Santiago.- ¿Se imaginan que las calles de Compostela tienen propietario? Pues sí, lo tienen y está sentado al teclado de su ordenador. Como buenos magnates del mundo inmobiliario, estos nuevos dueños de la calle tan solo se dejan ver a través de un seudónimo en la red.
Todo ello gracias al Monopoly que Google ha creado a través de su buscador de calles (www.monopolycitystreets.com), con el cual todo aquel que se registre de forma gratuita podrá adquirir y especular con todos los rincones del mundo que desee. Mientras cada uno continúa con su vida normal, los internautas no dejan de venderse los unos a los otros calles o plazas con el fin de convertirse en los nuevos millonarios del momento.
Actualmente, todas las zonas que la banca de Google sacó a la venta en Santiago están vendidas. Los interesados no han tardado en aparecer y como siempre, el control se reduce a unos pocos. Ahora mismo, Johnny FC puede presumir de poseer cinco de las grandes calles del centro de la ciudad. Este comprador, del que solo se sabe que nació en la provincia de A Coruña, posee Área Central, Romero Donallo, la avenida Rosalía de Castro, Montero Ríos y la calle Doutor Teixeiro.
Sin embargo, hay otros dos compradores que, en lugar de comprar las zonas más caras, han preferido realizar una inversión. Así, Hatrum decidió hacerse con la avenida de Lugo cuando todavía nadie había entrado en el mercado, y ahora, después de alquilar varios edificios residenciales de la zona, consiguió que esta calle tenga el mayor valor inmobiliario de la ciudad. Nada menos que 20 millones de ... el dinero del Monopoly, quizás la moneda del futuro.
Otro de estos aventajados pensadores es Bertez, que ni corto ni perezoso se ha hecho con la autopista del Atlántico. Si la cosa se pone seria, este avispado podrá beneficiarse de una concesión bastante longeva.
El momento más crudo llega cuando, como en todo mercado mundial y capitalista, todos quieren tener algún trozo de territorio de los lugares de fuera. Así, y dejando claro que el Camino de Santiago es universal, un algerino que firma con el nombre de Waky se ha hecho con la avenida del Camiño Francés. Lo mismo hizo un madrileño, que quiso hacerse con la propiedad de la Rúa Nova.
Además, la codicia hace que todos hagan lo posible y lo imposible para comprar una calle en propiedad de otra persona. ¿Cómo? Convirtiéndose en arrendatarios de la misma y levantando una central nuclear. Una apuesta segura. Por si acaso, no pisen el Obradoiro.
Todo ello gracias al Monopoly que Google ha creado a través de su buscador de calles (www.monopolycitystreets.com), con el cual todo aquel que se registre de forma gratuita podrá adquirir y especular con todos los rincones del mundo que desee. Mientras cada uno continúa con su vida normal, los internautas no dejan de venderse los unos a los otros calles o plazas con el fin de convertirse en los nuevos millonarios del momento.
Actualmente, todas las zonas que la banca de Google sacó a la venta en Santiago están vendidas. Los interesados no han tardado en aparecer y como siempre, el control se reduce a unos pocos. Ahora mismo, Johnny FC puede presumir de poseer cinco de las grandes calles del centro de la ciudad. Este comprador, del que solo se sabe que nació en la provincia de A Coruña, posee Área Central, Romero Donallo, la avenida Rosalía de Castro, Montero Ríos y la calle Doutor Teixeiro.
Sin embargo, hay otros dos compradores que, en lugar de comprar las zonas más caras, han preferido realizar una inversión. Así, Hatrum decidió hacerse con la avenida de Lugo cuando todavía nadie había entrado en el mercado, y ahora, después de alquilar varios edificios residenciales de la zona, consiguió que esta calle tenga el mayor valor inmobiliario de la ciudad. Nada menos que 20 millones de ... el dinero del Monopoly, quizás la moneda del futuro.
Otro de estos aventajados pensadores es Bertez, que ni corto ni perezoso se ha hecho con la autopista del Atlántico. Si la cosa se pone seria, este avispado podrá beneficiarse de una concesión bastante longeva.
El momento más crudo llega cuando, como en todo mercado mundial y capitalista, todos quieren tener algún trozo de territorio de los lugares de fuera. Así, y dejando claro que el Camino de Santiago es universal, un algerino que firma con el nombre de Waky se ha hecho con la avenida del Camiño Francés. Lo mismo hizo un madrileño, que quiso hacerse con la propiedad de la Rúa Nova.
Además, la codicia hace que todos hagan lo posible y lo imposible para comprar una calle en propiedad de otra persona. ¿Cómo? Convirtiéndose en arrendatarios de la misma y levantando una central nuclear. Una apuesta segura. Por si acaso, no pisen el Obradoiro.
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