lunes, 18 de enero de 2010

Año Santo

Nace Ad Sanctum Iacobum Peregrinatio para adaptar la senda milenaria a la actualidad

Santiago.- La Fundación Ad Sanctum Iacobum Peregrinatio se ha fundado para complementar la actividad de la Archicofradía Universal del Apóstol Santiago y dar respuesta a los retos que los nuevos tiempos traen a la peregrinación a Compostela.
En el acto de constitución, estuvieron presentes los miembros del patronato, el presidente de honor, monseñor Julián Barrio; el presidente, Marcelino Oreja; el vicepresidente, Agustín Dosil; el secretario, Elisardo Temperán; el vicesecretario, Manuel Jesús Formoso, el Tesorero, José Carlos de Miguel, y numerosos vocales que firmaron el acta en presencia del notario.
Los cambios en lo económico, lo cultural y lo religioso, la aparición de nuevas tecnologías y la aparición de nuevos problemas sociales obligó a la Archicofradía a dar respuesta a estas necesidades creando este nuevo organismo.
Los ámbitos de trabajo de la Fundación son especialmente cuatro. Entre sus tareas estarán el estudio e investigación de todo lo relacionado con el Jacobeo, se preocuparán también de la promoción de la peregrinación y de la atención y acogida al caminante. Otra de sus ocupaciones estará relacionada con el reparto de símbolos y productos jacobeos. Finalmente, un cuarto ámbito se ocupará de las relaciones de colaboración con otras entidades.
El vicepresidente de la Fundación, Agustín Dosil, comentó que se va a ocupar de cuestiones de "gestión de albergues y su construcción así como comercialización de determinados productos, investigaciones y publicaciones", dijo. Asimismo afirmó también que la Archicofradía, "seguirá adelante con sus funciones y fomentará la creación de diversas cofradías, asociaciones y hermandades dedicadas al Apóstol", aseguró.
Durante el acto, Marcelino Oreja manifestó que, "atravesamos por una época de laicismo, más que nunca tenemos que hacer esta llamada a las ideas cristianas", aseguró. Por su parte el arzobispo invocó al Apóstol "para que nos proteja desde estos momentos y que los frutos sean mejores de los que deseamos", comentó.
El vicepresidente, Agustín Dosil, comentó que la Fundación está formada "por especialistas de todos los campos para realizar un trabajo más completo". Entre sus miembros hay historiadores, especialistas en filología clásica, gente que lleva temas de construcción y gestión de albergues, canónigos, arzobipado y universidad. También formarán parte nombres vinculados al Camino como Paolo Caucci. En total "pueden llegar a ser 100 miembros", dijo.
Esta fundación privada de interés gallego nace con un capital social de 30.000 euros, fue la vía elegida «para afrontar los retos de la peregrinación» sin desnaturalizar los fines de la Archicofradía de la que emana. Los ámbitos en los que se propone actuar son cuatro, empezando por el de los estudios e investigaciones sobre el hecho jacobeo. La segunda gran área de trabajo se dedicará a la promoción de la peregrinación a Santiago y la acogida de peregrinos, y uno de los objetivos es crear una red de albergues propia. El tercero es el apartado del merchandising, porque se proponen de manera expresa potenciar los símbolos e imágenes jacobeas y su comercialización para recabar fondos y obtener beneficios de su actividad. El cuarto apartado es el de las relaciones de colaboración con otras entidades.
Marcelino Oreja se confesó emocionado por formar parte de esta fundación, que a su juicio une los dos pilares de su compromiso: la fe cristiana y Europa. Se mostró feliz, además, porque el Apóstol es un referente en su vida desde que vino a la ciudad en viaje de novios «a postrarnos a los pies del Apóstol para que nos iluminara». Recordó el llamamiento de Juan Pablo II, precisamente en Santiago, «para que Europa vuelva a sus raíces cristianas». El arzobispo invocó al Apóstol para que proteja a la fundación desde sus comienzos en sus breves palabras para cerrar el acto.
El profesor Dosil recordó que la Archicofradía se fundó con una bula papal en 1499, como una cofradía de hombres y mujeres, «con motivo de la construcción del Hospital Real», y Pío XII elevó su rango. Es una institución de derecho pontificio y seguirá ocupándose de la coordinación de las cofradías de Santiago de todo el mundo y de sus fines en materia de culto y de estudios del mundo jacobeo. Pero a pesar de su buen momento su capacidad está desfasada «y había que buscar vías para la gestión financiera y de recursos, y con ventajas fiscales para las personas que aporten fondos».

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