Las goteras de la Barca obligan a cubrir los retablos salvados
Si el día de Navidad fue el fuego y el fuerte
viento, ahora es la lluvia la que compromete la conservación del
santuario de la Virxe da Barca de Muxía. Pese a que el riesgo de
derrumbe parece descartado, según varios especialistas, lo que eran tres
goteras localizadas se han transformado en cuantiosas filtraciones que,
además de provocar ya charcos en el interior con abundante hollín del
incendio, han obligado a los operarios a cubrir con lonas los seis
retablos que se salvaron de la quema y que ahora se pretende restaurar.
En cuanto a la estabilidad, desde el empresario
encargado del desescombro hasta una de las arquitectas que se ocupará
del diseño de la reconstrucción, pasando por el subdirector de
Patrimonio y el responsable de arte sacro del Arzobispado, que han
vuelto a Muxía, todos coinciden al señalar que la estructura se mantiene
compacta, no hay signos de desplazamiento de los elementos que la
componen y aguantará.
Sin embargo, la meteorología no se lo está
poniendo ni mucho menos sencillo. Ayer mismo la lluvia volvió a caer de
manera insistente durante prácticamente toda la jornada y, aunque las
tejas colocadas sobre los muros exteriores ayudan a reducir la
penetración de agua en las paredes la situación dista mucho de ser la
ideal. De ahí que el alcalde, Félix Porto, valore positivamente la
decisión de la Consellería de Cultura de contratar la redacción del
proyecto de reconstrucción para que «os técnicos veñan xa»
y empiecen a trabajar cuanto antes. El objetivo no es otro que dotar al
templo de una cubierta a la mayor brevedad posible, a poder ser con
carácter ya definitivo, que permita abordar con tranquilidad las demás
actuaciones.
En cuanto al resto del entorno, con la Pedra de
Abalar como asunto central por la complicación técnica de su reparación,
los operarios siguen retirando y apilando trozos del muro perimetral
prácticamente arrancado de cuajo. Esta estructura, aunque unida con
cemento, tenía piedras de pequeño tamaño pero también piezas de cantería
de más de un metro de largo y decenas de kilos de peso, lo que ilustra a
la perfección la virulencia con la que actuó el mar en la mañana del
pasado día de Reyes.
La Consellería de Cultura, que había solicitado tres
ofertas, ha elegido la de Carmen Rey y Karme García, del estudio
compostelano K2C Arquitectas, para el diseño del proyecto básico de
rehabilitación del santuario Nosa Señora da Virxe da Barca, de Muxía,
gravemente dañado por un incendio el pasado día de Navidad.
La propuesta, que ya ha sido comunicada por el
conselleiro al arzobispo, se firmará hoy por un total de 21.462 euros,
una cantidad sensiblemente inferior a los 36.000 que la Xunta había
puesto a disposición para este cometido.
Al margen del aspecto económico, como explica
Cultura, en la decisión han influido de manera determinante los plazos,
porque las ganadores se comprometen a hacer el trabajo en un mes, y su
experiencia en actuaciones similares como las de los pazos de Xelmírez,
San Pedro de Busto, Amarante, Eidian, la restauración de la iglesia de
Ferreira de Pantón o las obras de emergencia en la catedral de Tui,
estas dos últimas en colaboración con otras empresas.
Para el alcalde muxían, Félix Porto, el anuncio es «outra boa noticia», junto con la de que el Arzobispado se hará cargo de los costes de la obra civil, y que llega después de «levar paus por todos os lados», en los últimos días
«Están cumprindo no que se comprometeran e cando fan as cousas como é debido tamén hai que dicilo», asegura el regidor socialista.
El mismo aspecto
La arquitecta Karme García asegura que, con
adaptación a las exigencias de la nueva normativa, el «aspecto final» de
la cubierta que van a diseñar «será el mismo» que tenía la destruida.
La encargada, junto a Carmen Rey, del proyecto asegura que, como
profesional, la manera en la que ha resistido la bóveda de ladrillo,
tierra y paja le invita a reflexionar sobre «lo agradecidos que tenemos
que estar de la maestría y el buen trabajo que hacían nuestros
ancestros», que se refleja, por ejemplo, «en algunas bóvedas de la
catedral que casi no sabemos cómo se sostienen».
Su estudio va a trabajar en exclusiva para este
proyecto y considera que el mes de plazo es suficiente, con lo que de lo
único que duda es «del tiempo».
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