viernes, 8 de enero de 2010

Reflexiones Peregrinas

CAMINO DE INVIERNO 2009 de Acacio & Orietta
Capítulo 1
Por Acacio & Orietta
El Camino de Santiago es una breve etapa del camino de la Vida. Así dicen… Pero en invierno es bueno para observar las muchas cosas pequeñas que componen nuestras vidas.
En invierno se vive la experiencia de compartir verdaderamente todo.
Se vive el momento más, el presente… Se disfruta caminando, el frio , el viento, el silencio se siente y somos mas felices por ello hasta el punto de casi no necesitamos nada más.
No suele haber juicios. Te escuchan, hablan, se interesan y te aceptan como eres, dando la oportunidad de mostrarte sin coraza.
El Camino de Invierno es un camino más individual. Sigue el ritmo del día, que es mas corto; de lo que viene y se aprende con ello.
Uno no decida nada. Es la naturaleza la que cambia cada instante. No eres más que parte de ella.
Hay que caminar ese Camino de Invierno, pero al final ni la meta, no llegar al final es lo que más importa, sino caminar.
Hay veces que te ayudan y otras que ayudas. Aprendes a recibir y a dar.
Aprender a dar es importante, a compartir y alejarse de la convicción de que lo que uno tiene es de su propiedad, ¿no debería ser de quien lo necesite?
Aprender a recibir, también es muy importante. Si no te gusta recibir, estás privando al que ofrece de experimentar lo que significa compartir, dar y ayudar. Tan importante es saber compartir y ofrecer, como recibir y pedir si es necesario.
Acepta el momento en el que te toque experimentar una cosa o la otra.
Permite entender que hay muchas cosas que creemos que son imprescindibles y en realidad no lo son, y que además ejercen un peso sobre uno.
Así que todo lo que lleves de más es peso innecesario, que supone una gran carga y añade dificultad a tu camino.
En el Camino no se tiende a acumular por el mero afán de poseer, ya que todo lo que no se necesite es un peso de más y para ir más ligero has de prescindir de lo superfluo.
(continuará)

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