Gracias a esto, los agentes han podido identificar a los supuesto estafadores y han incrementado la vigilancia de la zona para evitar que se siga timando de esta forma a los peregrinos También los vecinos del entorno les avisan de lo que pueden encontrarse en su camino y les piden que no confíen en la historia que les cuentan. Aún así, los estafadores acaban volviendo y —según han relatado a este periódico algunos testigos de los hechos— cuando no consiguen su propósito molestan a los caminantes, aumentando la sensación de inseguridad que últimamente —tras la desaparición de una peregrina y el intento de rapto de otra mujer en el tramo del Camino a su paso por Astorga— ha afectado a este itinerario.
Este tipo de timo está bastante extendido por toda la geografía nacional y se da en diversos ámbitos, aunque los estafadores suelen aprovechar lugares de gran concentración de personas, como espacios urbanos céntricos y supermercados. Ahora, han fijado su acción también en el Camino de Santiago, aprovechando también la circunstancia de que muchos de los peregrinos son extranjeros y puede resultar más sencillo confundirlos y engañarlos
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