Un Camino imaginario
La ruta hacia Santiago está escrita en miles de libros. Hay casi un título para cada peregrino. el camino de santiago es un territorio literario que se ha ido escribiendo siglo a siglo. Una ruta de ficción plasmada en miles de libros
PorVerónica Viñas
El Camino de Santiago está escrito en miles de libros. Ensayos, novelas, guías para hacerlo a pie, en bici, en moto, a caballo… libros de viajes, de autoayuda, espirituales, guías monumentales… Abrumador. Si cientos de miles de peregrinos recorren cada temporada esta ruta milenaria, igualmente, el mundo editorial ‘escupe’ anualmente cientos de títulos. Autores de todos los tiempos y estilos han encontrado la inspiración en el itinerario que lleva a la supuesta tumba del apóstol.
Paulo Coelho, Álvaro Cunqueiro, Cees Nooteboom, Fernando Sánchez Dragó, Matilde Asensi, José Luis Corral, Edith Wharton o la actriz Shirley Maclaine se han dejado seducir por el camino de las estrellas.
También a los escritores leoneses les ha tentado esta ruta iniciática, como al académico Luis Mateo Díez en Las horas contadas o a Jesús Torbado en El peregrino, así como al abad emérito de San Isidoro Antonio Viñayo y su Camino de Santiago en el solar leonés; La ruta imaginaria, de José Luis Puerto; y Peregrinajes: 365 pasos por el Camino de Santiago, de Xurxo Lobato.
El escritor gallego Álvaro Cunqueiro escribió, curiosamente, un libro sobre el Camino que discurre por León, titulado Allá en el Noroeste… Una cartografía literaria del Camino en León.
Sin duda, los thriller ambientados en el Camino son, salvo excepciones, los que encuentran mayor eco entre los lectores. Recientemente, José Luis Corral publicaba El códice del peregrino, donde ‘reconstruye’ el célebre robo del Códex Calixtino —considerado como la primera guía del Camino de Santiago—, que desapareció misteriosamente hace un año de la catedral de Compostela.
Templarios, órdenes secretas, tesoros escondidos, peregrinos que no son lo que parecen... el camino que conduce a Finisterra, el fin del viejo mundo, está plagado de extraños personajes.
El Camino, una fabulosa vía de penetración y de contacto con Europa, fue, además, un espléndido cordón umbilical que mantuvo unida a la Península con peregrinos venidos del Norte, un ‘pasillo’ por el que circularon las principales corrientes literarias, artísticas y de pensamiento llegadas del otro lado de los Pirineos.
Como escribió Alejo Carpentier: «Por caminos de Francia va el romero, con las manos flacas asidas del bordón, luciendo la esclavina santificada por hermosas conchas cosidas al cuero, y la calabaza que sólo carga agua de arroyos».
Un camino tan transitado durante siglos ha originado, inevitablemente, todo tipo de leyendas y tradiciones épicas. Son parte de esa cartografía literaria que subyace en un camino que es más emocional, imaginario y literario que geográfico.
Lo cierto es que la ruta a Compostela ha dejado profunda huella en la literatura.
Cuatro escritores sin nada en común han ascendido al ‘olimpo’ de los más vendidos en el mundo por sus obras sobre el Camino de Santiago: la actriz estaodunidense Shirley Maclaine, el brasileño Paulo Coelho, el alemán Hape Kerkeling y la coreana Kim Hyosun.
El Camino no sólo ha sido fuente de inspiración para novelistas, también destacados poetas han sentido el ‘poder telúrico’ de este itinerario mágico. Desde Antonio Machado a García Lorca, así como Zorrilla, el Arcipreste de Hita, Gonzalo de Berceo, Quevedo y Rosalía de Castro citan en sus versos esta ruta milenaria. También algunos clásicos españoles, como los gallegos Valle-Inclán, Torrente Ballester y Camilo José Cela ‘deslizan’ su prosa por el camino de las grandes peregrinaciones.
