Washington copia la catedral de León
La catedral de Washington ha copiado a la de León. Que ambas ciudades estén en la misma latitud ha sido decisivo. Los constructores y restauradores de la sexta catedral más grande del mundo han tenido el templo gótico leonés como referente y fuente de inspiración. De hecho, los maestros vidrieros norteamericanos viajaron a León para aprender sobre la luz y los colores, según ha confesado el cantero mayor de la catedral de Washington, Joe Alonso, hijo de españoles.
En pináculos, gárgolas y otros elementos de la catedral neogótica, que acabó de construirse hace sólo 23 años, se nota también el ‘aire leonés’. Un terremoto, que sacudió la capital de Estados Unidos en el verano del 2011, ha convertido en un edificio tan frágil la catedral de Washington como la vetusta leonesa.
Los responsables de la conservación de la catedral de San Pedro y San Pablo, conocida también como la catedral Nacional, consideran que serán necesarios 50 millones de dólares para reparar las torres y pináculos y restañar las grietas, después de que el edificio se estremeciera por el seísmo, de 5,8 grados en la escala Richter.
En León con semejante presupuesto se habrían obrado ‘milagros’. Los 4,5 millones de euros de la primera fase del Sueño de la Luz han sido la mayor inversión que ha visto el templo leonés en toda su historia. Las huellas del terremoto de Lisboa dejaron también sus ‘heridas’ en el monumento leonés; daños que nunca llegaron a restañarse del todo. Su ‘homónima’ de Washington, pese a que comenzó a erigirse en 1907 en una ceremonia a la que asistió el presidente Roosvelt, siguió el modelo constructivo medieval. No hay en ella vigas de acero ni hormigón o cemento. Los masones, constructores de la segunda catedral neogótica más grande de América —tras la de San Patricio, en Nueva York— se permitieron ciertas ‘licencias’ en las 112 gárgolas que sirven para evacuar el agua de lluvia. Si en León predominan los personajes grotescos y bestias fantásticas, en Washington hay desde un burro a un ejecutivo y un turista haciendo fotos engullido por una de las gárgolas.
Del Medievo a la Luna
Si los vitrales de León constituyen el mejor conjunto de vidrieras medievales del mundo, Washington también tiene una que es excepcional: la ventana lunar. Se trata de una vidriera que además de cristales de colores posee fragmentos de la Luna. Su pieza principal es una pequeña roca lunar entregada en persona por miembros de la misión Apolo XI en 1969.
La Catedral de León cuenta con 134 ventanales y tres grandes rosetones —en total, unos 1.800 metros cuadrados de vidrieras—, mientras que la de Washington tiene más de 200 vidrieras de un parecido más que razonable con las del templo leonés.
«Toda la catedral está construida con piedra caliza de Indiana, aunque una porción del altar mayor tiene piedra traída del Sinaí», explica en la web del templo Joe Alonso, que aprendió el oficio de su padre, un albañil que emigró a Estados Unidos.
Martin Luther King habló en el púlpito de la catedral de Washington, en la que se oficiaron los funerales de los presidentes Dwight Eisenhower, Ronald Reagan y Gerald Ford y donde está enterrado el presidente Wilson.
George Bush padre colocó la última piedra de la catedral en septiembre de 1990, como colofón a 83 años de trabajo. Pero el terremoto lo cambió todo. La reconstrucción será lenta y delicada, aunque sin los problemas de financiación que tiene la de León, que se ha visto obligada a suplir la falta de subvenciones cobrando cinco euros por la entrada. La catedral de Washington recibe 800.000 visitantes al año; la de León, en torno a los 150.000.
La gárgola de Darth Vader
Es una catedral del siglo XX construida igual que en la Edad Media. Sin embargo, la catedral de Washington, de estilo gótico, tiene también ‘pinceladas’ modernas. Las cubiertas del edificio están pobladas por personajes contemporáneos, desde un político corrupto al que se le está cayendo un fajo de billetes del bolsillo del abrigo, a un empresario con su maletín, e incluso la figura de Darth Vader, el malo de la saga de La guerra de las galaxias.
Aunque la mayoría de las vidrieras relatan escenas bíblicas, hay dos aportaciones ‘modernas’ a la iconografía clásica: la vidriera lunar y un ventanal dedicado a los pioneros de la conquista del Oeste, Meriwether Lewis y William Clark, quienes en 1804 comandaron la primera expedición terrestre que partió del Este, alcanzó la costa del Pacífico y regresó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario