Vitoria señala su trazado del Camino de Santiago
Vitoria.- Los Amigos de los Caminos de Santiago de Álava tienen motivos para estar contentos, sobre todo por haber conseguido que el paso del conocido como camino del túnel de San Adrián sea señalizado a través de las calles del municipio de Vitoria.
En 1994, la Diputación marcó el recorrido por todo el territorio alavés. Más tarde, en 2002, se remarcó. Pero en ambas ocasiones, la capital alavesa quedó al margen y la señalización del recorrido del Camino de Santiago fue interrumpido en su trazado vitoriano.
«Llevábamos desde 2004 intentando que las instituciones colocasen las señales, pero han ido retrasándolo año a año. Hemos tenido muchas quejas en este sentido. Pero... ¿Qué podíamos hacer? No las íbamos a pintar con brocha», ironiza Javier Corcuera, presidente de de la asociación de Amigos.
Al final han conseguido su objetivo. Por ello se han instalado ya las baldosas por todo el periplo vitoriano menos en el Casco Medieval, donde se pondrán cuando terminen las obras. «Hasta ahora el peregrino se perdía. Cada uno iba por donde podía. Es imprescindible indicar el camino para fortalecer la ruta», subraya.
El Camino del Interior, nombre con el que también es conocida esta ruta, discurre por 90 kilómetros de montes, valles y llanura. Entra en la provincia por el túnel de San Adrián, en las faldas del Aitzgorri y del Aratz, y sale por Salinillas de Buradón, en la Sierra de Toloño.
Fuera de Vitoria, el problema no es la señalización -hay instalados cientos de balizas de hierro pintadas de amarillo- sino la falta de albergues. Y es que en toda la provincia sólo hay uno oficial, en Vitoria. Aun así, existen tres hospedajes más: uno en Arcaya, otro en Salvatierra -reservado ahora para los temporeros- y uno más en Berantevilla, que se usa para actividades municipales.
Ahora bien, parece que a corto plazo esa carencia se va a paliar. «En Alegría se va a inaugurar uno el año que viene, y en Agurain se negocia con el Ayuntamiento para crear otro. Esto es importantísimo porque desde San Adrián hasta Vitoria tan sólo encuentran cobijo en Estíbaliz gracias al padre Emiliano», explica Corcuera.
Y, además, se va a recuperar la entrada a Vitoria por el paso de Elorriaga. «Es el original, según consta en los libros de Micaela Portilla, una de las grandes investigadores de la ruta alavesa», añade. Para ello se ha solicitado al Ayuntamiento que habilite un paso por el túnel que transcurre por debajo de las vías del tren. «Antes se entraba por las escombreras de Arcaya, pero es un punto en donde la gente se suele liar bastante».
Además de competir con el camino francés, el que pasa por Roncesvalles, este itinerario también ha de disputarse a los miles de peregrinos que acuden cada año a Santiago por el Camino de la Costa, que parte también desde Irún, pero discurre en paralelo al Cantábrico.
Pese a la competencia, lo cierto es que el trazado alavés está en alza. En 1996, los Amigos de los Caminos de Santiago repartieron 250 credenciales, imprescindibles para poder hospedarse en cualquier albergue de peregrinaje. En 2000, se incrementó a ochocientos. Cuatro años después, en pleno Año Santo, la cifra ascendió a 1.734. Y este curso ya se han repartido más de 1.200.
El próximo año es muy especial para los amigos del camino alavés. En primer lugar, por tratarse del segundo año jacobeo del siglo. En segundo, porque celebran el vigésimo aniversario de su asociación, la tercera de España en número de socios. En reconocimiento a su buena labor, la Federación de Asociaciones de Amigos de los Caminos de Santiago celebrará la Asamblea Nacional de Asociaciones en la capital vasca. No será hasta el mes de mayo, pero el colectivo ya está organizando la agenda con encuentros, visitas a lugares de la ruta alavesa y una cena de hermandad con todas las asociaciones de España.
