El Xacobeo 2010 comienza a preocupar y urgen acciones inmediatas
Por C. de Paz
Santiago.- El presidente de la Real Academia Gallega de Medicina, José Carro Otero, ha lanzado un llamamiento a los políticos de su región para que pongan mano a la obra y no retrasen más los preparativos del próximo Año Xacobeo 2010.
“Todo lo que se haga para difundir el próximo Año Santo Xacobeo de 2010, y atender a las necesidades de sus peregrinos e infraestructuras, es poco”, ha dicho.
Y a renglón seguido, en un artículo publicado en la prensa gallega, ha señalado las “esencias de la convocatoria”, que a su juicio son: “primero, que la peregrinación al Sepulcro del Apóstol Santiago el Mayor, en Compostela, es una manifestación religiosa; segundo, que al hacerlo quien lo realiza conecta con un fenómeno con casi doce siglos de existencia, pleno de capacidades culturales: monumentos señeros, lenguas, paisajes, climas, costumbres, gastronomías, etcétera, diversas, todo lo cual, en frase feliz de Goethe, contribuyó a la vertebración de Europa, circunstancia ratificada por el Consejo de Europa, en 1987, cuando proclamó al Camino de Santiago como Primer Itinerario Cultural Europeo”.
Por ello, Carro opina que “los responsables políticos de Galicia deben activar con la mayor intensidad los mecanismos necesarios para que dicho Año Santo llegue, en el conocimiento de su convocatoria, a todos los lugares del orbe capaces de responder a la misma”.
No es el único que anda preocupado. Los cronistas de los periódicos gallegos siguen llamando la atención sobre el retraso en los preparativos y sobre la menor cuantía destinada al Año Santo de 2010, en concreto 9 millones de euros menos que el de 2003 para acondicionar la ruta.
Uno de esos cronistas escribía estos días lo que sigue: “¿Conocen el cuento de la liebre y la tortuga, verdad? Pues algo parecido le puede ocurrir a Santiago (la liebre) en el próximo Xacobeo 2010. Y es que un buen número de políticos creen que Compostela está preparada para acoger el próximo Año Santo, pero ¿eso es así en realidad? ¿Responderán los servicios de la ciudad si llegan 10 millones de visitantes como anunció la Xunta en enero de 2008? ¿Qué han hecho desde entonces los políticos para acoger a todos estos peregrinos y turistas?”
Y añadía: “Ateniéndose a los hechos, y a tan sólo siete meses de estrenar el Año Jacobeo, sólo se puede interpretar que hay un exceso de confianza en los gestores. ¿Cómo entender si no que mientras en el año 2003 se aprobó un presupuesto de 24,6 millones de euros para ampliar la red de albergues, mejorar los caminos y su señalización de cara al Año Santo 2004, este año la inversión haya caído hasta los 15,6? Es decir, casi nueve millones menos (en pesetas son 1.500)”.
Piensan quienes siguen de cerca los preparativos que “Santiago se juega mucho con este Año Santo 2010, máxime cuando no habrá otro hasta 2021 (una década después). Por eso, nadie se puede dormir en los laureles. Compostela y Galicia tienen que dar su mejor imagen para tener una cierta oportunidad de seguir atrayendo turistas y peregrinos en las campañas siguientes al Xacobeo”, dicen.
En lo que toca a las Rutas del Camino de Santiago, la opinión generalizada es que todas deben estar ”cuidadas al máximo”, porque a juicio de esos cronistas gallegos “sería vergonzoso y avergonzante que este verano ocurriera lo mismo que en 2008, en donde multitud de peregrinos sufrieron las picaduras de chinches en cuatro refugios de Triacastela, Melide, Negreira y Fisterra”.
“Tampoco se pueden quedar con las manos cruzadas los gestores y llenarse la boca diciendo que la Ruta cuenta con buenas infraestructuras porque los peregrinos se hartan de decir que son mucho mejores los albergues de Castilla que los de Galicia y las rutas están más cuidadas y mejor señalizadas”, se lee en los periódicos.
