El párroco muxían propone una idea creativa para evitar desplazamientos de la Pedra de Abalar
A nivel oficial no hay una decisión tomada pero
desde que se conoce que la Pedra de Abalar está rota de nuevo las
propuestas para repararla son tantas como vecinos tiene Muxía.
El párroco, Manuel Liñeiro, sin intención de «meterse no traballo dos técnicos, que para iso están e teñen os coñecementos»,
también maneja una alternativa que mezcla ingenio, su experiencia en
generación hidroeléctrica y sabiduría tradicional y que ya ha planteado
en otras ocasiones sin que, por el momento, nadie le haya tenido en
cuenta. La clave reside, a su juicio, en uno de los elementos más
significativos de la etnografía patria. «Os muíños de
auga -explica- teñen un reducio que xira constantemente e máis non
marcha polo río abaixo. Haberá que preguntarse por que».
La razón de esta movilidad y estabilidad
combinadas radica en «o ovo», una especie de rodamiento esférico de
piedra muy dura que fija el eje al lecho del río y le permite girar sin
ser arrastrado por la corriente.
La idea del religioso consiste en aplicar esa
misma tecnología, adaptada, en la Pedra. Para ejecutarla, bastaría con
levantarla, algo que parece que habrá que hacer de todos modos en la
reparación y practicarle un pequeño hoyo, tanto en la parte móvil, como
en el lecho rocoso sobre el que se asiente. Ahí se introduciría la
esfera «que non ten porque ser de seixo coma nos muíños porque hoxe hai outros materiais máis resistentes».
De este modo, podría mantener su movimiento característico y se
minimizaría el riesgo de que se escurra sobre el terreno en dirección al
mar, que es lo que ha provocado muchos de los desplazamientos y, con
ellos, también las fracturas.
Acertado o no, Liñeiro está completamente
convencido de la efectividad del método que, además, sería compatible
con la reparación que se pueda llevar a cabo para unir las dos partes
separadas y en las que hay muchas dudas respecto a los materiales a
emplear.
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