Impulsan en Melide un proyecto para iluminar el Camino
Las carencias que
presenta el Camino de Santiago inspiraron uno de los últimos proyectos
que han salido de la gestoría de proyectos turísticos que regenta Manuel
Vázquez Lorenzo. Es un vecino de Melide y en tres lugares emblemáticos
del tramo de la ruta francesa que discurre por su municipio natal ha
puesto el foco para desarrollar una intervención que dotaría el
itinerario jacobeo de iluminación.
Salvando los puntos de luz que puedan existir
cuando atraviesa por núcleos de población, el Camino está a oscuras, un
estado que Manuel Vázquez plantea revertir instalando un sistema de
alumbrado con «mínimo consumo, mínimo mantenimiento y máximas
prestaciones energéticas», tal y como se lee en la memoria de un
proyecto piloto que Vázquez propone ejecutar de manera experimental en
el puente medieval de Furelos, en la iglesia de Santa María y en el
sendero que conduce a los pasiles del río Catasol.
Detrás de los reclamos energéticos de la
actuación están el uso de bombillas de bajo consumo -luminarias led- y
de paneles solares, según recoge el documento en el que se especifican
las cualidades técnicas de la intervención y explica el propio promotor,
que ha encargado la redacción a la empresa Cuatrotecnia Electrónica. Es
un proyecto a caballo «entre el turismo y lo último en tecnología
vinculada con el uso de las energías limpias», explica Manuel Vázquez.
El
sistema de iluminación se presenta en diferentes formatos adaptados,
también desde el punto de vista estético, al lugar concreto que se
pretenda iluminar: en barras de luz para situar a los pies de monumentos
y en soportes de acero que simulan mojones para las sendas. Los equipos
se probaron en los tres puntos emblemáticos del Camino Francés en
Melide que figuran en el proyecto piloto, que «es viable técnicamente»,
afirma Manuel Vázquez. Este gestor de proyectos turísticos melidense ya
llamó a la puerta de diferentes departamentos de la Xunta para presentar
el proyecto, en el que empezó a trabajar hace ya un año. «Gusto mucho»,
asegura tras haber llevado personalmente la iniciativa a la Consellería
de Industria y al Instituto Enerxético de Galicia (Inega), donde la
«falta de recursos» priva a la actuación del impulso económico que
precisa para materializarse. Al menos, de momento. Manuel Vázquez salió
con buenas impresiones de la Xunta, por lo que «a ver si para el año»,
dice. Iluminar medio kilómetro de Camino cuesta unos 100.000 euros, «un
coste pequeño para el gran potencial que tiene», afirma Vázquez.
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