Aumenta la plaga de chinches en zonas de hospedaje, incluido el Camino
Por M. González
Madrid.- Se creía que estaba casi dominada y en cambio ahora detectan que aumenta en todas las regiones españolas. Nos referimos a la plaga de chinches que primero fue detectada en el Camino de Santiago y la Costa del Sol, en especial en empresas de hospedaje.
Un estudio de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), denuncia la proliferación de los insectos, a la que se debe que haya aumentado entre un 10 y un 20 por ciento la demanda de servicios destinados a erradicarla.
Dice el estudio que el crecimiento ha sido "notorio" en Canarias y la zona del Mediterráneo, donde los servicios prestados por empresas de control de plagas han aume
ntado un 90 y 50 por ciento, respectivamente.
La directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, explica que el aumento se detectó primero en el Camino de Santiago y la Costa del Sol. De hecho, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago acordó en diciembre de 1008 crear un protocolo con normas preventivas de limpieza para luchar contra la presencia de chinches en los albergues de la ruta jacobea.
Fernández ha apuntado como factores de la propagación a la globalización, tanto de pasajeros que se mueven de unos países a otros y que pueden llevar en sus maletas artículos o ropa infestadas, como de mobiliario que se adquiere en el extranjero y que viene contaminado. De hecho, el informe apunta como principales causas de infestación el equipaje, los colchones y la ropa de cama.
La directora general de ANECPLA aconseja no importar productos sin que pasen previamente una cuarentena, sacudir la ropa antes de preparar la maleta y emprender el viaje de regreso, o deshacerse de colchones o ropas de cama.
"El personal de los hoteles debe ser capaz de detectar los rastros de chinches", ha apuntado Fernández, que ha propuesto además como medidas higiénico-sanitarias colocar las sabanas de una habitación en una bolsa separada y lavarlas a temperaturas muy elevadas.
Según ANECPLA, los hoteles de 4 y 5 estrellas son los que más solicitan el control de esta especie, pero "no quiere decir que sea ahí donde haya más problemas de chinches", ha dicho. Lo que sucede, añade, es que “el cliente es más exigente, se detecta antes y se requiere el servicio de los profesionales, algo que no produce en otros establecimientos".
Debido a la afluencia de viajeros, Fernández ha considerado que no "siempre es posible evitar la introducción de estos parásitos", por lo que ha señalado la prevención y la ayuda profesional como "método más eficaz".
Colchones, mesillas de noche y molduras son los lugares de residencia más frecuentes para estos insectos de actividad nocturna que, al alimentarse de sangre preferentemente humana, suelen esconderse cerca de las zonas de descanso.
Aunque las chinches no transmiten ninguna enfermedad, sus picaduras "indoloras e imperceptibles" son causa importante de irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio. Además, pueden ser una pesadilla para quienes las padecen en sus casas, pues se reproducen con mucha facilidad y viajan entre viviendas a través de grietas en las paredes.
Un estudio de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), denuncia la proliferación de los insectos, a la que se debe que haya aumentado entre un 10 y un 20 por ciento la demanda de servicios destinados a erradicarla.
Dice el estudio que el crecimiento ha sido "notorio" en Canarias y la zona del Mediterráneo, donde los servicios prestados por empresas de control de plagas han aume
ntado un 90 y 50 por ciento, respectivamente.La directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, explica que el aumento se detectó primero en el Camino de Santiago y la Costa del Sol. De hecho, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago acordó en diciembre de 1008 crear un protocolo con normas preventivas de limpieza para luchar contra la presencia de chinches en los albergues de la ruta jacobea.
Fernández ha apuntado como factores de la propagación a la globalización, tanto de pasajeros que se mueven de unos países a otros y que pueden llevar en sus maletas artículos o ropa infestadas, como de mobiliario que se adquiere en el extranjero y que viene contaminado. De hecho, el informe apunta como principales causas de infestación el equipaje, los colchones y la ropa de cama.
La directora general de ANECPLA aconseja no importar productos sin que pasen previamente una cuarentena, sacudir la ropa antes de preparar la maleta y emprender el viaje de regreso, o deshacerse de colchones o ropas de cama.
"El personal de los hoteles debe ser capaz de detectar los rastros de chinches", ha apuntado Fernández, que ha propuesto además como medidas higiénico-sanitarias colocar las sabanas de una habitación en una bolsa separada y lavarlas a temperaturas muy elevadas.
Según ANECPLA, los hoteles de 4 y 5 estrellas son los que más solicitan el control de esta especie, pero "no quiere decir que sea ahí donde haya más problemas de chinches", ha dicho. Lo que sucede, añade, es que “el cliente es más exigente, se detecta antes y se requiere el servicio de los profesionales, algo que no produce en otros establecimientos".
Debido a la afluencia de viajeros, Fernández ha considerado que no "siempre es posible evitar la introducción de estos parásitos", por lo que ha señalado la prevención y la ayuda profesional como "método más eficaz".
Colchones, mesillas de noche y molduras son los lugares de residencia más frecuentes para estos insectos de actividad nocturna que, al alimentarse de sangre preferentemente humana, suelen esconderse cerca de las zonas de descanso.
Aunque las chinches no transmiten ninguna enfermedad, sus picaduras "indoloras e imperceptibles" son causa importante de irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio. Además, pueden ser una pesadilla para quienes las padecen en sus casas, pues se reproducen con mucha facilidad y viajan entre viviendas a través de grietas en las paredes.
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