domingo, 13 de julio de 2014

Lo que debe saber el peregrino

La importancia de los Bastones para quien camina


Aunque no sean imprescindibles, los bastones para senderismo son un elemento muy importante que aporta grandes ventajas en la práctica de esta actividad. Aquellos que no los han empleado nunca, quedan grátamente sorprendidos después de hacerlo por primera vez. El Camino es territorio más que adecuado para el uso de estas ayudas.
Cuanto más larga y exigente sea la ruta elegida, más beneficios se obtienen y más sentido tiene su uso pero, en cualquier caso, siempre son recomendables. Esto se debe a varios motivos:
  1. Tal vez el motivo principal, que hace a los bastones un complemento tan adecuado para los senderistas, sea el hecho de que permiten un adecuado reparto de pesos. Hay que tener en cuenta que, generalmente, llevamos alguna carga (mochila) durante las rutas de senderismo y tanto el peso de la carga como el de nuestro propio cuerpo recae exclusivamente en nuestras piernas, lo que sobrecarga con el esfuerzo continuado sus músculos y articulaciones. Mediante el empleo de bastones parte del esfuerzo de cuádriceps y gemelos se traslada al pecho y los brazos, con lo que mejora el rendimiento físico y el confort, así como la cantidad de esfuerzo que puede realizarse.
  2. Otra de las ventajas, que deriva en parte de la anterior, es el hecho de que al redistribuirse la carga y el esfuerzo entre más grupos musculares y partes del cuerpo se reduce mucho la posibilidad de sufrir lesiones en las articulaciones de las piernas (caderas, rodillas y tobillos), pues se evita sobrecargarlas, en especial en los descensos en los que a menudo se realizan pequeños “saltos”.
  3. Al utililzar bastones y movilizar de forma más acusada los brazos durante el caminar se consigue además marcar un ritmo con mayor facilidad, siendo la cadencia de pasos mucho más regular, realizando así de nuevo un esfuerzo mucho más eficaz.
  4. El empleo de bastones mejora notablemente el equilibrio, para ello solamente se debe alternar el movimiento de brazos y pies de la forma habitual al caminar (adelantando el brazo correspondiente al pie retrasado). Se pasa a tener 4 puntos de apoyo en vez de 2, lo que en caso de que se camine sobre un firme irregular es de gran importancia, ayudando de nuevo a prevenir lesiones como pueden ser torceduras y esguinces.
  5. Por último, nos sirve como elemento de protección personal pues siempre existe la posibilidad de que durante una ruta aparezca algún animal salvaje en el recorrido o algún otro imprevisto.

TIPOS DE BASTONES PARA SENDERISMO, materiales

Actualmente los bastones están hechos generalmente de distintas aleaciones de aluminio, lo que les confiere al tiempo resistencia y ligereza (unos 250 gramos cada bastón). Si queremos disponer de unos bastones aún más ligeros, sin sacrificar la resistencia, debemos optar por aquellos bastones que integran en su composición la fibra de carbono, lo que los hace mucho más ligeros que los que exlusivamente están fabricados con aluminio.
Si buscamos una buena relación calidad/precio, optaremos por los de aluminio. Si la ligereza es un factor esencial y el precio no es un problema, podremos elegir los bastones de fibra de carbono mucho más caros.
Existen, por supuesto desde siempre, bastones para senderismo “tradicionales” que emplean materiales mucho menos tecnológicos, fundamentalmente la madera y que son igualmente útiles a la hora de practicar senderismo si lo que pretendemos es mejorar el equilibrio y el reparto de pesos y esfuerzos. Lo que ocurre es que, en la actualidad, se ha impuesto el uso de bastones de aluminio o fibra de carbono, debido a que son mucho más ligeros y fáciles de transportar.

