclesiásticos la posibilidad de instalación, sin contraprestaciones, de unas máquinas para facilitarles la vida a los peregrinos y evitarles una larga espera ante la oficina de acreditación. Pero la propuesta no tuvo éxito
Las colas ya no son persistentes en estos días, aunque hay fechas especiales en las que la gente se arracima en la meta del Camino y se concentra ante la Casa do Deán. Y la fila es larga. El comercio del inicio de la rúa do Vilar está harto de que les tapen sus tiendas. «Ahora ya se ha relajado este asunto, pero hubo momentos duros. Y el año pasado fue terrible. Lo que no puede es estar una persona hora y media de pie para recibir la compostela», señala un comerciante afectado. «He estado intentando controlar la situación, pero lo que no puedo estar continuamente pendiente de que me dejen la entrada libre. Me rindo», agrega.
Este empresario es consciente de que se han propuesto soluciones y desea como agua de mayo que lleguen a buen término, por el comercio y por los peregrinos. Por el momento no ha sido así.
La solución propuesta por la entidad que se ocupa de las consignas es la ubicación de unas máquinas como las que poseen distintas instalaciones privadas y públicas (desde un supermercado hasta la policía nacional), con una pantallita, que otorgan un número y el peregrino puede pasear por la ciudad o hacer otras cosas sin tener que aguardar un largo tiempo en una cola.
El aparato estaría colocado y en funcionamiento en 48 horas. «Tendría que haber un display (visualizador) o varios. La propuesta era hacerlo en los alrededores, utilizando la consigna, la tienda de la Catedral o la propia Oficina del Peregrino», señalan fuentes de la entidad proponente, quienes resaltan que «a ellos les pareció buena idea y hubo varias reuniones, pero no cuajó».
¿Por qué? Porque «era demasiado moderno e inapropiado para este tipo de servicios». Pero también porque podría haber gente que se despistase y acudiese fuera de hora. A este respecto habría que estimar, por cálculo y experiencia, el tiempo de tramitación y expedición de compostelas y estar atento al turno para no sobrepasarlo.

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