Matilde Asensi, una de las autoras que más vende en España, ha encontrado en el Camino de Santiago un extraordinario filón en el que ambientar sus novelas de intriga. Peregrinatio es un auténtico homenaje a la ruta jacobea, en el que rescata a su personaje más emblemático, Galcerán de Born o Iacobus el físico, y a su hijo, Jonás de Born. El libro está concebido como una larga misiva datada a principios del siglo XIV. En ella, Galcerán de Born, antiguo monje de la Orden Hospitalaria de San Juan, explica al hijo los secretos del camino que le impone recorrer. En Iacobus, Asensi pone a Galcerán de Born a investigar la muerte de Clemente V y la Felipe IV de Francia, tras la ejecución del Gran Maestre de la Orden del Temple. Una vertiginosa aventura que lleva al protagonista al Camino de Santiago.
La célebre escritora norteamericana Edith Wharton, autora de la conocida obra adaptada al cine La edad de la inocencia, también relató sus peregrinajes por el Camino de Santiago en la década de los años veinte.
El libro Ficciones y semblanzas de un territorio jacobeo (Junta de Castilla y León, edición no venal), coordinado por Javier Gómez-Montero reúne a 25 galardonados con el Premio Castilla y León de las Letras, cuyos textos suponen una suerte de guía literaria del Camino. Miguel Delibes, Claudio Rodríguez, los leoneses Antonio Gamoneda y Antonio Colinas, Carmen Martín Gaite, Torrente Ballester, Rosa Chacel o Rodríguez Adrados son algunos de los autores de este libro.
El hispanista irlandés Walter Starkie, que recorrió el Camino de Santiago al menos en cuatro ocasiones entre 1924 y 1954, mezcla historia, autobiografía y libro de viajes en Las peregrinaciones al sepulcro del peregrino.
Ulrike Schweikert, una de las escritoras alemanas de mayor éxito es autora de La maldición del Camino de Santiago, una novela histórica de 672 páginas que incluye buenas dosis de aventura e intriga. La protagonista es la joven Juliana, cuyo padre, senescal del Palatinado Imperial de Wimpfen (Franconia), es encontrado junto al cadáver de un caballero templario con una daga manchada de sangre en su mano…
El Camino de Santiago está escrito en miles de libros. Ensayos, novelas, guías para hacerlo a pie, en bici, en moto, a caballo… libros de viajes, de autoayuda, espirituales, guías monumentales… Abrumador. Si cientos de miles de peregrinos recorren cada temporada esta ruta milenaria, igualmente, el mundo editorial ‘escupe’ anualmente cientos de títulos. Autores de todos los tiempos y estilos han encontrado la inspiración en el itinerario que lleva a la supuesta tumba del apóstol.
Paulo Coelho, Álvaro Cunqueiro, Cees Nooteboom, Fernando Sánchez Dragó, Matilde Asensi, José Luis Corral, Edith Wharton o la actriz Shirley Maclaine se han dejado seducir por el camino de las estrellas.
También a los escritores leoneses les ha tentado esta ruta iniciática, como al académico Luis Mateo Díez en Las horas contadas o a Jesús Torbado en El peregrino, así como al abad emérito de San Isidoro Antonio Viñayo y su Camino de Santiago en el solar leonés; La ruta imaginaria, de José Luis Puerto; y Peregrinajes: 365 pasos por el Camino de Santiago, de Xurxo Lobato.
El escritor gallego Álvaro Cunqueiro escribió, curiosamente, un libro sobre el Camino que discurre por León, titulado Allá en el Noroeste… Una cartografía literaria del Camino en León.
Sin duda, los thriller ambientados en el Camino son, salvo excepciones, los que encuentran mayor eco entre los lectores. Recientemente, José Luis Corral publicaba El códice del peregrino, donde ‘reconstruye’ el célebre robo del Códex Calixtino —considerado como la primera guía del Camino de Santiago—, que desapareció misteriosamente hace un año de la catedral de Compostela.
Templarios, órdenes secretas, tesoros escondidos, peregrinos que no son lo que parecen... el camino que conduce a Finisterra, el fin del viejo mundo, está plagado de extraños personajes.
