martes, 5 de marzo de 2013

Camino Francés

La Junta desempolva la cripta de la Pulcra Leonina

Patrimonio autoriza al fin el nuevo proyecto del Ayuntamiento para hacer visitables los restos de Puerta Obispo y las termas romanas que se preservan a los pies de la Catedral.


Tan misteriosos son los restos que alberga en su interior la cripta de Puerta Obispo como el hecho de que ha permanecido cerrada desde que se construyó, hace 17 años, y que en este tiempo se ha deteriorado de tal modo que exige una rehabilitación para abrirla al público. Tras un primer intento fallido por parte del Ayuntamiento, que quería construir ‘una burbuja de cristal’ para acceder a este ‘mausoleo’ subterráneo, un plan rechazado en noviembre por Patrimonio, ayer la Junta aceptaba otro proyecto municipal. La nueva solución no «entorpece», como la anterior, la vista de la Catedral. El Ayuntamiento propone sustituir las actuales puertas correderas por dos abatibles, que sobresalen 45 centímetros del suelo, en lugar de los 30 actuales. Además se colocará una barandilla de protección en acero que rodeará la cripta.
De momento, el Ayuntamiento no ha desvelado el presupuesto y cuándo comenzará la obra que permitirá mostrar vestigios de la Porta Principalis Sinistra que daba acceso al campamento romano por el Este, así como de las termas, de mayor tamaño que la planta actual de la Catedral.
La cripta sólo se abrió al público puntualmente en el 2006, en la era de Mario Amilivia. En dos meses recibió más de 30.000 visitantes, algo insólito en León, tratándose de un yacimiento de apenas 300 metros cuadrados. La explicación está en que no hay nada más atractivo que lo secreto.
Sobre la cripta parecía pesar una maldición, porque tras su construcción jamás se permitió el paso. En el interior se preservan los vestigios del campamento de la Legio VII que dio origen a la ciudad de León, bajo una gruesa plancha de acero que el tiempo ha dejado inservible.
De este pequeño túnel del tiempo se extrajeron en su momento más de 12.000 piezas, algunas fundamentales para reconstruir la historia de la ciudad.
La cripta, que forma parte de la fallida Ruta Romana, se construyó en 1996, cuando las obras de peatonalización de la plaza de la Catedral sacaron a la luz restos de los baños romanos y de la puerta romana y de la medieval (Puerta Obispo).
En el 2006, para ‘adornar’ la visita, se colocaron varias maquetas de la evolución de la muralla —los romanos construyeron cuatro—, realizadas por Juan Carlos Ponga.

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