El día 28, V Jornada Mundial de la Lentitud
Toledo.- La cita es el próximo lunes, entre las 8.30 y las 11.30 y se celebra en todo el mundo. Nos referimos a la Quinta Jornada Mundial de la Lentitud, con la que se pretende llamar la atención sobre los daós sociales, ambientales, económicos y culturales de vivir a toda prisa.
El lema en esta ocasión es “Ambiciosos y altruistas – Vida lenta, vida verde, mejor vida”.
El Movimiento Lento es un nuevo proyecto cultural que crece día a día en el mundo y que propone, entre otras cosas, viajar a pie o en bicicleta. No sólo como actividad de tiempo libre, sino como auténtico modo de vida para poner coto al estrés, las prisas y todo aquello que convierte la vida humana en una auténtica tortura.
Una de las actividades más conocidas del Movimiento Lento, que conecta en plenitud con lo que significa el Camino de Santiago, consiste en idear y difundir itinerarios que pueden ser recorridos a pie o en bici, sin prisas y con seguridad, en contraposición a los viajes con apuros y en medios de locomoción cada vez más veloces.
Se trata, seguramente, de la alternativa más clara al actual modelo de desarrollo basado en las prisas, por la pérdida de calidad de vida que entraña, de manera particular en las ciudades.
Desde este movimiento, para la vida lenta, que abarca múltiples puntos de vista sobre cómo mejorar nuestra calidad de vida introduciendo la deceleración en nuestro quehacer diario, se nos propone no obsesionarnos con la cantidad de tareas terminadas y dedicar a cada una de ellas el tiempo y la atención que requieran; se trata de valorar más la calidad que la cantidad.
En SlowPlanet, sitio web que funciona como lugar de encuentro global del Movimiento Lento, explican que no se trata de hacer todo a paso de tortuga sino de vivir a la velocidad correcta. Este sitio fue fundado por Carl Honoré, autor de In Praise of Slow (traducido en España como Elogio de la lentitud), considerado como la guía extraoficial del Movimiento Lento, y Geir Berthelsen, junto a la empresa Dale+Bang, y en él, a través de su blog y su foro, tiene lugar un intercambio de ideas sobre qué es y cómo debería desarrollarse este movimiento.
Los objetivos perseguidos con la adopción de un ritmo más lento en nuestras vidas son conseguir establecer relaciones más profundas, productivas y creativas con las personas que nos rodean, entre las comunidades y con el medio ambiente, en vez de destruir dichas relaciones, que son las que, al fin y al cabo, nos nutren.
Este movimiento comenzó con la Comida Lenta (Slow food) en Italia y funciona como movimiento internacional organizado entorno a un manifiesto desde hace ya más de 20 años. Hoy cuenta con unos 100.000 miembros en 132 países, organizados en convivia o comunidades locales. Desde Slow food se defiende la elaboración de comidas con productos locales de temporada, producidos de manera responsable social y medioambientalmente (su lema es: “alimentación buena, limpia y justa”), y el consumo de alimentos prestando atención a los sabores y olores, así como a las personas con las que compartimos la comida.
Esta asociación sin ánimo de lucro, que se mantiene con las aportaciones de los socios, presta una atención especial a la base de nuestra alimentación: a los productores de alimentos y a la manera en que estos son producidos, promoviendo una producción alimentaria sostenible en armonía con la biodiversidad y con la naturaleza en general. Para lograr estos objetivos, desde esta asociación se ha promovido la formación de una red en la que tienen cabida todas aquellas personas preocupadas por la producción respetuosa de alimentos, Terra Madre.
A partir de ahí se ha ido extendiendo a otros aspectos de nuestra vida y del sistema productivo, como el trabajo, el dinero, los viajes, el sexo, el diseño,…las ciudades.
El diseño lento (Slow design), como movimiento global establecido a partir de un manifiesto oficial, surge de la aproximación del mundo del diseño al Slow food, de donde sale la idea de que la lentitud aplicada al diseño puede constituir una influencia positiva para lograr un desarrollo sostenible. Posteriormente este concepto ha ido evolucionando y hoy comprende múltiples enfoques sobre qué es o debería ser el diseño lento. Dichos puntos de vista incluyen elementos como un mayor tiempo de diseño dedicado a prestar atención a los materiales y a los procesos, a sus posibilidades de expresión y a su impacto sobre la vida. También pueden procurar utilizar materiales y técnicas locales o tomar la cultura local como referencia o incorporar la idea de los ciclos naturales en sus creaciones. Se trata de una corriente reciente pero ya cuenta con miembros en más de 100 países.
Con anterioridad a la publicación del manifiesto del diseño lento, a finales de los años 90 del siglo pasado comienza también en Italia el movimiento para las ciudades lentas, Cittaslow, que con el paso del tiempo ha ido creciendo hasta constituir una red internacional. Esta red está formada por ciudades de unos 19 países que deben cumplir una serie de requisitos como que no han de sobrepasar los 50.000 habitantes, la protección y mejora del medio ambiente y la potenciación de la hospitalidad y la convivencia entre los habitantes y los turistas.
Lentamente, este movimiento se extiende y consolida. Más direcciones de interés:
Slow Página creada en 2004 por Alaistair Fuad – Luke para promover el debate sobre el concepto del diseño lento. Actualmente reúne reflexiones del autor sobre esta corriente correspondientes al 2004 y principios de 2005, cuando pasa a unirse a Slow Lab, una organización sin ánimo de lucro para el diseño lento fundada por Carolyn Strauss.
Cittaslow España Red española de ciudades lentas que de momento está formada por 6 pequeñas poblaciones.
Society for Deceleration of Time Asociación austríaca para la deceleración del tiempo.
In praise of slow Blog de Carl Honoré, autor de Elogio de la lentitud.
Slow is beautiful Página sobre Keibo Oiwa, autor del libro Slow is beatiful, considerado como la guía del movimiento Slow japonés, y fundador del Sloth Club, que representa el movimiento lento en Japón.
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