Por último, y como se hace cada Año Santo, el día 3 de enero harán la apertura de la Puerta Santa de la catedral. De momento, eso sí, desconocen en cuál de ellas lo harán. Las obras tienen la última palabra.
En 1994, la Diputación marcó el recorrido por todo el territorio alavés. Más tarde, en 2002, se remarcó. Pero en ambas ocasiones, la capital alavesa quedó al margen y la señalización del recorrido del Camino de Santiago fue interrumpido en su trazado vitoriano.
«Llevábamos desde 2004 intentando que las instituciones colocasen las señales, pero han ido retrasándolo año a año. Hemos tenido muchas quejas en este sentido. Pero... ¿Qué podíamos hacer? No las íbamos a pintar con brocha», ironiza Javier Corcuera, presidente de de la asociación de Amigos.
Al final han conseguido su objetivo. Por ello se han instalado ya las baldosas por todo el periplo vitoriano menos en el Casco Medieval, donde se pondrán cuando terminen las obras. «Hasta ahora el peregrino se perdía. Cada uno iba por donde podía. Es imprescindible indicar el camino para fortalecer la ruta», subraya.
El Camino del Interior, nombre con el que también es conocida esta ruta, discurre por 90 kilómetros de montes, valles y llanura. Entra en la provincia por el túnel de San Adrián, en las faldas del Aitzgorri y del Aratz, y sale por Salinillas de Buradón, en la Sierra de Toloño.
Fuera de Vitoria, el problema no es la señalización -hay instalados cientos de balizas de hierro pintadas de amarillo- sino la falta de albergues. Y es que en toda la provincia sólo hay uno oficial, en Vitoria. Aun así, existen tres hospedajes más: uno en Arcaya, otro en Salvatierra -reservado ahora para los temporeros- y uno más en Berantevilla, que se usa para actividades municipales.
Ahora bien, parece que a corto plazo esa carencia se va a paliar. «En Alegría se va a inaugurar uno el año que viene, y en Agurain se negocia con el Ayuntamiento para crear otro. Esto es importantísimo porque desde San Adrián hasta Vitoria tan sólo encuentran cobijo en Estíbaliz gracias al padre Emiliano», explica Corcuera.
Y, además, se va a recuperar la entrada a Vitoria por el paso de Elorriaga. «Es el original, según consta en los libros de Micaela Portilla, una de las grandes investigadores de la ruta alavesa», añade. Para ello se ha solicitado al Ayuntamiento que habilite un paso por el túnel que transcurre por debajo de las vías del tren. «Antes se entraba por las escombreras de Arcaya, pero es un punto en donde la gente se suele liar bastante».
Además de competir con el camino francés, el que pasa por Roncesvalles, este itinerario también ha de disputarse a los miles de peregrinos que acuden cada año a Santiago por el Camino de la Costa, que parte también desde Irún, pero discurre en paralelo al Cantábrico.
Pese a la competencia, lo cierto es que el trazado alavés está en alza. En 1996, los Amigos de los Caminos de Santiago repartieron 250 credenciales, imprescindibles para poder hospedarse en cualquier albergue de peregrinaje. En 2000, se incrementó a ochocientos. Cuatro años después, en pleno Año Santo, la cifra ascendió a 1.734. Y este curso ya se han repartido más de 1.200.
El próximo año es muy especial para los amigos del camino alavés. En primer lugar, por tratarse del segundo año jacobeo del siglo. En segundo, porque celebran el vigésimo aniversario de su asociación, la tercera de España en número de socios. En reconocimiento a su buena labor, la Federación de Asociaciones de Amigos de los Caminos de Santiago celebrará la Asamblea Nacional de Asociaciones en la capital vasca. No será hasta el mes de mayo, pero el colectivo ya está organizando la agenda con encuentros, visitas a lugares de la ruta alavesa y una cena de hermandad con todas las asociaciones de España.
Por último, y como se hace cada Año Santo, el día 3 de enero harán la apertura de la Puerta Santa de la catedral. De momento, eso sí, desconocen en cuál de ellas lo harán. Las obras tienen la última palabra.
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