El Camino, una fabulosa vía de penetración y de contacto con Europa, fue, además, un espléndido cordón umbilical que mantuvo unida a la Península con peregrinos venidos del Norte, un ‘pasillo’ por el que circularon las principales corrientes literarias, artísticas y de pensamiento llegadas del otro lado de los Pirineos.
Como escribió Alejo Carpentier: «Por caminos de Francia va el romero, con las manos flacas asidas del bordón, luciendo la esclavina santificada por hermosas conchas cosidas al cuero, y la calabaza que sólo carga agua de arroyos».
Un camino tan transitado durante siglos ha originado, inevitablemente, todo tipo de leyendas y tradiciones épicas. Son parte de esa cartografía literaria que subyace en un camino que es más emocional, imaginario y literario que geográfico.
Lo cierto es que la ruta a Compostela ha dejado profunda huella en la literatura.
Cuatro escritores sin nada en común han ascendido al ‘olimpo’ de los más vendidos en el mundo por sus obras sobre el Camino de Santiago: la actriz estaodunidense Shirley Maclaine, el brasileño Paulo Coelho, el alemán Hape Kerkeling y la coreana Kim Hyosun.
El Camino no sólo ha sido fuente de inspiración para novelistas, también destacados poetas han sentido el ‘poder telúrico’ de este itinerario mágico. Desde Antonio Machado a García Lorca, así como Zorrilla, el Arcipreste de Hita, Gonzalo de Berceo, Quevedo y Rosalía de Castro citan en sus versos esta ruta milenaria. También algunos clásicos españoles, como los gallegos Valle-Inclán, Torrente Ballester y Camilo José Cela ‘deslizan’ su prosa por el camino de las grandes peregrinaciones.
Matilde Asensi, una de las autoras que más vende en España, ha encontrado en el Camino de Santiago un extraordinario filón en el que ambientar sus novelas de intriga. Peregrinatio es un auténtico homenaje a la ruta jacobea, en el que rescata a su personaje más emblemático, Galcerán de Born o Iacobus el físico, y a su hijo, Jonás de Born. El libro está concebido como una larga misiva datada a principios del siglo XIV. En ella, Galcerán de Born, antiguo monje de la Orden Hospitalaria de San Juan, explica al hijo los secretos del camino que le impone recorrer. En Iacobus, Asensi pone a Galcerán de Born a investigar la muerte de Clemente V y la Felipe IV de Francia, tras la ejecución del Gran Maestre de la Orden del Temple. Una vertiginosa aventura que lleva al protagonista al Camino de Santiago.
La célebre escritora norteamericana Edith Wharton, autora de la conocida obra adaptada al cine La edad de la inocencia, también relató sus peregrinajes por el Camino de Santiago en la década de los años veinte.
El libro Ficciones y semblanzas de un territorio jacobeo (Junta de Castilla y León, edición no venal), coordinado por Javier Gómez-Montero reúne a 25 galardonados con el Premio Castilla y León de las Letras, cuyos textos suponen una suerte de guía literaria del Camino. Miguel Delibes, Claudio Rodríguez, los leoneses Antonio Gamoneda y Antonio Colinas, Carmen Martín Gaite, Torrente Ballester, Rosa Chacel o Rodríguez Adrados son algunos de los autores de este libro.
El hispanista irlandés Walter Starkie, que recorrió el Camino de Santiago al menos en cuatro ocasiones entre 1924 y 1954, mezcla historia, autobiografía y libro de viajes en Las peregrinaciones al sepulcro del peregrino.
Ulrike Schweikert, una de las escritoras alemanas de mayor éxito es autora de La maldición del Camino de Santiago, una novela histórica de 672 páginas que incluye buenas dosis de aventura e intriga. La protagonista es la joven Juliana, cuyo padre, senescal del Palatinado Imperial de Wimpfen (Franconia), es encontrado junto al cadáver de un caballero templario con una daga manchada de sangre en su mano…
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