El Camino de Santiago, candidato a Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España
Madrid.- El Camino de Santiago ha sido declarado hoy candidato a convertirse en uno de los 10 tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, de acuerdo con la iniciativa que desarrolla el Bureau Internacional de Capitales Culturales (www.ibocc.org), con la voluntad de promover, divulgar, sensibilizar y salvaguardar el rico patrimonio cultural inmaterial español.
Hasta la fecha, además del Camino de Santiago, han sido declarados candidatos a Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España el Filandón de León, la leyenda del Lagarto de la Malena de Jaén, el Txistu del País Vasco, la fiesta del Curpillos de Burgos, la tradición de la Virgen del Pilar de Zaragoza, el Festival Internacional de Santander, el Canto de la Sibila de Mallorca, la Bienal de Flamenco de Sevilla, el Silbo Gomero, la Rapa das Bestas de Sabucedo, los Sanfermines, el Tribunal de las Aguas de Valencia, el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, el Carnaval de Cádiz y el Festival de Teatro Clásico de Mérida. El patrimonio cultural inmaterial se define, según la Convención para la protección del patrimonio inmaterial de la Unesco, como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural.
Algunas de sus características son las siguientes: se transmite de generación en generación; es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia; infunde a las comunidades y los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad; promueve el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana; es compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes; cumple los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes: tradiciones y expresiones orales; artes del espectáculo, como la música tradicional, la danza y el teatro; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; técnicas artesanales tradicionales. En el ámbito del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, la Unesco tiene una lista de noventa elementos representativos de todo el mundo, entre los que encontramos La Patum de Berga y el Misterio de Elche.
Hasta la fecha, además del Camino de Santiago, han sido declarados candidatos a Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España el Filandón de León, la leyenda del Lagarto de la Malena de Jaén, el Txistu del País Vasco, la fiesta del Curpillos de Burgos, la tradición de la Virgen del Pilar de Zaragoza, el Festival Internacional de Santander, el Canto de la Sibila de Mallorca, la Bienal de Flamenco de Sevilla, el Silbo Gomero, la Rapa das Bestas de Sabucedo, los Sanfermines, el Tribunal de las Aguas de Valencia, el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, el Carnaval de Cádiz y el Festival de Teatro Clásico de Mérida. El patrimonio cultural inmaterial se define, según la Convención para la protección del patrimonio inmaterial de la Unesco, como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural.
Algunas de sus características son las siguientes: se transmite de generación en generación; es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia; infunde a las comunidades y los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad; promueve el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana; es compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes; cumple los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes: tradiciones y expresiones orales; artes del espectáculo, como la música tradicional, la danza y el teatro; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; técnicas artesanales tradicionales. En el ámbito del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, la Unesco tiene una lista de noventa elementos representativos de todo el mundo, entre los que encontramos La Patum de Berga y el Misterio de Elche.
El Camino de Santiago ha significado en la historia europea el primer elemento vertebrador del viejo continente. El hallazgo del sepulcro del primer apóstol mártir, Santiago el Mayor, supuso encontrar un punto de referencia indiscutible en el que podía converger la pluralidad de concepciones de distintos pueblos ya cristianizados, pero necesitados en aquel entonces de unidad.
La creencia cada vez más extendida en los milagros de Santiago provocó que la gente comenzara a peregrinar hacia Santiago de Compostela para obtener su gracia. El primer peregrino conocido fue Gotescalco, obispo de Puy, el año 950, en unión de una importante comitiva.
El Camino de Santiago ha ido unido indisociablemente a la cultura, a la formación y a la información. Cuanto se decía, predicaba, contaba, cantaba, esculpía o pintaba en el camino alcanzaba siempre a más gente y a más lugares.
Gracias a su influjo en el arte y la literatura, Compostela, junto con Jerusalén y Roma, se convirtió en meta de la sociedad cristiana, especialmente a partir del siglo XI al XIV. El Camino, fenómeno peregrinatorio jacobeo, llegaría a ser un foco catalizador de toda la sociedad cristiana.
El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle Mayor de Europa. Además es Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, desde 2004.
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