El ‘Camino de Santiago’ del Grial
El
‘milagro’ del Santo Grial es su capacidad para generar dinero. Aragón
ha visto el filón y ha decidido crear una ruta turística, similar al
Camino de Santiago, pero tras los pasos de la copa de Valencia, desde
su salida de Jerusalén hasta su llegada a la capital del Turia. Un
itinerario que recorre seis países y que cuenta, de momento, con una
subvención de 200.000 euros de la Comisión Europea.
Desde que los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega descubrieron que el cáliz que lleva mil años en San Isidoro es el Santo Grial, Valencia no ha dejado de buscar aliados para su copa. Hace unas semanas el Vaticano, a través del arzobispo saliente (Carlos Osoro) y el entrante (Antonio Cañizares) —quien antes de tomar posesión del cargo ocupaba un puesto de relevancia en la Santa Sede—, otorgaba un Año Jubilar cada cinco años en conmemoración del Santo Cáliz de la catedral de Valencia. La alcaldesa Rita Barberá ha apostado 80.000 euros, la mitad del presupuesto de Cultura, a una exposición sobre este cáliz. También la dirigente popular ha intentado sin éxito hasta el momento que la Unesco declare la copa Patrimonio de la Humanidad.
Y, por si fuera poco, ahora no sólo Aragón respalda una ruta en torno a una reliquia que carece de respaldo documental y se sustenta únicamente en leyendas, sino que también Castellón se acaba de sumar al itinerario del Grial, con «un mercado potencial de 2.300 millones de personas que profesan la religión cristiana», según el portavoz de Compromís en la Diputación, Enric Nomdedéu. El proyecto de la Universidad de Zaragoza, titulado Santo Grial: rutas místicas y actividades para mejorar el turismo local, ha trazado un gigantesco itinerario en torno a dos ejes: el que va de Gran Bretaña a España (atravesando Francia, Aragón y Valencia), y el que, por el Mediterráneo, une la Península Ibérica, con Malta, Creta y otros enclaves griegos, llegando hasta Bulgaria.
El cáliz de Valencia pasó por infinidad de iglesias y monasterios de Huesca y Zaragoza, además de Castellón, según cuenta la tradición oral. Esta copa viajó incluso, durante la Guerra de la Independencia, a las islas Baleares. La ruta del Grial que impulsa Zaragoza, pretende rescatar a personajes vinculados con el cáliz, así como mitos y mística.
Ya hay hasta un blog, elcaminodelsantogrial.com, que ofrece información práctica sobre la ruta que siguió el cáliz de Valencia desde San Juan de la Peña hasta la capital del Turia. Esta web describe las cuatro etapas de un camino de 518 kilómetros: San Juan de la Peña-Huesca (98 kilómetros en cinco etapas), Huesca-Zaragoza (73 kilómetros en tres etapas), Zaragoza-Teruel (182 kilómetros en ocho etapas) y Teruel-Valencia (165 kilómetros en siete etapas).
En León sólo hay un proyecto: la búsqueda de un eslogan que identifique la ciudad como sede del Grial, que auspician comerciantes y hosteleros.
Pese a la desproporcionada campaña que ha desatado Valencia, lo cierto es que la tesis de Torres y Ortega ha dado la vuelta al mundo y ha disparado las visitas a San Isidoro.
Desde que los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega descubrieron que el cáliz que lleva mil años en San Isidoro es el Santo Grial, Valencia no ha dejado de buscar aliados para su copa. Hace unas semanas el Vaticano, a través del arzobispo saliente (Carlos Osoro) y el entrante (Antonio Cañizares) —quien antes de tomar posesión del cargo ocupaba un puesto de relevancia en la Santa Sede—, otorgaba un Año Jubilar cada cinco años en conmemoración del Santo Cáliz de la catedral de Valencia. La alcaldesa Rita Barberá ha apostado 80.000 euros, la mitad del presupuesto de Cultura, a una exposición sobre este cáliz. También la dirigente popular ha intentado sin éxito hasta el momento que la Unesco declare la copa Patrimonio de la Humanidad.
Y, por si fuera poco, ahora no sólo Aragón respalda una ruta en torno a una reliquia que carece de respaldo documental y se sustenta únicamente en leyendas, sino que también Castellón se acaba de sumar al itinerario del Grial, con «un mercado potencial de 2.300 millones de personas que profesan la religión cristiana», según el portavoz de Compromís en la Diputación, Enric Nomdedéu. El proyecto de la Universidad de Zaragoza, titulado Santo Grial: rutas místicas y actividades para mejorar el turismo local, ha trazado un gigantesco itinerario en torno a dos ejes: el que va de Gran Bretaña a España (atravesando Francia, Aragón y Valencia), y el que, por el Mediterráneo, une la Península Ibérica, con Malta, Creta y otros enclaves griegos, llegando hasta Bulgaria.
El cáliz de Valencia pasó por infinidad de iglesias y monasterios de Huesca y Zaragoza, además de Castellón, según cuenta la tradición oral. Esta copa viajó incluso, durante la Guerra de la Independencia, a las islas Baleares. La ruta del Grial que impulsa Zaragoza, pretende rescatar a personajes vinculados con el cáliz, así como mitos y mística.
Ya hay hasta un blog, elcaminodelsantogrial.com, que ofrece información práctica sobre la ruta que siguió el cáliz de Valencia desde San Juan de la Peña hasta la capital del Turia. Esta web describe las cuatro etapas de un camino de 518 kilómetros: San Juan de la Peña-Huesca (98 kilómetros en cinco etapas), Huesca-Zaragoza (73 kilómetros en tres etapas), Zaragoza-Teruel (182 kilómetros en ocho etapas) y Teruel-Valencia (165 kilómetros en siete etapas).
En León sólo hay un proyecto: la búsqueda de un eslogan que identifique la ciudad como sede del Grial, que auspician comerciantes y hosteleros.
Pese a la desproporcionada campaña que ha desatado Valencia, lo cierto es que la tesis de Torres y Ortega ha dado la vuelta al mundo y ha disparado las visitas a San Isidoro.
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