Estadísticas, espiritualidad, ligues y «pijigrinos»
M.R
Santiago.- Apenas se encuentran peregrinos durante el trayecto. Quizás por la hora (media tarde) o por el tiempo, que pasó de una mañana lluviosa a una tarde de calor sofocante con un sol de justicia.El único viajero en estos primeros kilómetros es Lluis Oviedo, un franciscano que ejerce como profesor de teología en la Universitá Pontificia Antonianum, de Roma.
Sorprende ver a un hombre con un historial tan religioso haciendo la ruta pagana del Camino, aunque el mismo nos lo aclara. «En realidad no hay tanto paganismo o neopaganismo en el Camino a Fisterra, lo que sí hay es mucho eclecticismo. Según algunos estudios que hemos hecho sobre el Camino solo un treinta por ciento de quienes lo realizan lo hacen por motivos espirituales. Además, el Camino en general se está secularizando cada vez más». Inmersos en una continua charla sobre los resultados de esos estudios o sobre la espiritualidad, más allá del cristianismo ortodoxo, los kilómetros se van haciendo más amenos y el calor más llevadero. Así, el trayecto discurre en total tranquilidad y armonía con el medio ambiente, aunque para Lluis «habría que encontrar el equilibrio entre el silencio del que puedes disfrutar, por ejemplo, durante las etapas por la meseta castellana del Camino Francés, más dado a la espiritualidad, y el ajetreo de peregrinar con otras personas».
Continuando con el tema de la compañía pasamos a discutir sobre los ligues en el Camino. «Solo un 1,2% de los peregrinos reconocen antes de comenzar el viaje que lo hacen para ligar, a lo que alguna chica me respondió que había mucho mentiroso suelto. Pero de todas formas es difícil que los amores del Camino continúen fuera de él».
Siguiendo con estas divagaciones acabamos discutiendo sobre la «vida simple del peregrino». «Muchos peregrinos se quejan de los llamados 'pijigrinos', pero estos dejan mucho más a la economía gallega que los tradicionales, por lo que es normal que desde la Xunta se promueva este tipo de peregrinación».
Y como ejemplo un anuncio de la Xunta que vio en la televisión valenciana, en el que aparecen unas «pijigrinas» terminando el Camino con una buena mariscada y una ría gallega de fondo. Más de un peregrino clásico se habrá tirado de los pelos al verlo.
M.R
Santiago.- Apenas se encuentran peregrinos durante el trayecto. Quizás por la hora (media tarde) o por el tiempo, que pasó de una mañana lluviosa a una tarde de calor sofocante con un sol de justicia.El único viajero en estos primeros kilómetros es Lluis Oviedo, un franciscano que ejerce como profesor de teología en la Universitá Pontificia Antonianum, de Roma.
Sorprende ver a un hombre con un historial tan religioso haciendo la ruta pagana del Camino, aunque el mismo nos lo aclara. «En realidad no hay tanto paganismo o neopaganismo en el Camino a Fisterra, lo que sí hay es mucho eclecticismo. Según algunos estudios que hemos hecho sobre el Camino solo un treinta por ciento de quienes lo realizan lo hacen por motivos espirituales. Además, el Camino en general se está secularizando cada vez más». Inmersos en una continua charla sobre los resultados de esos estudios o sobre la espiritualidad, más allá del cristianismo ortodoxo, los kilómetros se van haciendo más amenos y el calor más llevadero. Así, el trayecto discurre en total tranquilidad y armonía con el medio ambiente, aunque para Lluis «habría que encontrar el equilibrio entre el silencio del que puedes disfrutar, por ejemplo, durante las etapas por la meseta castellana del Camino Francés, más dado a la espiritualidad, y el ajetreo de peregrinar con otras personas».
Continuando con el tema de la compañía pasamos a discutir sobre los ligues en el Camino. «Solo un 1,2% de los peregrinos reconocen antes de comenzar el viaje que lo hacen para ligar, a lo que alguna chica me respondió que había mucho mentiroso suelto. Pero de todas formas es difícil que los amores del Camino continúen fuera de él».
Siguiendo con estas divagaciones acabamos discutiendo sobre la «vida simple del peregrino». «Muchos peregrinos se quejan de los llamados 'pijigrinos', pero estos dejan mucho más a la economía gallega que los tradicionales, por lo que es normal que desde la Xunta se promueva este tipo de peregrinación».
Y como ejemplo un anuncio de la Xunta que vio en la televisión valenciana, en el que aparecen unas «pijigrinas» terminando el Camino con una buena mariscada y una ría gallega de fondo. Más de un peregrino clásico se habrá tirado de los pelos al verlo.
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