MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA
Santuario do Cebreiro
Aprended a obrar bien; enderezad al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda... Lo ha dicho el Señor.
Tú me guías por el camino de la vida, me
sugieres acciones concretas, me invitas a amar a los que están mal, a
involucrarme en sus carencias y me empujas a vivir buscando la justicia.
Reflexión
¿Desde cuándo ser más poderoso es mejor?
Escuché a mis padres que luchaban y se sacrificaban para que los hijos
fuéramos más que ellos. Y es posible que los hermanos "estemos mejor
colocados». Pero no es en absoluto seguro que seamos mejor que mis
padres. Todos reconocemos que ellos nos ganaron en humanidad y en
sencillez cristiana. Tener mejor puesto nunca es signo de ser mejor. Los
«puestos», lo que «hacemos en la vida» también nos modela y nos da un
estilo. Hay gente que se confunde con lo que hace y llega a ser lo que
hace. No tiene identidad. Su identidad es el puesto que tienen.
Vulgarmente decimos que «se les ha subido el cargo a la cabeza» y por
eso pierden el ser personas.
Dios no nos mide por lo que hacemos. En
todo caso nos medirá por lo que hacemos para los demás. Para Dios no
somos importantes por las acciones que tenemos en las empresas... Parece
todo sencillo, y no lo es. Hay una fuerte llamada en nuestra sociedad
al bienestar sin preocuparnos de los demás... Más aún, a vivir de
espaldas a los demás, cuando no es ¡a costa de los demás!
¡Cae en la cuenta de que no eres grande
por tu saber ni por tu poder! Eres grande sencillamente por lo que
eres... y, en el fondo, no es mucha cosa: una gripe te barre de la
actividad normal. Conviértete al Evangelio. Léelo y medítalo.
Oye, Señor…
Tú conoces, Dios Padre, nuestras incoherencias,
cada vez que decimos una cosa y hacemos otra.
Tú sufres cuando vamos viviendo la vida,
sin llenarla de amor ni de ilusiones.
Te disgustas cuando llenamos los templos
pero luego no se nota en nuestra obras,
que hablamos de seguirte,
rezando, cantando y celebrando tu amor.
Tú, Padre, que estás más cerca del que sufre,
quieres que salgamos al encuentro del hermano,
que no estemos del todo bien, hasta que el otro deje de sufrir,
que no descansemos, hasta construir aquí tu reino.
Tú nos susurras al oído que no seamos falsos,
que nos quieres auténticos y legales,
que no te contentan nuestros ritos rutinarios,
sino el dejarnos transformar por tu amor.
Aquí nos tienes, Señor.
Sugerencias
. Recuerda ritos religiosos que un día te sirvieron y cámbialos por otros actuales.
. Píllate a ti mismo en incoherencia e intenta ser auténtico y legal durante todo el día.
. Analiza a quién, o a qué, le das el poder de padre, además de a tu Padre Dios.
Salmo
Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
"Yo te libraré, y tú me darás gloria”,
Dios dice al pecador:
“¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?
Atención los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias, ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios».
(Salmo 49)
Pensamiento
¡Cuánto te molesta, Señor, la falsedad!
No
quieres que nos demos golpes de pecho, mientras tratamos mal a los
hermanos, porque tú rechazas la hipocresía y los ritos vacíos de
sentido.
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