martes, 12 de mayo de 2009

Personajes del Camino

Un ex millonario italiano suma desde ayer 30 'caminos'
Santiago.- Desde ayer tiene en su haber 31 compostelas. Hace 15 años, Luigi Cianti, italiano, que cuenta 64 años, decidió donar una fortuna cifrada en cerca de cinco millones de euros. Fue a la muerte de su esposa y decidió convertirse en peregrino del mundo.
Su vida daría para una novela. Natural de Roma, creció en un orfanato romano donde le dejó la madre a poco del parto. En el servicio militar aprendió a conducir camiones y ello marcó un importante cambio en su vida.
"Empecé a trabajar en la empresa Gallardi, una de las más importantes de Italia, que tenía una gran flota de camiones Volvo", recuerda ahora. Se enamoró de la hija del jefe, Daniella, se casó con ella y tuvieron un hijo, Danielle.
Fueron 25 años "llenos de felicidad" los que vivió la familia, hasta que la muerte acabó con el sueño. "Daniella murió de cáncer hace quince años", dice él con ojos llorosos.
Desde hace cinco años, Luigi Cianti comparte su vida con una mujer asturiana, Pilar Caldevilla, que le ha contagiado un espíritu jovial.
Pero antes, recuerda, “la muerte de Daniella me dejó hundido, caí en una depresión horrible que me llevó al mundo de las drogas. Un día, tras cinco sin dormir, tuve un accidente y cuando desperté me miré en el espejo del coche y dije: esto no puede seguir así, tengo que cambiar de vida".
Donó su fortuna a una institución religiosa para huérfanos y con los bolsillos vacíos comenzó a peregrinar. Su primer viaje le llevó de Roma a Jerusalén. Enterado el Papa Juan Pablo II de su acción, pidió a las iglesias que abriesen sus puertas a Luigi Cianti.
En este plazo, dice ahora él, ha conocido a ricos y pobres y que, a pesar de que "de todo hay en la viña del Señor, puedo decir que los que menos tienen son siempre los más generosos. Jamás, en estos años, he dormido a la intemperie y nunca me ha faltado qué comer. La gente, sobre todo la más humilde, es la que más ayuda. Todos deberíamos dar ejemplo", señala.
Por eso no se cansa de predicar que hay que ser solidario y ayudar a quien no tiene nada.
Ahora acaba de batir la marca de Caminos recorridos y Compostelas logradas. Tiene ya 31 certificados de peregrinación y figura en el Libro Guinness por el récord de kilómetros acumulados en la suela de sus botas por cuatro de los cinco continentes.
En Santiago, feliz de acabar una nueva peregrinación asegura que, “lo único que puedo decir es que llevo caminando desde hace quince años, cuando perdí a mi mujer, y que mi meta no acaba aquí, sino que seguiré hasta que el cuerpo aguante". De momento no ha parado. Ha estado en remotos países como Polonia o Estados Unidos, Sudáfrica y hasta la India.
Su próxima meta es publicar un libro sobre sus experiencias y también lograr techo para quienes carecen de él.
De momento, para la primera misión va reuniendo las vivencias y anécdotas de su caminar para ver si se convierten en un libro, “si encuentro un editor”, dice.
Pero como no ansía nada material, lo que pretende con la venta de ese libro es reunir dinero para hacer realidad su sueño: construir un albergue para las personas sin techo.
"Mi destino está marcado y es seguir caminando como peregrino, movido por mi fe en Dios, pero no quiero irme de este mundo sin dejar una herencia para los que no tienen nada. Por eso, mi objetivo es poder hacer un albergue para los que viven en la calle, para los que no tienen nada, ni dinero, ni familia, ni un techo”, añade.
“Fui un niño de orfanato, pero tuve suerte en la vida y aunque he renunciado a mi fortuna, no quiero que otros pasen hambre ni frío", comenta Cianti, mientras asiente su compañera Pilar, que también lo dejó todo tras conocer a este italiano en el pasado Año Santo compostelano.
Aunque todavía no ha conseguido editor, Luigi ya tiene título para el libro: “Caminando con Dios. De millonario a peregrino”.
Guarda sus experiencias en la cabeza y asegura que “no olvido nunca un lugar, ni a quién ha sido generoso conmigo o con los demás. Por eso, una de las máximas de mi libro es que el materialismo es sordo y ciego".
De la generosidad de los demás da ejemplos, como cuando en cierta ocasión “me fallaban las fuerzas por el hambre y encontré tirados en el suelo, precisamente en el Camino de Santiago, más de treinta euros. Estaba cerca de un hotel donde fui para preguntar si alguien había perdido ese dinero. Como no lo reclamó nadie, pedí un bocadillo, pero me invitaron a comer y me dijeron que guardase el dinero".
Tras los miles de kilómetros que ha recorrido no duda en asegurar que "en los albergues del Camino he encontrado a la gente más generosa y amable del mundo, y quiero aprovechar esta ocasión para agradecérselo", subraya este italiano que ya sueña con volver a la ciudad del Apóstol en el próximo Año Santo.
De momento sus consejos para ser peregrino los resume en el siguiente decálogo:
1.- Hacer un camino espiritual.
2.- Encontrarse con el propio ser interior.
3.- Comunicarse con todo el mundo.
4.- Respetar a los hospitaleros.
5.- Ser humilde y gentil.
6.- Caminar y pensar el por qué.
7.- Ayudar a todo el mundo.
8.- Mantener limpios los refugios.
9.- Al levantarse, tratar de hacerlo sin molestar a los demás.
10.- Estar siempre con Dios y pensar mucho en Él.
(si alguien quiere ponerse en contacto con él, este es su E-mail: luigipellegrino2004@yahoo.it)

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