Del mismo modo se quejan de que Compostela no tendrá el aeropuerto que se había prometido hace años, ni AVE, ni mejores carreteras que en la actualidad. Y lo que es peor, como denuncia reiteradamente EL CORREO GALLEGO, “aún no hay programación ni promoción, ni previsión alguna de las actividades que se van a realizar”.
El mismo periódico alega que “las empresas privadas tampoco saben a qué atenerse. La Xunta dijo que éstas aportarían al Camino unos cincuenta millones de euros en patrocinios, pero este capítulo también está parado por la falta de decisión de los políticos. Y es que parece que las elecciones autonómicas que se acaban de celebrar y las europeas, que serán el 7 de junio, han sido y son más importantes que el Año Santo”.
Recuerdan los entendidos, que “Europa es el mayor proveedor de peregrinos al Camino” y que “algunos políticos se empeñan en anunciar su promoción en Shanghái o incluso en Nueva York”, como hizo el destituido ministro de Cultura, César Antonio Molina.
En cuanto a su sucesora, Ángeles González Sinde, señalan que “ni siquiera sabemos qué pensará al respecto” y dejan en el aire la pregunta de si “no sería mejor emplear ese dinero en promocionar el Año Santo 2010 entre los europeos, que son los que pueden llegar en masa a Santiago”.
Por eso estiman que “la
nueva Xunta de Feijóo tendrá que darse mucha prisa para llegar a tiempo de elaborar y ejecutar un plan Xacobeo”, aunque “para ciertas cosas, como los patrocinios y los beneficios fiscales, posiblemente sea tarde”.
Reconocen que “las arcas autonómicas están bajo mínimos” y denuncian que “con el Estado poco se puede contar”, pese a lo cual estiman que “aún así hay que intentar ir a un programa ambicioso, con recursos propios en la proporción necesaria para garantizar el cumplimiento de objetivos que no servirían de casi nada si nos quedamos a medio camino”.
Además, sostienen que “si bien se mira, tanto o más importante que su efecto económicamente balsámico es que un evento por todo lo alto sirve para levantar la autoestima colectiva, piedra de toque fundamental para superar las crisis. A este país le viene muy bien saber que buena parte del éxito del Xacobeo 2010 depende de lo que cada uno de los gallegos pongamos de nuestra parte. Por ejemplo, rompiendo tópicos. El del fatalismo resignado, el primero de ellos”.
“Todo lo que se haga para difundir el próximo Año Santo Xacobeo de 2010, y atender a las necesidades de sus peregrinos e infraestructuras, es poco”, ha dicho.
Y a renglón seguido, en un artículo publicado en la prensa gallega, ha señalado las “esencias de la convocatoria”, que a su juicio son: “primero, que la peregrinación al Sepulcro del Apóstol Santiago el Mayor, en Compostela, es una manifestación religiosa; segundo, que al hacerlo quien lo realiza conecta con un fenómeno con casi doce siglos de existencia, pleno de capacidades culturales: monumentos señeros, lenguas, paisajes, climas, costumbres, gastronomías, etcétera, diversas, todo lo cual, en frase feliz de Goethe, contribuyó a la vertebración de Europa, circunstancia ratificada por el Consejo de Europa, en 1987, cuando proclamó al Camino de Santiago como Primer Itinerario Cultural Europeo”.
Por ello, Carro opina que “los responsables políticos de Galicia deben activar con la mayor intensidad los mecanismos necesarios para que dicho Año Santo llegue, en el conocimiento de su convocatoria, a todos los lugares del orbe capaces de responder a la misma”.
No es el único que anda preocupado. Los cronistas de los periódicos gallegos siguen llamando la atención sobre el retraso en los preparativos y sobre la menor cuantía destinada al Año Santo de 2010, en concreto 9 millones de euros menos que el de 2003 para acondicionar la ruta.
Uno de esos cronistas escribía estos días lo que sigue: “¿Conocen el cuento de la liebre y la tortuga, verdad? Pues algo parecido le puede ocurrir a Santiago (la liebre) en el próximo Xacobeo 2010. Y es que un buen número de políticos creen que Compostela está preparada para acoger el próximo Año Santo, pero ¿eso es así en realidad? ¿Responderán los servicios de la ciudad si llegan 10 millones de visitantes como anunció la Xunta en enero de 2008? ¿Qué han hecho desde entonces los políticos para acoger a todos estos peregrinos y turistas?”
