DE LA RIERA Y EL CAMINO
Manuel Rodriguez
El gaiteiro. Así lo llaman peregrinos que lo conocen o han disfrutado
ocasionalmente de su compañia y la de su gaita por las rutas jacobeas.
Forma parte de la muy diversa y universal familia del camino. Y es
querido por ella. Su gaita, que siempre va con él, ha dado ritmo, ánimo y
orientación - como las caracolas de los peregrinos históricos - en las
muchas rutas jacobeas que ha recorrido desde 1987,cuando peregrinó por
primera vez desde Francia.
Lo acompaña ademas su buen humor, su amable
irónia, su pasión, su capacidad retórica y su pasión. Decia alguien que
no recuerdo que si ademas de buena persona, te mueve la pasión, vivirás
una vida plena. El vigués José Antonio de la Riera, a quien me estoy
refieriendo, creo que reúne ambas cosas.
Hace poco de La Riera ha dejado
la presidencia de la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago
(AGACS), de la que fue fundador en 1992, comvertido en persona clave en
el renacer actual de las rutas jacobeas, en especial en Galicia.
Se ha
ido de la primera linea - aunque sigue trabajando como siempre, de forma
desinteresada - tras más de dos décadas impulsando la recuperación y la
identidad de las distintas rutas " son un espacio sagrado ", repite y
el asociacionismo sin carné a favor de ellas.
Ayudado de una afable "mano
izquierda", que la ha permitido colaborar con eficacia e independencia
en esta labor con la Xunta y todo tipo de entes públicos y privados, es
también el ejemplo de como la sociedad civil ha sido y es esencial en la
recuperación del camino y la preservación de sus valores, punto de
partida para todo lo demás.
Como ha escrito él mismo
refiriéndose a otro, De la Riera viene de cuando el camino solo lo
frecuentaban "una gavilla de soñadores, aventureros, libertarios
irredentos o algunos jóvenes inquietos que habían echado a un lado Ibiza
para tender su estera bajo las estrellas de la sirga hacia la remota
tumba de occidente". Pero él además de sueños dedicó ponerle al asunto
trabajo y capacidad de convocatoria. Así se convirtió en impulsor del
equipo que en 1992 indicó la recuperación y señalización del Camino
Portugués, marcando el trazado entre Tuy y Compostela, dirigiendo en los
años siguientes los mismos trabajos en Portugal, con distintos
colaboradores y asociaciones.
Fue una labor providencial que convirtió a
este itinerario en el segundo más transitado tras el Camino Francés. Su
entusiasmo contagió en 1993 al entonces delegado del Xacobeo en Vigo,
Manuel Garrido, cuyo departamento financió aquel año la primera guía de
esta ruta.
Es un folleto ya histórico, obra de De La Riera publicada por
la AGACS, que fue clave para orientar y animar a los primeros
peregrinos. Por cierto que el impulso inicial para esta modesta
colaboración de hoy partió de Manuel Garrido hijo, estudioso de esta
via.
A principios de los noventa, De La Riera también trabajó con
ese gran sabio gallego que es el sacerdote Elixio Rivas en la
investigación del camino del Sudeste o Mozárabe gallego, la ruta jacobea
desde Zamora a Santiago.
En 1995 y 1996 formó parte del equipo que
delimitó, señalizó y puso en valor el Camino de Fisterra y Muxía, y el
Inglés entre Ferrol y Neda. Es además, uno de los más constantes y
amenos divulgadores jacobeos a pie de obra, con múltiples publicaciones y
colaboraciones en todo tipo de libros, congresos etc.
Justo en una
de esas publicaciones escribió que "el paso desde una oficina o fabrica a
una naturaleza (el camino) ante la que el individuo se vuelve a
reconocer con asombro, deja huella en todos. La peregrinación se va
convirtiendo así en una vía de escape, un viaje a Ítaca pasando por
Esparta". De La Riera lo sabe bien. Lo hace cada día.
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