Los vecinos del ladrón del Códice sopesan sumarse a la acusación
Los vecinos tenían que declarar debido a que
Castiñeiras también ha sido acusado de delitos contra la intimidad,
porque se le hallaron en los registros policiales numerosas cartas de
sus vecinos que presuntamente robó de los buzones de correos.
Tras su comparecencia, los más de veinte vecinos
que acudieron a los juzgados de Santiago decidieron mantener una próxima
reunión en la que decidirán si acuden conjuntamente y se personan como
acusación en la causa abierta contra Fernández Castiñeiras.
El ladrón del Códice vivía en la calle principal de Milladoiro,
la avenida Rosalía de Castro, concretamente en el portal 2 del número
27. Tras su detención, trascendió que mantenía malas relaciones con
algunos de sus vecinos y que, además, tenía en su poder correspondencia
perteneciente a algunos de ellos. También fueron localizadas cartas de
algunos canónigos integrantes del cabildo de la catedral compostelana y
que este tenía en su poder.
Las malas relaciones con sus vecinos no fueron
señaladas solo por los habitantes del inmueble en el que residía el
autor confeso del hurto del Códice. En otro edificio de la misma
localidad, los vecinos del mismo acusaron a Manuel Fernández Castiñeiras
de haberse quedado con las llaves de un trastero que correspondería a
la propiedad comunal.
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