El juez impone una discreta multa al individuo que quiso estafar al Deán y decreta 2 años de alejamiento
Santiago.- El Juzgado de Instrucción nº2 de Santiago ha celebrado esta mañana un juicio rápido contra Fernando Sieira Maneiro, de 40 años, natural de Baroña y vecino de A Coruña, al que se le acusa de intentar estafar al exdeán de la catedral, José María Díaz.
El hombre, ha sido condenado, por un delito de estafa en grado de tentativa, a dos años de alejamiento de la catedral de Santiago y a una multa económica mínima, que no supera los 300 euros.
Al parecer, el presunto extorsionador, que
también chantajeó a la baronesa Thyssen, amenazó al religioso con
difundir un deuvedé con información delicada.
En el día de ayer, el exdeán del templo compostelano, José María Díaz, declaró como testigo
ante los juzgados de Fontiñas. José María Díaz se limitó a dar las
gracias a los medios de comunicación que lo aguardaban a la salida. El
presidente de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, que lo acompañaba, y
ante la insistencia de los periodistas, mostró su impresión de que la
investigación «va bien».
Fernando Sieira Maneiro es un viejo conocido de
la policía, que lo define como un especialista en los intentos de estafa
de personajes públicos, empresarios y políticos, sobre los que se
documenta a través de los medios de comunicación.
La policía lo detuvo en Santiago el pasado jueves a Fernando Sieira Maneiro, al que la policía tendió una trampa
y sorprendió en el convento de las Mercedarias cuando mantenía una
reunión con el canónigo. El indivuo, supuestamente, intentó cobrarle una
cantidad de dinero al ex deán a cambio de no revelar el contenido de
vídeos que resultaron ser inexistentes. Este mismo hombre, que ingresó en prisión por orden del juez de Santiago José Antonio Vázquez Taín,
está acusado también de haber chantajeado a la baronesa Thyssen: bajo
un nombre falso, le pidió 30.000 euros a cambio de entregarle un
inexistente vídeo en el que se veía a su nuera practicando sexo. Algunas
fuentes señalan que Tita Cervera habría llegado a pagar 18.000 euros,
una trampa en la que no cayó el exdeán
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