La presidenta de Caminos de Europa anuncia que dos belenes vivientes animarán el estreno del Año Santo
Santiago.- Bajo el paraguas de la UE, el proyecto Caminos de Europa trabaja para acercar a los vecinos del viejo continente rompiendo fronteras. La idea no es nueva. Ya en la Edad Media los peregrinos recorrían sin barreras kilómetros y kilómetros hacia las ciudades santas. Y diluir diferencias para que los pueblos empaticen y compartan experiencias es la filosofía del plan que dirige Mª Carmen Furelos Gaiteiro (Compostela, 1951). Con la Ruta Xacobea y la Vía Francígena como telón de fondo, la iniciativa pone el acento en resucitar las zonas rurales tocadas por los itinerarios seculares de peregrinación.
_ Faltan sólo tres meses para el Año Santo. Imagino que a estas alturas estarán muy ocupados...
_ Ahora mismo estamos centrados en alargar el partenariado lo máximo posible. Para Compostela es muy importante porque cada nueva región que se integra en el proyecto, visita la ciudad. Ya tenemos confirmada la adhesión de varios territorios. Sin ir más lejos, la semana que viene firmamos con la región de Véneto. Forma parte del Camino de Santiago, pero también del Camino a Roma y para nosotros es una oportunidad única. Ellos se comprometen a promover la Ruta Xacobea intensamente, tanto a su paso por la región como en las metas finales.
_ ¿Ya hay algo especial preparado para el estreno de la cita jubilar?
_ En diciembre vamos a traer dos belenes vivientes a Compostela: el de Asís y el de Greccio. El primero no es demasiado grande, así que una parte se ubicará probablemente en alguna iglesia de la ciudad y la otra, al aire libre. El de Greccio, ideado por San Francisco, es el primer belén de la Historia. Es muy costoso porque hay que hacer todo el pueblo en cartón piedra, pero creo que lo vamos a conseguir. La región está muy interesada.
_ Acaban de abrir un centro en la Casa do Deán, ¿cómo enfocan su estrategia para atraer visitantes en 2010?
_ Trabajamos intensamente con dos agencias de viajes (Opera Romana Pellegrinaggi y Peregrinos de Europa) para vender los territorios de peregrinación, comercializar los itinerarios y crear un producto de enorme calidad. Pensamos en el que camina, pero también en el que quiere pasar cinco o diez días en una zona. Por eso, buscamos nuevas formas de acogida turística y nos hemos volcado en la restauración de diferentes edificios de la Iglesia repartidos por toda Europa.
_ ¿Alguna gran peregrinación cerrada para los próximos meses?
_ Tenemos ya las más importantes. Por ejemplo, la peregrinación de Lazio (Italia) traerá a Santiago entre mil y dos mil personas. Nos falta concretar el calendario con la Xunta, pero prevemos que podría ser en febrero. Polonia también está preparando varias peregrinaciones, una de ellas a caballo. El grupo no supera las 50 personas y se organizará por relevos. Les acompañará una compañía de teatro y su intención es actuar en las ciudades más importantes de Europa. Saldrán dos o tres meses antes para llegar a Compostela el próximo 25 de julio.
_ ¿La Ruta ha tocado techo?
_ Erróneamente se tiende a pensar que está todo hecho. Y no es así. Hay que poner a punto el Camino, restaurar aldeas, organizar bien los servicios, incentivar la participación de la población local y no trabajar siempre en función de los grandes grupos de peregrinos programados... Queda mucho. Y si dejamos de hacer promoción, seguro que la afluencia baja. No se puede bajar la guardia.
_ ¿Cuál es entonces el papel de Caminos de Europa para evitar que la Ruta Xacobea muera de éxito?
_ Además de recuperar el Camino, el proyecto pretende integrar a la población en los servicios de atención al peregrino y elevar la calidad de vida de los territorios por los que pasa la Ruta Xacobea. Pero no se trata de que vengan empresas de fuera a hacer el agosto porque la repercusión del Año Santo 1993 fue muy fuerte... Esas iniciativas morirían con el tiempo. Si cambiamos la forma de transmitir nuestra cultura tal cual es, matamos la gallina de los huevos de oro.
_ Y después del Año Santo, ¿qué le espera a Caminos de Europa?
_ Aunque 2010 supondrá algo así como su puesta de largo, este proyecto no nace para el Año Santo. El papel de Caminos de Europa continúa. Su tarea es recuperar, valorizar y dinanizar los territorios rurales atravesados por las vías de peregrinación.
