domingo, 25 de octubre de 2015

Historias del Camino

¿De verdad que está en Inglaterra la mano del apóstol Santiago?

  por Cristobal Ramírez

santi




Esta semana asistí a un congreso sobre la Virgen María y el Apóstol Santiago. Hay que ser muy amigo del fenómeno jacobeo (o muy militante en la fe cristiana) para encontrarle atractivo a algo así, pero también creo que alguna vez había que hacer un congreso bajo ese título. Y como en todos los congresos, hubo de todo. No es mi fuerte lo que allí se trató, aunque alguna ponencia me interesó mucho, como la de un profesor de la Universidad de Exeter (Inglaterra), Simon Barton. Se centró en las reliquias del apóstol Santiago en la ciudad inglesa de Reading, donde estuve docenas de veces y a la que en tono relajado defendí en el coloquio porque el profesor Barton dejó bien claro una y otra vez que era una localidad fea.
Y salió, claro está, la principal reliquia: la mano del Apóstol Santiago, que acabó en la localidad de Marlow. Y a Marlow, preciosa, me fui yo con cita previa en el 2010. Un sacerdote afable y nonagenario o casi me llevó a una dependencia, abrió un armario gris vulgar co minúscula llavecita y con sus brazos agotados por la vida sacó la urna con el (supuesto) brazo cortado del Apóstol y lo colocó sobre la mesa.
-¿Le salen bien las fotos?
-Realmente el cristal de la urna refleja los destellos del flash, pero ya lo arreglaré en el photoshop.
-¡Oh, no se preocupe, le abro la urna!
Y el buen hombre abrió la urna, dejó ante mis ojos la mano y muñeca momificadas y le hice las fotos que quise.
-Hace años contactamos con la catedral de Santiago para estudiar la autenticidad de los restos pero no quisieron saber nada.
Y es que la Iglesia católica aprendió del fiasco de la Sábada Santa de Turín.
Y no, no me traje la mano a casa. Ni siquiera la toqué. Pero, documentada como está desde el año 640, no parece que le quede mucho tiempo a este paso: en un armarito cualquiera en una iglesia aislada. El Apóstol va a tener que hacer un milagro para que siga ahí…

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