PARTES Y ELEMENTOS DE LOS BASTONES

Los bastones modernos están compuestos por distintas partes y elementos con un diseño muy estudiado y funciones claramente diferenciadas. Las partes en que podemos dividir los bastones para senderismo son fundamentalmente, de arriba a abajo, las siguientes:
Empuñadura:
Es la pieza que se encuentra en la parte superior del bastón y sobre la que colocamos la mano para agarrarlo.
Bastones con empuñaduras de corcho
Existen bastones con empuñaduras de diversos materiales, desde el plástico (el más habitual), hasta materiales algo más blandos como la gomaespuma. Existen también modelos que incorporan el corcho como material en la empuñadura, debido a que evita la sudoración de las manos que se produce con las empuñaduras de plástico.
Bastón con dos empuñaduras superpuestas
Existen en el mercado modelos de bastones para senderismo con doble empuñadura que, a la empuñadura existente en la parte superior del bastón, añaden una segunda situada algo más abajo, sobre el cuerpo del mismo, que permite poder asir el bastón a dos alturas distintas, con lo que varía su longitud a nuestra elección sin tener que estar ajustándola continuamente, lo cual puede resultar útil si transitamos por terrenos en los que existe una alternancia de subidas y bajadas cortas y muy repetidas (en subidas nos conviene una longitud del bastón más corta, mientras que en las bajadas emplearemos una mayor longitud).
Empuñadura con forma de bastón tradicional
Existen empuñaduras de formas también muy variadas, algunas permiten diversas maneras de empuñar los bastones (frontalmente o por la parte superior). Existen incluso modelos en el mercado que permiten emplear sus empuñaduras como soporte en el que anclar una cámara fotográfica.
Dragoneras:
Las dragoneras son las cintas que van unidas a la empuñdura y cuyo cometido es doble. Por un lado evitan que perdamos los bastones, en caso de que se nos resbalen de las manos, si bien su cometido principal es en realidad que nos permiten apoyar el peso también en la muñeca, siendo necesario así ejercer menos fuerza sobre la empuñadura con la mano y evitando que se nos sobrecarguen las manos debido a dicho esfuerzo continuado.
Bastón con dragonera acolchada
Hay que hacer hincapié en la importancia de un uso correcto de las dragoneras, pues de lo contrario pueden ser el origen de diversas lesiones. En zonas accidentadas y escabrosas es recomendable no usarlas, de manera que en caso de caida nos queden libres las manos para podernos agarrar (sobre todo en los descensos) y evitar además el que se nos pueda fracturar la muñeca si nos caemos y se nos queda mal enganchado el bastón.
También es importante conocer la forma correcta de colocarlas alrededor de las muñecas, que no es otra que introducir la mano en la dragonera y dejar el bastón colgando de ella para, a continuación y apoyando el bastón en el suelo, agarrar la empuñadura de manera que el extremo de la dragonera que está unido a la empuñadura quede entre ésta y la palma de nuestra mano. De esta manera podremos ejercer fuerza sobre la dragonera independientemente de que tengamos el bastón empuñado o no.
Cuerpo del bastón:
El cuerpo de los bastones para senderismo que se usan en la actualidad suele estar constituido por distintos segmentos telescópicos, generalmente tres (dos en ocasiones), que permiten regular su longitud adaptándola a nuestra altura y las condiciones del terreno, además de permitirnos plegarlos completamente para que ocupen muy poco espacio en la mochila. Estos bastones diponen de un mecanismo de ajuste que permite bloquear la disposición de los segmentos.
La longitud correcta del bastón es aquella en la que, una vez empuñado y apoyado en el suelo, nuestro brazo y antebrazo formen entre sí en el codo un ángulo de 90 grados.
Esta longitud es la adecuada en terreno llano. En las subidas será conveniente acortar un poco los bastones, mientras que en las bajadas es recomendable alargarlos.
Existen modelos que a parte de estar formados por segmentos, incorporan en ellos un sistema anti-shock, que hace que se reduzcan las vibraciones producidas cada vez que se clava el bastón en el terreno gracias al empleo de unos muelles que absorben esos impactos. De esta forma y al disiparse las vibraciones, éstas no llegan a las muñecas, codos y hombros, minimizando el riesgo de lesiones.
Bastón con sistema antishock
Rosetas:
Las rosetas son unas coronas circulares o arandelas dentadas que se colocan en la parte inferior de los bastones para senderismo y que evitan que al hincarlos en terrenos blandos (barro o nieve) éstos se hundan demasiado, lo que nos haría tropezar e incluso caer.
Existen rosetas de diversos diámetros y generalmente los bastones suelen venir provistos de al menos dos de distinta medida. Las rosetas son por lo general intercambiables de forma que podamos montar en cada momento aquellas más adecuadas al terreno por el que vayamos a transitar. Las rosetas pequeñas son adecuadas para el barro, mientras que las de mayor diámetro suelen estar más indicadas para la nieve.
En terrenos duros no es necesario su uso, por lo que pueden desmontarse y así el bastón dispondrá de un mayor ángulo de ataque, pudiendo emplearse con una mayor inclinación sobre el terreno sin miedo a que al inclinarlo mucho lo que apoye sea la roseta y no la punta del bastón, evitando que el bastón pueda resbalar sobre la roseta y en consecuencia una posible caída.
Regatones y puntas:
Las puntas son las piezas de remate que se colocan en el extremo del bastón que está en contacto con el terreno, van alojadas en el regatón que es una pieza semiflexible. Debido a que son la parte del bastón que está sometida a un mayor desgaste, las puntas suelen estar hechas de tungsteno, un material muy resistente a la abrasión y que soporta muy bien el desgaste.
Para mejorar el agarre, las puntas suelen ser moleteadas.
Existen modelos que permiten el uso de conteras, unas piezas especiales de caucho o goma blanda que se pueden superponer a las puntas de tungsteno, reduciendo las vibraciones al apoyar los bastones sobre terrenos muy duros en los que no se pueden clavar las puntas y que sirven además como protección para evitar clavar las puntas de los bastones accidentalmente mientras se transportan. Las conteras se suelen emplear frecuentemente en la marcha nórdica o travesía activa.
Debe tenerse cuidado al emplear los bastones de no atascar el regatón entre las piedras pues, en tal caso, es probable que al hacer palanca lleguemos a doblar el cuerpo del bastón y por tanto a romperlos. Los regatones están diseñados de forma que absorben el esfuerzo de palanca que se realiza sobre ellos al clavar los bastones siempre y cuando éste no sea excesivo.

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