_ ¿Nos faltan ‘caminos’ en las distancias cortas?
_ Por supuesto. Quizás nos entendamos mejor con los de fuera que con nuestros vecinos de la región o del propio Estado. La Administración pública es a veces la que rompe las distancias cortas. Busca el camino más rápido, suple espacios necesarios y no es capaz de tener paciencia...
_ Faltan sólo tres meses para el Año Santo. Imagino que a estas alturas estarán muy ocupados...
_ Ahora mismo estamos centrados en alargar el partenariado lo máximo posible. Para Compostela es muy importante porque cada nueva región que se integra en el proyecto, visita la ciudad. Ya tenemos confirmada la adhesión de varios territorios. Sin ir más lejos, la semana que viene firmamos con la región de Véneto. Forma parte del Camino de Santiago, pero también del Camino a Roma y para nosotros es una oportunidad única. Ellos se comprometen a promover la Ruta Xacobea intensamente, tanto a su paso por la región como en las metas finales.
_ ¿Ya hay algo especial preparado para el estreno de la cita jubilar?
_ En diciembre vamos a traer dos belenes vivientes a Compostela: el de Asís y el de Greccio. El primero no es demasiado grande, así que una parte se ubicará probablemente en alguna iglesia de la ciudad y la otra, al aire libre. El de Greccio, ideado por San Francisco, es el primer belén de la Historia. Es muy costoso porque hay que hacer todo el pueblo en cartón piedra, pero creo que lo vamos a conseguir. La región está muy interesada.
_ Acaban de abrir un centro en la Casa do Deán, ¿cómo enfocan su estrategia para atraer visitantes en 2010?
_ Trabajamos intensamente con dos agencias de viajes (Opera Romana Pellegrinaggi y Peregrinos de Europa) para vender los territorios de peregrinación, comercializar los itinerarios y crear un producto de enorme calidad. Pensamos en el que camina, pero también en el que quiere pasar cinco o diez días en una zona. Por eso, buscamos nuevas formas de acogida turística y nos hemos volcado en la restauración de diferentes edificios de la Iglesia repartidos por toda Europa.
_ ¿Alguna gran peregrinación cerrada para los próximos meses?
_ Tenemos ya las más importantes. Por ejemplo, la peregrinación de Lazio (Italia) traerá a Santiago entre mil y dos mil personas. Nos falta concretar el calendario con la Xunta, pero prevemos que podría ser en febrero. Polonia también está preparando varias peregrinaciones, una de ellas a caballo. El grupo no supera las 50 personas y se organizará por relevos. Les acompañará una compañía de teatro y su intención es actuar en las ciudades más importantes de Europa. Saldrán dos o tres meses antes para llegar a Compostela el próximo 25 de julio.
_ ¿La Ruta ha tocado techo?
_ Erróneamente se tiende a pensar que está todo hecho. Y no es así. Hay que poner a punto el Camino, restaurar aldeas, organizar bien los servicios, incentivar la participación de la población local y no trabajar siempre en función de los grandes grupos de peregrinos programados... Queda mucho. Y si dejamos de hacer promoción, seguro que la afluencia baja. No se puede bajar la guardia.
_ ¿Cuál es entonces el papel de Caminos de Europa para evitar que la Ruta Xacobea muera de éxito?
_ Además de recuperar el Camino, el proyecto pretende integrar a la población en los servicios de atención al peregrino y elevar la calidad de vida de los territorios por los que pasa la Ruta Xacobea. Pero no se trata de que vengan empresas de fuera a hacer el agosto porque la repercusión del Año Santo 1993 fue muy fuerte... Esas iniciativas morirían con el tiempo. Si cambiamos la forma de transmitir nuestra cultura tal cual es, matamos la gallina de los huevos de oro.
_ Y después del Año Santo, ¿qué le espera a Caminos de Europa?
_ Aunque 2010 supondrá algo así como su puesta de largo, este proyecto no nace para el Año Santo. El papel de Caminos de Europa continúa. Su tarea es recuperar, valorizar y dinanizar los territorios rurales atravesados por las vías de peregrinación.
_ ¿Nos faltan ‘caminos’ en las distancias cortas?
_ Por supuesto. Quizás nos entendamos mejor con los de fuera que con nuestros vecinos de la región o del propio Estado. La Administración pública es a veces la que rompe las distancias cortas. Busca el camino más rápido, suple espacios necesarios y no es capaz de tener paciencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario