martes, 19 de enero de 2010

Camino Francés

Forman voluntarios sanitarios para los centros de salud del Camino Francés

Santiago.- El Camino de Santiago se convertirá este verano en un valioso campo de pruebas para más de un centenar de alumnos de Medicina y Enfermería que cambiarán las tradicionales prácticas hospitalarias por un aprendizaje mucho más cercano al paciente a pie de campo.
Durante 15 días se enfrentarán a las dolencias más frecuentes del peregrino como esguinces, fracturas, picaduras de animales o urgencias podológicas aunque, eso sí, supervisados en todo momento por profesionales con experiencia y tras recibir un exhaustivo entrenamiento previo con Siman, un paciente virtual pero muy realista que reacciona, grita, sangra y hasta se muere.
Un centenar de alumnos de Medicina y Enfermería de la Universidad estrenarán este año la figura de los “voluntarios sanitarios para ponerse al servicio de los doloridos peregrinos. 110 estudiantes de último curso de Medicina, Odontología y Enfermería compondrán este particular ejército de voluntarios que tendrá su base de operaciones en los centros de salud situados a lo largo del Camino Francés.
Muchos peregrinos se plantean el Camino como una cura de espíritu pero acaban necesitando una puesta a punto también para su cuerpo. Torceduras, quemaduras, dolores musculares, mareos, picaduras de mosquitos, ampollas y hasta dolores de muelas pueden convertir una experiencia inolvidable en una auténtica pesadilla.
Por eso, y en previsión del repunte de urgencias médicas este año en el Camino Francés, la ruta más popular y concurrida hacia Santiago, la USC y Xunta han impulsado el primer curso en Galicia orientado a voluntarios sanitarios. Durante más de 90 horas de formación fundamentalmente práctica, los estudiantes aprendieron a mejorar sus capacidades para el diagnóstico, a reconocer las lesiones y enfermedades más frecuentes entre los peregrinos y a reaccionar ante un paciente de verdad.
Todo ello, gracias a la ayuda de un singular profesor: Siman, un simulador de última generación con forma humana que gracias a un sofisticado software reacciona a los cuidados médicos casi como una persona de verdad. Equivale a un paciente real desde el punto de vista anatómico y funcional y esto permite al alumno diagnosticar al paciente pero también tratarle y, lo que es aún mejor, saber si lo ha hecho bien. Gracias al software que incorpora, Siman se pone enfermo, muestra diferentes síntomas y reacciona al tratamiento recibido.El realismo del muñeco es tal que los alumnos consiguen vencer su “miedo” a tratar a los pacientes y los prepara para poder diagnosticar a los peregrinos. “No estamos hablando de socorristas. Son personas con una formación médica completa pero que ante una emergencia en la calle, echarían a correr en dirección contraria por miedo a no saber aplicar sus conocimientos”, explica Manuel Freire-Garabal, profesor de la Facultad de Medicina y coordinador del curso.Será la primera vez que estudiantes de Medicina y Enfermería de forma organizada y con una formación práctica previa colaboren en la atención de los peregrinos. En 1993 también hubo voluntarios sanitarios pero a título individual y en el último Xacobeo estudiantes de podología atendían gratis a su llegada a Santiago a los peregrinos con molestias en los pies.

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