Albergues de peregrinos gratuitos: no
Por Julia Boccardo
Cuando hice un presupuesto aproximado de lo que me costaría hacer el Camino de Santiago desde León, casi no tuve en cuenta el tema de los albergues. Y es que tenía entendido que la mayoría de ellos eran gratuitos (¡ilusa yo!).
El primer día en León, cuando llegué al albergue de las Hermanas Carvajalas, todavía seguí creyendo que sería así, ya que aquí ofrecían alojamiento y desayuno y pedían la voluntad. Pero a partir del siguiente día me di cuenta de que había sido un buen recibimiento pero que sería una excepción.
Hasta que no llegué a Ponferrada (cuatro días después) no volví a encontrarme con un albergue en donde cada uno aportara lo que le parecía, y ese fue el último que vi hasta llegar a Santiago.
En la provincia de León, los albergues municipales costaban 4 euros y no era difícil conseguir plaza porque todavía en esas etapas del Camino no había tanta gente (supongo que en julio y agosto sí que hubiera estado algo más complicado).
En Galicia, los municipales valían 3 euros, pero a medida que ibas avanzando se hacía cada vez más difícil encontrar plaza. Especialmente desde Sarria, ya que mucha gente lo empieza ahí para tener hechos los 100 kilómetros mínimos que permiten obtener la Compostela. A mi me dio la sensación, nada agradable, de que el camino se volvió desde ahí como una especie de carrera para conseguir albergue, lo cual tira un poco abajo el espíritu del viaje.
En mi caso, por ejemplo, el día que salí desde Sarria a Portomarín me lo tomé con mucha tranquilidad, como de costumbre, y al llegar a Portomarín estaban ocupados todos los albergues excepto uno, que costaba nada menos que 9 euros (estaba muy bien, pero los municipales, que valían una tercera parte, tampoco estaban mal).
Y, ya en Santiago, los precios no bajan de los 10 euros. Y, además de que sale casi lo mismo que una pensión (nosotros conseguimos una por 15), casi todos cierran a las 12 de la noche. Así que, si, como es de esperar, tienen ganas de quedarse por la ciudad dando una vuelta o tomando algo por la noche, creo que lo mejor es quedarse en una pensión u hostal los días que estén en Santiago.
En fin, que generalmente no son caros, ¡pero todo suma! Así que, si van a hacer el Camino, háganse la idea de que efectivamente se acabó eso de peregrinar gratis.
Cuando hice un presupuesto aproximado de lo que me costaría hacer el Camino de Santiago desde León, casi no tuve en cuenta el tema de los albergues. Y es que tenía entendido que la mayoría de ellos eran gratuitos (¡ilusa yo!).
El primer día en León, cuando llegué al albergue de las Hermanas Carvajalas, todavía seguí creyendo que sería así, ya que aquí ofrecían alojamiento y desayuno y pedían la voluntad. Pero a partir del siguiente día me di cuenta de que había sido un buen recibimiento pero que sería una excepción.
Hasta que no llegué a Ponferrada (cuatro días después) no volví a encontrarme con un albergue en donde cada uno aportara lo que le parecía, y ese fue el último que vi hasta llegar a Santiago.
En la provincia de León, los albergues municipales costaban 4 euros y no era difícil conseguir plaza porque todavía en esas etapas del Camino no había tanta gente (supongo que en julio y agosto sí que hubiera estado algo más complicado).
En Galicia, los municipales valían 3 euros, pero a medida que ibas avanzando se hacía cada vez más difícil encontrar plaza. Especialmente desde Sarria, ya que mucha gente lo empieza ahí para tener hechos los 100 kilómetros mínimos que permiten obtener la Compostela. A mi me dio la sensación, nada agradable, de que el camino se volvió desde ahí como una especie de carrera para conseguir albergue, lo cual tira un poco abajo el espíritu del viaje.
En mi caso, por ejemplo, el día que salí desde Sarria a Portomarín me lo tomé con mucha tranquilidad, como de costumbre, y al llegar a Portomarín estaban ocupados todos los albergues excepto uno, que costaba nada menos que 9 euros (estaba muy bien, pero los municipales, que valían una tercera parte, tampoco estaban mal).
Y, ya en Santiago, los precios no bajan de los 10 euros. Y, además de que sale casi lo mismo que una pensión (nosotros conseguimos una por 15), casi todos cierran a las 12 de la noche. Así que, si, como es de esperar, tienen ganas de quedarse por la ciudad dando una vuelta o tomando algo por la noche, creo que lo mejor es quedarse en una pensión u hostal los días que estén en Santiago.
En fin, que generalmente no son caros, ¡pero todo suma! Así que, si van a hacer el Camino, háganse la idea de que efectivamente se acabó eso de peregrinar gratis.
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