Y añadía: “Ateniéndose a los hechos, y a tan sólo siete meses de estrenar el Año Jacobeo, sólo se puede interpretar que hay un exceso de confianza en los gestores. ¿Cómo entender si no que mientras en el año 2003 se aprobó un presupuesto de 24,6 millones de euros para ampliar la red de albergues, mejorar los caminos y su señalización de cara al Año Santo 2004, este año la inversión haya caído hasta los 15,6? Es decir, casi nueve millones menos (en pesetas son 1.500)”.
Piensan quienes siguen de cerca los preparativos que “Santiago se juega mucho con este Año Santo 2010, máxime cuando no habrá otro hasta 2021 (una década después). Por eso, nadie se puede dormir en los laureles. Compostela y Galicia tienen que dar su mejor imagen para tener una cierta oportunidad de seguir atrayendo turistas y peregrinos en las campañas siguientes al Xacobeo”, dicen.
En lo que toca a las Rutas del Camino de Santiago, la opinión generalizada es que todas deben estar ”cuidadas al máximo”, porque a juicio de esos cronistas gallegos “sería vergonzoso y avergonzante que este verano ocurriera lo mismo que en 2008, en donde multitud de peregrinos sufrieron las picaduras de chinches en cuatro refugios de Triacastela, Melide, Negreira y Fisterra”.
“Tampoco se pueden quedar con las manos cruzadas los gestores y llenarse la boca diciendo que la Ruta cuenta con buenas infraestructuras porque los peregrinos se hartan de decir que son mucho mejores los albergues de Castilla que los de Galicia y las rutas están más cuidadas y mejor señalizadas”, se lee en los periódicos.
Del mismo modo se quejan de que Compostela no tendrá el aeropuerto que se había prometido hace años, ni AVE, ni mejores carreteras que en la actualidad. Y lo que es peor, como denuncia reiteradamente EL CORREO GALLEGO, “aún no hay programación ni promoción, ni previsión alguna de las actividades que se van a realizar”.
El mismo periódico alega que “las empresas privadas tampoco saben a qué atenerse. La Xunta dijo que éstas aportarían al Camino unos cincuenta millones de euros en patrocinios, pero este capítulo también está parado por la falta de decisión de los políticos. Y es que parece que las elecciones autonómicas que se acaban de celebrar y las europeas, que serán el 7 de junio, han sido y son más importantes que el Año Santo”.
Recuerdan los entendidos, que “Europa es el mayor proveedor de peregrinos al Camino” y que “algunos políticos se empeñan en anunciar su promoción en Shanghái o incluso en Nueva York”, como hizo el destituido ministro de Cultura, César Antonio Molina.
En cuanto a su sucesora, Ángeles González Sinde, señalan que “ni siquiera sabemos qué pensará al respecto” y dejan en el aire la pregunta de si “no sería mejor emplear ese dinero en promocionar el Año Santo 2010 entre los europeos, que son los que pueden llegar en masa a Santiago”.
Por eso estiman que “la
nueva Xunta de Feijóo tendrá que darse mucha prisa para llegar a tiempo de elaborar y ejecutar un plan Xacobeo”, aunque “para ciertas cosas, como los patrocinios y los beneficios fiscales, posiblemente sea tarde”.
Reconocen que “las arcas autonómicas están bajo mínimos” y denuncian que “con el Estado poco se puede contar”, pese a lo cual estiman que “aún así hay que intentar ir a un programa ambicioso, con recursos propios en la proporción necesaria para garantizar el cumplimiento de objetivos que no servirían de casi nada si nos quedamos a medio camino”.
Además, sostienen que “si bien se mira, tanto o más importante que su efecto económicamente balsámico es que un evento por todo lo alto sirve para levantar la autoestima colectiva, piedra de toque fundamental para superar las crisis. A este país le viene muy bien saber que buena parte del éxito del Xacobeo 2010 depende de lo que cada uno de los gallegos pongamos de nuestra parte. Por ejemplo, rompiendo tópicos. El del fatalismo resignado, el primero de ellos”.
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