Declaración de Villanueva de Bogas sobre el Camino del Sureste
Los aquí reunidos en Villanueva de Bogas, miembros de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de diferentes provincias y regiones, y entre otros los de la provincia de Toledo, nos congratulamos por esta jornada de convivencia de tantos que practican la hospitalidad, la solidaridad y el espíritu jacobeo en el Camino del Sureste, con motivo de la presentación y lanzamiento de la Guía de esa ruta que han elaborado con esmero y esfuerzo nuestros compañeros y amigos peregrinos Manuel Aliaga, Paco Serra y Pedro Antonio Serrano.
Y en esta ocasión que nos brinda el fruto del trabajo de nuestros amigos, así como la generosidad del Teatro Alquimia, la hospitalidad de la localidad toledana de Villanueva de Bogas, y de modo especial la de nuestro compañero José Luis López Villamuelas y su compromiso jacobeo, queremos dejar testimonio de lo que sigue:
I) Que la elección de Toledo para hacer la presentación de esta Guía, es muy acertada porque no podría haber muchos lugares más adecuados que estas tierras que un día vieron vagar al Caballero de la Triste Figura, ya que ocupan una posición central en nuestra Ruta del Sureste o del Mediterráneo e incluso en la geografía de la Península Ibérica.
II) Que las tierras del antiguo Reino de Toledo, en las que abundan iglesias, capillas y hospitales de Santiago, donde se ha preservado el rito hispano-mozárabe que antaño practicaron en la liturgia de sus misas tantos peregrinos jacobeos, guardan testimonios seculares de paso de aquellos viajeros que iban a Compostela provistos de hábito pardo, bordón, calabaza y venera a pedir la intercesión del Apóstol.
III) Que es preciso recordar que Toledo fue reconquistada al Islam en 1085, en pleno siglo XI –cuando se sitúa cronológicamente el gran desarrollo de las peregrinaciones-, por el Rey Alfonso VI de Castilla, cuya esposa cristiana, la francesa Doña Constanza, propició el éxito del Camino y la construcción junto a éste de decenas de monasterios por los monjes de Cluny y la conversión de Compostela en la ciudad que hoy conocemos.
IV) Que este Camino del Sureste une en una perfecta diagonal sobre el mapa peninsular las costas mediterráneas, a las que, según la tradición, pudo arribar un día el Apóstol Santiago, y las brumosas tierras gallegas y el Finisterre, donde según otras tradiciones centró su predicación el que fuese apodado Hijo del Trueno.
V) Que el Camino del Sureste respeta el trazado de la ruta de Alicante a Santiago, tal y como queda patente en la guía de Caminos Reales más antigua que se conserva, el Repertorio del cartero real valenciano Pedro Juan de Villuga, de 1546, que contiene 139 itinerarios, equivalentes a 18.000 kilómetros de esas vías de comunicación. Itinerarios repetidos 30 años después en una obra similar elaborada por Alonso de Meneses.
VI) Que esta ruta a Santiago merece especial atención y un mejor desarrollo, puesto que ofrece al peregrino la mayor variedad de paisajes y climas en sus casi 40 etapas, además de pasar por algunas de las ciudades más hermosas de España y coincidir en algunos tramos con los parajes que se mencionan en la novela que todos consideramos la cumbre de las letras españolas: El Quijote, donde también aparecen los peregrinos.
VII) Que para que esta ruta nuestra cobre nuevo ímpetu, es de gran importancia la existencia de la Guía que hoy se presenta, elaborada con toda solvencia y gran dedicación por auténticos peregrinos, pero también se requiere un mayor compromiso de integración de las Asociaciones jacobeas que jalonan este sendero y un mejor apoyo de las instituciones públicas y hasta de los medios de comunicación social. La Declaración como Bien de Interés Cultura (BIC), resulta un objetivo al que debemos aspirar más pronto que tarde.
VIII) Que hay que valorar en su justa importancia la contribución a esta ruta del Camino Manchego, que desde Toledo –la antigua capital de un Reino y más tarde de un Imperio- forma un único sendero con el del Sureste, lo que permite recuperar las vías de peregrinación a Santiago de los mozárabes peninsulares que venían desde buena parte de Andalucía, Murcia, Alicante y la mayor parte de La Mancha en dirección a Compostela.
IX) Que hay que valorar positivamente entusiastas iniciativas como la de la Asociación abulense, que ha propuesto un programa de marchas por relevos de las Asociaciones del Camino para darle mayor proyección y crear ese espíritu de solidaridad que merece nuestra Ruta. Y que merece la pena emprender todo tipo de iniciativas para que el Camino del Sureste y su hermano Manchego reciban el reconocimiento entre los grandes itinerarios a Santiago, lo que sólo será posible si se dan la mano los esfuerzos de las Asociaciones jacobeas, los peregrinos, las instituciones civiles y las religiosas.
X) Que antes que nada hay que trabajar para que el Camino del Sureste y el Manchego tengan mejores lugares de acogida al peregrino –sean privados, públicos o eclesiales-, así como más y mejores infraestructuras de las que precisan los caminantes: fuentes, lugares sombreados y andaderos al margen de las carreteras.
Y para que conste, lo firman en Villanueva de Bogas, en este día 26 de febrero de 2011, las siguientes Asociaciones y personas: (Siguen las firmas de una quincena de asociaciones y de las autoridades presentes)