domingo, 12 de abril de 2009

Lo que debe saber el peregrino

LAS PEREGRINACIONES, FENÓMENO EN AUGE

Por L. Jiménez
El número de quienes recorren a pie o en bicicleta el Camino de Santiago, no sólo en suelo español, sino incluso atravesando medio continente hasta el Obradoiro se ha cuadruplicado en los últimos 20 años. De unos 2.500 peregrinos en 1986 hemos pasado a hablar de cientos de miles, sobre todo ante la inminencia de un nuevo Año Jubilar, el de 2010, que será el último hasta 2021.
Las caminatas espirituales se han convertido en un fenómeno social que en conjunto puede movilizar, en un fin de semana, a medio millón de europeos. Solos, en grupo o en familia son cada vez más quienes se lanzan a peregrinaciones de larga distancia.El entusiasmo por este fenómeno está contagiando incluso a los protestantes del norte de Europa.
Del furor por las peregrinaciones ha surgido también una verdadera industria, que incluye agencias de turismo especializadas, fábricas de ropa, alimentos y souvenirs , guías espirituales y hasta CD de música creada especialmente para la ocasión. Al mismo tiempo, muchas de las peregrinaciones han dejado de organizarse en las sacristías para hacerlo a través de foros de encuentro social de Internet como Facebook y MySpace.
Toda la actividad comercial que rodea a las peregrinaciones parece sugrir un materialismo muy poco religioso. Pero los sociólogos interpretan el boom de la peregrinación como una señal de la desilusión con lo que ofrece el turismo de masas y el consumismo. Y añaden que los peregrinos buscan una forma alternativa de encontrar significado y valores al nuevo orden social. No son meros turistas. Aspiran a algo más trascendente.
Las peregrinaciones no se limitan a la Ruta Jacobea. Ese fenómeno tiende a multiplicarse por distintos países. No se trata sólo de musulmanes en su habitual viaje a La Meca o grupos de nostálgicos de las Cruzadas en unos pocos países católicos. El entusiasmo por "seguir los pasos de Jesús", sus apóstoles y los santos está movilizando a mucha gente.
Una serie de apariciones de la Virgen de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, incluyó ese lugar en la larga serie de destinos de peregrinación a partir de 1981 a otros centros de espiritualidad mariana, como Lourdes, Fátima o Czestochowa.
En Inglaterra, la catedral de Canterbury, donde sufrió martirio Thomas Becket, sigue siendo el principal centro de atracción religiosa en Gran Bretaña. Pero le sigue de cerca el santuario anglicano y católico de Walsingham. Un cuarto de millón de personas visita cada año ese rincón rural del condado inglés de Norfolk, donde una aristocrática mujer, siguiendo instrucciones de la Virgen, hizo instalar en 1060 una réplica del pesebre donde se crió Jesús. Y además, como en la Ruta Jacobea, son muchos los jóvenes peregrinos.
Otros prefieren transitar por los caminos de santos. El primer sábado de julio, unos 1.500 peregrinos atraviesan los campos que separan la villa inglesa de Bradwell y la aislada capilla sajona de San Pedro, en el condado de Essex, para rezar, compartir un merienda, bailar y cantar en honor a San Cedd. En Gales, los caminantes que llegan a la fuente de Santa Winefrida son autorizados a refrescarse con una rápida zambullida.

Esa ruta celta fue abierta en 1997 y ese mismo año, el Príncipe heredero de Noruega, Haakon Magnus, inauguró los 643 kilómetros del Camino de San Olav, considerado ya como la versión nórdica del Camino de Santiago
En Escocia, los 120 kilómetros que separan la abadía de Melrose de la de Lindisfarne, en el condado inglés de Northumberland, se pueblan de cientos de fieles de todas las edades que, portando la tradicional cruz celta, rinden homenaje a San Cutberto, el monje anglosajón protector de la región.
Comunidades protestantes ecuménicas en Taizé, en Borgoña, y en Iona, la mística isla del oeste de Escocia, atraen ahora a cientos de miles de jóvenes. Las iglesias luteranas también han abierto más de 280 kilómetros de vías de peregrinación en Jutlandia, Dinamarca, así como una red de 950 kilómetros que sigue la ruta de escape hacia Alemania que siguieron los franceses protestantes perseguidos en el siglo XVII.
Ian Bradley, profesor de Teología Práctica e Historia de la Iglesia en la universidad escocesa de San Andrés y autor del libro Pereginación: un viaje cultural y espiritual , atribuye el renacer de esta práctica a un profundo cambio social, que se refleja en las prácticas religiosas.
"A mucha gente le molesta tener que expresar su espiritualidad arrodillándose en la iglesia, siguiendo ritos institucionalizados. En un mundo plagado de incertidumbres y de soledad, encuentran más fácil caminar que hablar sobre su fe y se sienten alentados al saber que están siguiendo los pasos de otros tantos fieles, junto a personas que los comprenden", explica Bradley. Compostela, la meta de los peregrinos jacobeos, figura entre los diez destinos preferidos por el turismo espiritual o religioso mundial, que mueve a unos 300 millones de personas al año y se traduce en una facturación de 16.800 millones de dólares.
La clasificación, encabezada por la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México –con 10 millones de peregrinos anuales-, la ha elaborado la Oficina de Turismo Española en Roma en un informe sobre esta modalidad de turismo alternativo.
A Guadalupe le siguen Lourdes, en Francia, con siete millones; San Giovanni Rotondo, en la región italiana de Apulia, vinculada a místico Padre Pío; el Vaticano, Jerusalén y Asís, lugar de nacimiento de San Francisco en Italia. Tras Asís sigue Compostela. Pero la lista va en aumento.

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